La trama mediática

¡Que vuelven los rojos!

Lo niegan y reniegan, pero sí tienen memoria. Ven unos puños en alto y una bandera republicana en una universidad, y se les ponen las canillas trémulas. Hasta Ignacio Camacho, que pasa por mingafría de la opinión, parecía en su columna de ABC un jefe de centuria local echando espumarajos -¡muera la inteligencia!- contra los revoltosos ilustrados. "La universidad española se ha convertido desde hace tiempo en refugio de radicales de toda condición, donde cualquier alboroto tiene asiento", bramaba indignado, antes de encasquetarnos su profecía: "El último objetivo de la izquierda radical, si es que va quedando alguna que no lo sea, es la demolición de la justicia como un obstáculo para su proyecto rupturista".

Con los tirantes convertidos en correajes, Pedro Jota iniciaba tal que así su video-monólogo cómico de la edición digital de El Mundo: "¡Menudo aquelarre, el del acto de apoyo a Garzón en la Universidad Complutense! Fue un retorno al guerracivilismo y a las asambleas de facultad del siglo pasado". Después de agotar los tópicos ultramontanos, concluía: "El dilema sigue siendo civilización o barbarie, y la barbarie ha mostrado otra vez su rostro más peligroso". Pero para entonces su gran imitación de Martínez el facha ya no hacía gracia, porque por medio había demostrado toda su bajeza con esta frase: "Sólo faltaba la aparición del pobre Pasqual Maragall para que aquello fuera la balsa del desvarío".

¡Dale, Federico!

En la versión de papel del periódico dirigido por el tipo que se ríe del Alzheimer, Federico Jiménez Losantos se caricaturizaba a sí mismo en una pieza titulada -¡jó, qué original!- "La cheka de ZP". ¿Su contenido? Las melonadas de siempre: "[El acto de apoyo a Garzón] es la expresión genuina del golpismo guerracivilista del Gobierno de ZP. Del mismo modo que la Checa de Fomento-Bellas Artes, la que más raptó, torturó, violó y asesinó en la Guerra Civil era simplemente el ministerio del Interior del Frente Popular, la Cheka -con ka de kale borroka, a lo Forges- de la Complutense, el mitin fundacional de la revolución soviética pendiente, es sólo la cara B de Rubalcaba y de ZP".

La Razón derrotaba por los mismos lindes y, buscando nota, retrataba en portada a tres parados con caretas del juez campeador. "Yo no tengo trabajo, Garzón sí", decía el pie, que añadía: "Muchos trabajadores denunciaron ayer en las colas del Inem la politización de los sindicatos". ¿Cuántos?

Más Noticias