La trama mediática

Hasta otra, José Luis

Carpetovetonia a ritmo de jota. "Y allá va la despedidaaa", entonaban las plumas de choque. Cada una, a su estilo claro. "¡Por fin!", se albriciaba el editorialista de La Gaceta antes de soltar unas coplillas mil veces entonadas: "Siete años perdidos, siete años desastrosos protagonizados por un personaje que nunca debió llegar al poder". El opinatero mayor de ABC no daba para mucho más. "Se acabó", titulaba una pieza con olor a refrito: "La mayoría nunca absoluta del PSOE, con el respaldo nacionalista, forzó el apoyo del Congreso a la negociación con ETA, aun antes de que la banda declarase la tregua de 2006. Y dio su visto bueno al Estatuto de Cataluña, aquel fraude de ley y de Constitución con el que el PSOE y los nacionalistas querían cambiar el modelo autonómico por otro confederal".

No esperen que Cefas, tenaz tapa-blancos de La Razón, eleve mucho el listón al enumerar las desgracias causadas por el leonés en retirada: "ETA y sus colaboradores estaban fuera de las instituciones y ahora Bildu controla una diputación foral y numerosos ayuntamientos. Los amigos de los terroristas tienen la sensación de que han ganado". ¿A que nunca lo habían oído ni leído? Claro, y también les sonará a novedad la monserga que suelta, pañuelo en mano, el editorialista de Libertad Digital: "Su objetivo nunca fue mejorar nuestro bienestar y calidad de vida, sino llevar adelante un profundo proceso de cambio en la sociedad española, socavando lo que en ella quedara de valores tradicionales para sustituirlos por los progresistas". Zeta, zeta, zeta... pé.

Tardá, homínido

Un gramo más original, Carlos Herrera llora en ABC no por el futuro supervisor de nubes sino por el peluche que acompaña sus pesadillas de pulpo en garaje catalán: "¿Qué haremos muchos comentaristas sin un cretino del tamaño de Joan Tardá? El diputado de ERC tiene pocas probabilidades de repetir y eso me tiene desconsolado. Un homínido político de sus características siempre es necesario para establecer el límite que separa la estulticia de la pura idiocia". ¿No le vale un espejo para eso?

Consuélese el vendedor de palabras y productos de jamones con el sermón del editorialista de Cope. "Donde hay Dios, allí hay futuro", comienza, y sigue así: "La luz que viene de Dios nos ayuda a vivir, y esa luz se proyecta espléndida, a través de hombres y mujeres que lo acogen y lo siguen". Jopé.

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