La trama mediática

Docentes indecentes

¿Una huelga contra Doña Esperanza? Hasta ahí podíamos llegar. Fuego al uno desde Libertad Digital: "Ya podrán los huelguistas llenarse la boca con proclamas como la de la 'escuela pública de todos, para todos', pero lo que están defendiendo, en realidad, son ilegítimos e insostenibles intereses particulares espoleados por el interés electoral de la izquierda política". Y como en este examen sí vale copiar, el editorialista de La Razón repica: "Los sindicatos de la enseñanza prestaron ayer un flaco favor a los estudiantes, sus familias y al propio sistema escolar. Lo relevante de la jornada de ayer es la instrumentalización política de la escuela pública por parte de la izquierda".

No me digan que aún no han aprendido la lección. Tercera versión de lo mismo, a cargo del opinatero mayor de Cope: "Es una huelga de naturaleza política cuyo objetivo primordial es el desgate de aquellos gobiernos de las Comunidades Autónomas del PP que se han atrevido a aumentar las horas de clase y reducir los interinos".

Desde la primera fila, el alumno aplicado Salvador Sostres pide leer en voz alta la redacción sobre los rebeldes de la pizarra que ha escrito en su blog de El Mundo. Un enfoque muy original: "¿Quién tiene más derecho a hacer huelga: los profesores porque se les haga trabajar una hora más, o la consejera de Educación de la Comunidad por lo poco y mal que muchos de ellos han trabajado hasta ahora?" Liberen a Figar del rincón de pensar, malandrines docentes.

¡Pero si no hubo huelga!

Y lo peor, se mesa el editorialista de ABC el imaginario bigotillo, es el mal ejemplo a las criaturas: "Desde un punto de vista ético, resulta muy negativo el mensaje que reciben los jóvenes en plena crisis económica por parte de quienes tienen el deber no solo de transmitir conocimientos, sino también de ofrecer un ejemplo de convivencia democrática". Lo despistante es que, según faroleaba el vetusto diario en primera, la protesta no existió. "La huelga no paraliza la enseñanza", decía, aportando como prueba una melosa imagen de la reina Sofía haciendo cucamonas a una alumna.

En La Gaceta, doble ración del "todo va bien, señora lideresa". "El 15-M de la Educación no logra paralizar las aulas de secundaria", anotaba un plumilla y martilleaba a vuelta de página: "Los sindicatos fracasan en su intento de sembrar caos en las aulas". ¿A qué viene montar tanta bulla entonces?

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