Traducción inversa

Consideraciones sobre el euskera

  Parece ser que el Gobierno vasco ha comenzado a desmontar el edificio legislativo que pretendía convertir el euskera en lengua predominante en el ámbito escolar. La justificación de esas medidas se hace a favor de lo que el ejecutivo viene en llamar un "bilingüismo integrador". Esta curiosa expresión quiere significar que las dos lenguas del País Vasco –el euskera y el castellano- deben fomentarse por igual. Permítanme, entonces, que manifieste mi más sosegado escepticismo.  Para empezar, no me cansaré de explicar (y lo siento: soy lingüista de formación) que el "bilingüismo" es un fenómeno individual, que afecta a las personas y no a los territorios. No tiene ningún sentido afirmar que Euskadi es "un país bilingüe". Los que son bilingües son una parte de sus habitantes, en concreto aquellos que hablan euskera y castellano. Los que sólo hablan castellano (puesto que ya no quedan hablantes exclusivos en euskera) son monolingües. En este sentido, cualquier política que no tenga por objetivo incrementar el conocimiento del euskera es una política contra el bilingüismo y el Partido Socialista de Euskadi se equivocará gravemente si se suma a los ímpetus monolingüistas de la muchachada popular.  Extender el bilingüismo real (es decir, aumentar la masa de hablantes capaz de utilizar indistintamente y a la perfección el euskera y el castellano) es apostar por la paz social, la convivencia, el arraigo al país y el sentido común. La alternativa sólo contribuirá a radicalizar a los vascohablantes (quienes, muy coherentemente, se sentirán agredidos al ser obligados a ser los únicos bilingües). Ustedes eligen.

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