La trama mediática

¡Viva el Gobierno social!

Como en Amanece que no es poco, los palmeros jalean a De Guindos diciéndole que todos somos contingentes pero él es necesario. A la cabeza de los lamezapatos, el portadista de La Razón que brama a pleno pulmón: "El Gobierno frena los desahucios a los parados". No se desmayen aún, que les queda un editorial encabezado así: "Una política social de verdad". Lástima, que en la letra pequeña se descubra el pastelón: "Hablamos, en todo caso, de soluciones excepcionales y no obligatorias en una coyuntura de extraordinaria adversidad". O sea, humo.

Luego, claro, los troleros son los otros. "Las mentiras de Valencia", chafardea en primera en ABC, en probable autohomenaje a aquel "Las mentiras de Guernica" de 1937. En idéntica línea, La Gaceta anuncia: "Exclusiva: el atestado policial revela la violencia verbal y física de los manifestantes". Y para demostrar que la zurra a la chavalada fue justa y necesaria, entrecomilla la tremebunda provocación: "Qué vergüenza ser policías, hijos de p..., asesinos, maderos de mierda". Es que los uniformados no son de piedra, hombre.

Rajoy, ¡a la calle!

Desde El Mundo, Luis María Anson propone una respuesta proporcional. Por lo menos, esta vez no consiste en repartir estopa: "Tras la victoria en las urnas, Rajoy puede vencer también en la calle. ¿Qué pasaría, en fin, si el Partido Popular responde al desafío de Toxo y Méndez y convoca una jornada de manifestaciones contra los abusos de los sindicatos?". Claro que sí. En la Plaza de Oriente, a poder ser.

Al quite, en las mismas páginas pedrojotianas, Arcadi Espada recuerda sin nombrarlo a Goebbels. O tal vez a Fraga, quién sabe: "En estas circunstancias españolas, Interior es, sobre todo, el Ministerio de Comunicación y necesita más que porras eléctricas, electrónicas". Es la propaganda, estúpido. César Vidal ha captado perfectamente la idea y la pone en práctica en La Razón: "Sabemos que hay profesores de alguna institución docente de Valencia que ofrecen aprobados a los alumnos que en lugar de ir a clase se dediquen a manifestarse contra el Gobierno del PP".

Hay que reclutar maestros "de los otros" para que enseñen lo correcto a las criaturas. Del manual se encarga la columnera de Libertad Digital Cristina Losada: "Dado el nivel, puede que baste con escribir en la pizarra dos sencillos enunciados: la ley existe y los porrazos hacen pupa". Cópienlo mil veces.

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