La trama mediática

El pacifismo de Israel

Comprobado científicamente: el papel lo aguanta todo. Transcurridas veinticuatro horas, no se sabe de ningún ejemplar de ABC que se haya desintegrado o siquiera sufrido el menor deterioro a la altura de la tribuna que publicó ayer en el diario el embajador de Israel en España, Raphael Schutz. "Negativa palestina a una paz negociada", llevaba por encabezado la pieza, como si a estas alturas no nos supiéramos todos los cuentos sobre lobos embutidos en pieles síntéticas de cordero. O de victimarios que acusan a las víctimas de ir provocando. "El Gobierno de Israel ya ha demostrado, de palabra y por los hechos, su compromiso de promover la paz", escribía el diplomático del pelo rojo y la piel de cuarzo. En Gaza llovieron gominolas. Auuuuu, digo beeee. Y por si quieren saberlo, los de Hamás no me caen nada simpáticos.

Fundido a negro -más negro todavía- y primer plano de Luis María Anson, rascándose la coronilla con cuidado de que no se le mueva la funda del cacumen. Acaba de parir otra teoría brillante y se apresura a dejarla para la posteridad en las páginas de El Mundo. Difúndanla: "La España de centro derecha del 2000 se está transformando a golpe de inmigrantes y descendientes de exiliados en una España otra vez de centro izquierda.". ¿Algún plan para volver al santo y justo desequilibrio anterior? Mejor no nos lo diga.

La píldora nuclear

Si aún les entra por las entendederas un poquito más de demagogia en bruto, aquí la tienen. Firma el pretendido humorista de La Razón Borja Montoro, aunque en realidad habla por labios de una mujer (barrio de Salamanca o similar, diría yo) salida de sus generalmente anodinos lápices: "La venta sin receta de la píldora del día después causará mucho más daño que cualquier cementerio nuclear, pero no esperen ustedes un gran debate al respecto". Fíjate tú.

Termino con el anuncio por palabras que camufló Fernando Sánchez Dragó en su columna de El Mundo, probablemente para ahorrarse los euros de una inserción en la página de contactos. La cosa es que anda como loco buscando alojamiento en Olivenza para la Feria taurina de marzo. Si tienen casa por allá, tal vez puedan llegar a un apaño con él, y quién sabe si a algo más, porque, según da a entender, va con cuerpo de samba: "¿Anda por ahí alguien dispuesto (o, mejor aún, dispuesta) a darme una cama? Voy con mi mujer, pero no tengo nada contra los tríos. En las corridas suele haber una terna".

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