La trama mediática

ABC se viene arriba

Toda la trama de hoy cabe en tres letras: ABC. Se nota que anda crecida la vetusta cabecera desde que el EGM -esa esotérica demoscopia- la sacó guapa en su última foto. Hasta su director, Ángel Expósito, fantasea con que es Pedro Jota en sus videosermones de la edición digital. En el último, grabado con ruido de copas en medio de una cuchipanda taurófila, sentaba titubeante cátedra sobre la iniciativa de prohibir las corridas que se discutirá en el Parlament de Catalunya. "Ese debate... ¿por qué no decirlo? Ese estúpido debate sobre la supresión de la fiesta de los toros en las plazas de Cataluña, de la comunidad autónoma de Cataluña...", comenzaba su nada convincente soflamilla. Entrado en calor -clink, clink, clink de fondo- daba el do de pecho: "En el fondo, el problema está en que se llama 'Fiesta Nacional' y eso es lo que les duele. ¡Seamos sinceros! ¡Eso es lo que les duele! Porque si se llamara de otra manera, seguramente no se habrían metido en ese berenjenal". Faena de aliño. Pidamos a la Presidencia que nos saque otro morlaco a la arena.

Pacíficos guerreros

Sale uno verde aceituna, con la testuz cubierta de medallas, como corresponde a su condición -¡cuádrense!- de vicealmirante. Su nombre es Javier Pery Paredes, autor probable de varias páginas gloriosas, y seguro de la Tercera de ABC de ayer, donde trató de convencernos de que entre Gandhi y el General MacArthur la única diferencia es el taparrabos: "La dignidad humana, los derechos fundamentales de las personas, el compromiso con el resto de las naciones, el respeto a nuestra historia y el reconocimiento de nuestros compatriotas merecen que se distinga dónde está la diferencia entre el belicoso señor de la guerra en cualquiera de sus formas -insurgente, talibán, pirata...- y el pacífico guerrero que es el militar". Algo no cuadra, mi vice.

Ocho días después de la agresión a Herman Tertsch, sus allegados siguen con el dedo suelto. Sin embargo, nadie retuerce tanto el tirabuzón como Ignacio Ruiz Quintano, que intentando sacar la cara a su amigo, le hizo, me temo, un flaco favor al dar aire a otra hipótesis sobre la paliza: "Lo de las copas explicaría la teoría progresista de que se cayó solo, y lo de los chaperos, la hipótesis más progresista todavía de que la víctima sería eso que en la izquierda tanto se alaba, pero que se detesta, pues la izquierdona -y esto también lo lleva en el encaste- es homófoba hasta el crimen".

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