Trabajar cansa

O no entienden nada, o lo entienden todo

"Ellos plantean democratizar los partidos, yo soy producto de unas primarias, claro que creo en la democracia interna." -Tomás Gómez, secretario general del PSM-

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Se abre el telón y aparece un dirigente del PSOE dirigiéndose a los manifestantes de Sol: "os entendemos, chicos, somos de los vuestros, y no olvidéis votar el domingo, no sea que gane el PP, que es muy malo." Se abre de nuevo el telón y sale un dirigente del PP: "no os dejéis manipular por el PSOE, chicos, y mudaos a la Moncloa, que la culpa de todo es de Zapatero, nosotros no gobernamos."

El telón sigue subiendo y bajando, y no para el desfile de cómicos. Uno promete que atenderán las demandas. Otro cuenta el chiste de que la mejor protesta es votar. Un humorista de trazo grueso señala a Rubalcaba como instigador.

La respuesta de los dos grandes partidos a la movilización ciudadana demuestra lo que ya sabíamos: que no entienden nada. Que viven en otro planeta, a años luz de la calle. Lo primero que han hecho ambos es sacar la calculadora: en qué me beneficia o perjudica. Cómo afecta a mi rival. Qué impacto tendrá en las elecciones. A quién votarán. Cómo puedo atraerme a los descontentos.

Tanto los intentos del PSOE por ser simpático con los manifestantes, como el recelo del PP a los "antisistema" y su sospecha de una maniobra del PSOE, son respuestas propias de quien no pisa la calle. La insistencia en que los acampados muestren su descontento votando el domingo demuestra que ni se han leído las pancartas, que critican precisamente esa democracia que se acuerda de nosotros cada cuatro años.

Tampoco entiende nada quien piense que esto es un movimiento surgido de repente, de la nada, de un día para otro, a través de Facebook y poco más. Como si no hubiese gente que lleva meses preparando el terreno, en Internet pero también en la calle. Como si los movimientos sociales hubiesen estado dormidos, como si en los barrios los vecinos no llevasen tiempo calentando la protesta.

¿No han entendido nada? Tal vez, pero también cabe otra posibilidad: que lo hayan entendido, y prefieran seguir contando chistes mientras sube y baja el telón. Hasta que un día se encuentren el patio de butacas vacío, y cuenten el último: "¿Dónde se fueron todos?"

 

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