La trama mediática

Otra vez es 11-M en 'El Mundo'

Seis páginas de interior y letra menudilla, editorial a tres cuartos de plana y, por supuesto, portada a todo trapo con la verdad verdadera: "La Justicia sentencia que 'El Mundo' ha sido 'veraz y riguroso' sobre el 11-M". Todo, porque un juzgado de lo civil -el 56 de Madrid, ya ven qué nivelazo- ha desestimado la querella interpuesta por un comisario contra los folletineros conspiranoicos. "Aval a El Mundo", llevaban como pomposo encabezado las hojas del desmedido monográfico. Vayan a la hemeroteca y verán que cuando la Audiencia Nacional -Primera división de la Justicia española, se supone- desmontó las fantasías pedrojotescas, no hubo un epígrafe del tipo "Bofetada a nuestro periódico".

El País, segundo asalto

Ya, que no les interesa, que les motiva más ver cómo va la suegra de todas las batallas contra el Gobierno emprendida por El País. No hay demasiado que contar. Después del obús del miércoles, ayer apenas hubo unas ráfagas de ametralladora dialéctica. "El embrollo fiscal" era el -para más de uno- decepcionante titular del segundo editorial a la yugular de Zapatero. También se pudo haber bautizado "Homenaje a Perogrullo", a tenor de su contenido. Un ejemplo: "El objetivo fundamental de la política económica es sostener el bienestar de los ciudadanos". Otro más: "Es pues indiscutible que sanear las finanzas del Estado es una obligación de cualquier Gobierno". La gaseosa, redescubierta.

Como corolario y renovación del aviso, el editorial terminaba: "La diferencia entre las medidas populistas y la política social es más nítida de lo que parece entender Rodríguez Zapatero -ahí están los 400 euros-. De que lo entienda a partir de ahora dependerá en gran parte el futuro inmediato de este país". Faltaba una voz ronca diciendo: "Capisci, Zapatero?"

Por si el presidente tenía poco con el fuego presuntamente amigo, La Razón anda malmetiendo a Teddy Bautista contra él y los que le acompañaron en la rondalla roja de León. "La SGAE no cobró por La Internacional de Rodiezmo", denuncia el periódico, que cifra en 92 euros los royalties escatimados. Eso, por el último festival, porque, según el delator que firma la noticia, el pufo viene de atrás: "Y no es cosa de este año: según un portavoz de la entidad, tampoco lo han hecho en ediciones anteriores. Su explicación es que su sistema de recaudación, basado en inspectores repartidos por toda España, no puede llegar a todos los sitios". Cuidado con lo que silban.

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