La trama mediática

¡Todo es rojo!

Después de verter arrobas de tinta mezclando la velocidad de Iniesta con el tocino patriotero más rancio, La Gaceta vestía ayer su primera página de hormigón armado y titulaba: "Bochornosa utilización del Mundial". Y todo, porque los campeones pasaron, como marca el protocolo, por Moncloa, el lugar donde habita quien nos despertará de este sueño en rojo y gualda, según se desgañitaba el editorialista de la hoja ultramontana: "La chispa de unidad y patriotismo se irá apagando para encender la mecha del nacionalismo que envenena la convivencia de los españoles, y los partidos de izquierdas, liderados por Zapatero, atizarán el fuego de la división sacando a pasear su Memoria Histórica". ¿Bochornosa qué?

Gastando el mismo desparpajo marmóreo, La Razón se largaba un editorial titulado "El fútbol no es política". Ya, por eso en su primera la celebración del triunfo iba encabezada por el inocente lema "La fiesta nacional". Y por eso también la churrería demoscópica del periódico se había marcado un sondeo de mesa camilla que arrojaba este espectacular descubrimiento: "El 75,6% no cree que la victoria nos ayude a salir de la crisis". El dato servía, se lo juro, para llegar a esta conclusión en el mentado editorial: "Va cobrando fuerza la convicción de que Mariano Rajoy y el Partido Popular son la gran alternativa que este país necesita".

Dios es español, español, español

Parece imposible superar esa finta, pero el papel de la mancheta azul está en estado de gracia. Gracia divina, claro. Bajo el título, ya prometedor, "Dios premió a los suyos", un amanuense que se oculta bajo el alias El Submarino, dejó para las antologías lo que sigue: "Holanda pecó: optó por la violencia y el juego sucio. 'Bienaventurados los pacíficos', dice la Biblia. ¿Y España? Llegó orgullosa a África, perdió, y cuando se humilló, Dios la levantó y le concedió el triunfo".

Ni en Cope llegaron a tanto. A Alfonso Merlos, conductor de estío del programa matutino abandonado sin pena ni gloria por Nacho Villa, le preocupaba más el color de moda. "Hoy por todas partes se lee lo de pasión roja, y marea roja, y oleada roja, y pasacalles rojo. ¡Todo es rojo!", lamentaba. Como si quisiera calmarlo, el editorial de Libertad Digital proclamaba: "La explosión de alegría que vivió ayer la Ciudad Condal contrasta con el fiasco que supuso el pasado sábado la marcha contra el Tribunal Constitucional". La pieza se titulaba "Esto sí es una Nación". Amén.

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