Traducción inversa

Despedida y cierre

Amigos, se acabó. Escribí hace unas semanas un artículo por si no podía despedirme, pero el jefe de opinión -ese gran profesional que es Marco Schwartz- me aconsejó no publicarlo. Lo hago ahora. Entonces no sabíamos si el final estaba próximo o no. El final ha llegado. Sobra decir que os agradezco la atención prestada, que supongo ha sido superior a mis méritos. Echaremos de menos a este jodido diario. Y aquí, sin más preámbulos, está el artículo:

Balance provisional

  Los he contado. Desde 2008 he publicado, sin contar este, exactamente 333 artículos bajo el epígrafe de "Traducción inversa", a los que habría que añadir otras piezas (perfiles, reportajes, crónicas) que iba proporcionando a la caldera según me las iban demandando los fogoneros. He escrito todo lo que me han pedido, y con la regularidad que me han pedido (cada día o –como ahora- cada semana), y no puedo sino estar agradecido por el privilegio de haber participado en este fantástico proyecto que es el diario Público. Que nadie se haga ilusiones, sin embargo. Es obvio que esto no es ninguna despedida: voy a seguir dando guerra hasta el último momento y, cuando el agua llegue –si llega- por la rodilla, entonaré Take this waltz de Leonard Cohen con mi más voluntariosa afinación.

Soy consciente de que, igual que mis artículos podían parecer necesarios, interesantes o quizá indispensables, en cualquier momento se hubieran podido convertir en prescindibles. La novedad, lógicamente, es que la situación actual, tan zozobrosa y escurridiza, dibuja una realidad ineludible: la de que en cualquier momento un artículo se convierta en el último. Y por eso quiero asegurar mi epitafio dentro de su correspondiente botella, si no les importa, aunque sólo sea por si acaso.

Otro día deberíamos reflexionar sobre cómo es posible que un proyecto como el de Público no encuentre acomodo en una sociedad como ésta, donde los progresistas son mayoría. Algo falla y no es sólo la crisis. Y si al final nos salvamos... tiren esta pieza a la basura. Así sea.

 

 

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