La trama mediática

Aznar y los miniestados

Despechada por los tres días con sus tres noches que ha pasado Rajoy en brazos de Pedro Jota, La Razón encela al pontevedrés concediendo a José María Aznar honores de gran líder en primera. "Freno a los miniestados", da pábulo a todo trapo a la última ocurrencia del prohombre, que enuncia así: "Estado en riesgo. Aznar advierte de que España no puede competir con 17 comunidades que aspiran a ser miniestados". Lo sorprendente es que en lugar de dedicarle al asunto el gran editorial, le reserva sólo uno de los menores, con una frase de aliño: "La fórmula de las comunidades concebidas como miniestados ha fracasado y es hora de ponerle remedio".

Más generoso, ABC le dispensa mayor espacio laudatorio a la aznarada: "Se trata, en suma, de poner en práctica el modelo genuino que diseña la Constitución, ahora desvirtuado por abusos y concesiones oportunistas. Los buenos argumentos no deben ser contestados con descalificaciones". Cual si el autor de las tales descalificaciones hubiera sido el propio Mariano, Guillermo Dupuy le abofetea así en Libertad Digital: "Aunque Rajoy pretenda dar lecciones de sensatez y de responsabilidad, aquí el insensato y el irresponsable es quien, como él, hace el avestruz ante la insostenibilidad del actual modelo autonómico".

El valor del voto

En la primera de La Gaceta, ni rastro del asunto. El esquelista Carlos Dávila tiene otras aflicciones. En realidad, las de siempre: "Ni una clase de los que atacan la vida, de los que quisieran ver al Rey en Cartagena o de los que han apostado por la ruptura de España. Ni una clase". No, claro, mejor las lecciones magistrales desde el extremo diestro, como la que nos coloca en La Razón César Vidal: "En febrero de 1936, tras un pucherazo electoral, la izquierda regresó al poder e inició la revolución. En julio, se produjo un alzamiento contrarrevolucionario que, al fracasar, se convirtió en guerra civil. Ésa es la realidad histórica".

Para terminar de helarles la sangre, la última de Salvador Sostres en El Mundo: "Todo el mundo tiene derecho a voto, pero el valor de este voto tiene que estar ponderado por la aportación que el individuo hace al Estado (declaración de la renta). Es justo y proporcional que quien más aporta más decida; y sería muy beneficioso que aquéllos que más éxito han tenido pudieran iluminarnos, y que su opinión fuera mucho más importante que la de los que siempre han fracasado". Efluvios del ácido úrico.

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