La trama mediática

Un, dos, tres, inmersión, ¡ar!

inmersion.jpgComo el Mal no descansa, El Mundo tampoco pega ojo en su cruzada heroica contra la perfidia lingüística catalanista. "Prohibido estudiar en español" se titula la serie en la que un esforzado de la pluma pone negro sobre amarillo los desmanes educativos en el nordeste de la península y territorios insulares asimilados. El capítulo más reciente nos llevaba, de hecho, a estos últimos: "Un colegio público de Baleares no permite hablar en castellano ni a los padres de los niños", anunciaba ayer en primera el periódico de Pedro J. Ramírez.

En tres cuartos de página, el autor describía un nuevo presunto gulag académico, abundando en detalles a cual más truculento. "Ignacio Artiles, como siete de sus nueve hermanos, es ciego. Tiene 43 años y lleva 15 en Baleares. Está casado con una extremeña y vende cupones en un centro comercial frente al colegio. Su hija Tamara tiene nueve años. En el presente curso estudiará 4º de Primaria. No muestra muchas ganas de volver al colegio ‘porque todo es en catalán", nos rompía el alma el reportero, y casi nos hacía olvidar que en el relato faltaban las versiones del centro y de las autoridades educativas de Baleares.

Mientras nos preguntamos con ansiedad qué nuevas tropelías se describirán en la entrega de hoy –no pasarán por alto la Diada–, nuestros ojos, que no ganan para sobresaltos, se topan con un artículo de Agapito Maestre en Libertad Digital, titulado "Sin democracia, sin moral y sin justicia". Son un porrón de párrafos, pero se resumen en las dos primeras líneas: "Esto no es una democracia. Estamos en un pudridero político". ¡Carajo!

No nos mejoraba mucho el ánimo Cristina López Schlichting, que ha vuelto de vacaciones más apocalíptica que de costumbre. Lo intuimos el lunes y el martes en su programa vespertino de Cope y lo confirmamos ayer en su artículo de La Razón, donde nos animaba –cualquiera lo diría, por lo menos– a quitarnos de en medio: "El Gobierno garantizará la felicidad social, el final del sufrimiento. ¿Que le molesta su embarazo? Quíteselo ¿Que es una carga para su familia? Libérelos pidiendo la eutanasia. ¿Que le cuesta vivir? Suicídese. Qué felicidad". Esperemos que sea sólo ironía o que ha descubierto en verano a Aldous Huxley.

Ussía, avezado sexólogo

En el mismo periódico, Alfonso Ussía impartía una clase de educación sexual que incluía alguna que otra carga de profundidad. Anoten: "Las parejas que sin desearlo crean un ser humano –la semillita, la cosechita...–, lo hacen por descuidados, lo mismo con Aznar que con Zapatero en el Gobierno. Otra cosa es que con Zapatero se asesine a ese ser humano indefenso con total impunidad y con Aznar no resultaba tan sencillo", decía el cátedro, arrimando el ascua a su sardina ideológica.

Terminamos por hoy con uno de los muchos recados enviados al presidente de Navarra por salirle respondón al partido nodriza. Lo firmaba, también en La Razón, José Antonio Vera: "Y sobre todo se entiende fatal esta verborrea propia de abertzales arrabaleros, pero no del presidente de Gobierno de Navarra". Sanz, abertzale. La idea es muy divertida.

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