La trama mediática

Poseídos por el Maligno

Supongo que habrá argumentos racionales para oponerse al aborto, y más concretamente, a la reforma de la ley que lo regula. Lo difícil es encontrarlos en las veredas mediáticas que transita servidor para traerles cada día el informe actualizado de lo que se cuece al otro lado de la línea azul. Allá están ya en lo esotérico, como podrán comprobar en el apocalíptico comienzo de la última columna de César Alonso de los Ríos en ABC: "El sí del Gobierno al agravamiento de la Ley del Aborto, propuesto por Izquierda Unida y Esquerra Republicana de Cataluña, llega a lo demoniaco, esto es, al disfrute del placer que produce el Mal". ¡Uuuuh, qué miedo!

Como no hay invocación del fuego eterno sin que estén cerca los vicios de la carne, el editorialista del vetusto diario se los cuelga cual sambenito a los impulsores de la reforma, que quedan, directamente, como una panda de salidos: "Las enmiendas con estas minorías incluyen la incorporación a la enseñanza obligatoria de la educación sexual -más bien habría que hablar de 'obsesión sexual'-, lo que en el contexto del acuerdo entre socialistas, comunistas y separatistas catalanes quiere decir apología del aborto y violación del derecho de los padres a la educación moral de sus hijos".

Si les ha parecido flojita la soflama, les ofrezco la versión -mucho más lúbrica, dónde va a parar- de Juan Manuel De Prada en Cope: "Imprimiendo esa religión erótica en las escuelas, se aseguran el aplauso de su generación, que así puede entregarse a la satisfacción de sus apetitos, y para evitar las consecuencias indeseables de esa religión erótica, obligan a repartir píldoras abortivas en las farmacias como si fueran chuches". ¡Será obseso!

Demagogia fácil y aranismo tardío

La Razón derrota -¡vaya sorpresa!- por el lado emotivo-demagógico. Aprovechando la concesión de un premio del periódico al actor con síndrome de Down Pablo Pineda, el editorialista suelta su bomba fétida: "Nadie podrá saber nunca cuántos pablos Pineda no llegaron a ver la luz porque sus progenitores se acogieron a una Ley del Aborto que estos días se está reformando para radicalizarla aún más".

Y como guinda descacharrante, la conversión tardía al aranismo de Justino Sinova, que desde El Mundo pide explicaciones al PNV por haber traicionado a su fundador: "Estoy seguro de que a Arana también le gustaría, pero me temo que no evitarían su frustración y su amargura. Nunca habría actuado como sus herederos". Cosas veredes.

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