La trama mediática

Lo del 'Alakrana' viene del 11-M

Si Darwin viviera, podría completar su gran obra formulando la Teoría de la Involución. Le cabría en un papel de fumar y sólo constaría de un nombre y un apellido: Gabriel Albiac. Aquel filósofo marxistón y progreguay que buscó playas bajo los adoquines escribe hoy en ABC aleluyas como la siguiente: "Un ministro de la guerra pacifista es un perfecto canalla, un tahúr de sangre ajena. Desde que el pacifista José Luis Rodríguez Zapatero llegó por sorpresa al poder tras aquel 11 de marzo de hace casi seis años, España no ha tenido más que ministros pacifistas de la guerra. Ninguno ha muerto, que yo sepa, en el altar de sus humanitarias convicciones. Murieron, eso sí, soldados a los cuales se había privado del privilegio primordial que define el oficio: el uso profesional de las armas". Bonito cambio de referente intelectual: de Althusser a John Rambo.

Como tantos apóstoles del mamporro que cacarean estos días desde el burladero, Albiac es partidario de montar una escabechina con los secuestradores del Alakrana. "Una acción fulminante de comandos hubiera podido liberar a los secuestrados y escarmentar a futuros secuestradores", decía el estratega formado en la lectura de Hazañas Bélicas, antes de rematar la faena con una doliente exhibición de orgullo patriótico herido: "Los piratas han humillado a la Armada española. Han humillado al gobierno de España. Y nos han puesto a todos ante el espejo: no somos nadie; hasta el último zarrapastroso con un viejo kalashnikov en bandolera puede ponernos de rodillas. No hay ninguna sorpresa: es la herencia corruptora de aquel 11 de marzo". Por segunda vez en un puñado de líneas, el 11-M. Diagnóstico: obsesión recurrente. Pronóstico: incurable.

Federico y el 18 de julio

Lo malo de esa fijación con las fechas es que no se reduce a una sola. Federico Jiménez Losantos, carné número cero de los afectados por la oncemarcitis, vive también colgado del 18 de julio, como se manifestó en su columna de ayer en El Mundo. Y no sanará hasta que en las escuelas se enseñe que los que ganaron la guerra fueron los buenos. Lean: "Franco y los alzados de 1936 querían derribar el régimen de la II República después de haberlo defendido cuando el PSOE y ERC dieron un sangriento golpe de Estado en octubre de 1934 porque perdieron las elecciones. Y sólo se alzaron cuando el Frente Popular puso en marcha la máquina política de matar en febrero del 36". Que reediten la Enciclopedia Álvarez, pero ya.

Más Noticias