La trama mediática

Ilegales y punto

Otra vez vestida con túnica estampada de estrellitas y medias lunas, La Razón lee los posos del café. "El Gobierno confía en una tregua 'irreversible' antes del 22-M", voceaba ayer en la misma portada en que hace dos meses y pico la pifió profetizando un comunicado de ETA que ni llegó en la fecha señalada ni se pareció remotamente al anunciado en las páginas azules. Previendo otro fiasco, esta vez el editorialista jugaba con baraja doble: "Sería muy grave que los demócratas se prestaran de alguna forma al juego de ETA. Como temen las víctimas del terrorismo, no se puede descartar que sectores del PSOE defiendan la opción de permitir esa presencia en las urnas. Queremos pensar, no obstante, que el Gobierno se mantendrá firme en la defensa de la legalidad y que no se prestará a contubernio alguno".

Más práctico, El Mundo se hacía un capirote con la Ley de Partidos y sentenciaba en un editorial: "La nueva marca proetarra debe ser anulada". Por si los artificieros judiciales no encontraran por dónde desactivar el artefacto legal, el autor del texto se lo ponía en bandeja: "Debiera bastar para anular la candidatura proetarra el que la vayan a presentar Rufino Etxeberria e Iñigo Iruin. Si el lobo ni se disfraza de cordero, el Gobierno mucho menos puede ceder un ápice en la firmeza". Metido a perito de fantasía, Federico Jiménez Losantos viene con los argumentos definitivos, recién sacados de su sobaquera: "Que el Gobierno y el PSOE quieren ver a ETA en las elecciones municipales lo requeteprueba el recrudecimiento de la campaña contra Alcaraz y las víctimas del terrorismo que se niegan a tragar faisanes como el que hoy servirán casi todos los medios, más serviles aún que en la tregua-trampa de ayer... y hoy".

También el PP

Por ahí va también la argumentación o similar del editorialista de Libertad Digital. La gloriosa novedad es que mete en el ajo a tres cuartos del PP: "Tras dar la espalda a las víctimas, simplemente no podemos tener la convicción de que nuestros representantes públicos, incluyendo a la actual dirección del PP, no van a anteponer el ventajismo político de rendirse ante la ETA y ante el nacionalismo a la prevalencia del Estado de Derecho".

De llamativo perfil en este asunto, ABC se contentaba con una frase de repertorio en un un minieditorial: "El Gobierno debe ser implacable en la lucha contra ETA y sus secuaces disfrazados de brazo político". Estarán tomando carrerilla.

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