La Universidad del Barrio

De cerezas y libertarios, por Carolina Espinoza Cartes

Al director Juan Felipe le gusta poner el dedo en la llaga. Armado de una cámara y un micro, en 2011 se atrevió a contar la historia de Indomables , el movimiento libertario contado a través de las protagonistas de la historia. Ahora reaparece con El tiempo de las cerezas, un documental que aborda otra arista de la transición, desde una óptica libertaria. En 67 minutos destripa el movimiento libertario, preguntándose por las condiciones de su auge entre 1977 y 1979 y el porqué de su caída. El documental podrá verse el 16 de febrero a las 19 horas en los Martes Ciudadanos del Teatro del Barrio.

 

Juan, ¿qué te impulsa a contar esta historia?

 

El tiempo de las cerezas nace de la necesidad de aclarar conceptos muy confusos en el movimiento libertario. Pienso que no se tiene muy claro por qué el movimiento libertario hoy por hoy está donde está, con tan poca incidencia social, y esto es por algo. No se puede echar la culpa solo a los aparatos del Estado, sino también a nuestra propia impericia como anarcosindicalistas. Intento averiguar, desde dentro, qué ocurre en el movimiento libertario para que pase de ser un movimiento arrollador y de masas a la casi marginalidad en apenas dos años (1977-79). Esto porque en mi análisis y en mi propia evolución personal llego a la conclusión de que hay que pisar el presente mirando al futuro de frente, y al pasado por el retrovisor.

 

¿Cómo fue el proceso creativo de la película? ¿De qué idea partes?

 Tenía más o menos un esquema mental de qué quería contar, aunque me suelo dejar llevar bastante por las propias historias. Pero, poco a poco, comencé a darme cuenta de que el documental tenía básicamente que romper con dos conceptos erróneos sobre el movimiento libertario, que a lo largo del documental fueron quedando claros. El primer concepto erróneo fue pensar que el movimiento libertario estaba anclado exclusivamente en el anarcosindicalismo y sus siglas. Durante años hemos pensado que esto era el centro y la periferia del movimiento libertario, y resulta que investigando para el documental, y a través de los testimonios que voy recogiendo, me doy cuenta que no, que hay vida libertaria más allá del anarcosindicalismo. El otro concepto erróneo es que nunca creí que la participación o no en las elecciones sindicales fuese un elemento tan decisivo como para romper una organización. Y menos una ruptura que aún hoy perdura y produce tantos resquemores. Siempre he pensado que las luchas intestinas eran más de familias que de estrategias. Desde la derrota del 39, las luchas intestinas en el exilio del movimiento libertario (CNT-FAI-FIJL) fueron demoledoras.

 

¿Colaboraron todos?

En la medida en que comienzo a contactar con gente, unos quieren hablar y otros no. Aquí se produce un fenómeno muy curioso entre las mujeres que sienten que su participación no es clave y prefieren no salir en el documental; y por otro lado, están las personas que siguen con los resquemores. Yo quería tener pluralidad en las entrevistas y por eso hay 18 testimonios. Pero en el mundo libertario tener 18 entrevistados es tener 18 opiniones. No necesariamente contrapuestas, ya que si uno te dice que es blanco, el otro te dice que es redondo.

 

El tiempo de las cerezas.1977-1979 Eclosión libertaria (Trailer) from Malatesta on Vimeo.

 

Otros libertarios

 En este proceso de redescubrimiento en las causas de la extinción de esa eclosión libertaria te encuentras con otros libertarios...

Claro, es que existía vida "más allá" del anarcosindicalismo (ríe). Cuando conocí por ejemplo a Pepe Ribas, me di cuenta de la importancia de las Jornadas Libertarias del parque Güell en Barcelona en julio de 1977. Allí se produce realmente una eclosión del movimiento libertario que está apoyado por un montón de gente que quiere cambiar la sociedad desde una óptica anarquista y libertaria y que son más bien herederos de Mayo del 68: los feminismos, ecologismos, luchas en defensa de las drogas ilegales, liberación sexual, etc. Todo eso confluye allí con una intención clara: vamos a crear la nueva CNT que signifique el eje transformador de esta sociedad que no nos gusta. Pero finalmente no hay una comunión y ahí se rompe todo. Pasa un tiempo y es en el V Congreso de la CNT cuando todo se va al carajo. Esta falta de comunión se ve también en la grabación de los debates del Saló Diana (1977)) donde ya se evitaba el debate. El anarcosindicalismo no quiso abordar aquel presente. Todo giraba en torno a un pasado glorioso.

 

FOTOGRAFIA 1-JORNADAS LIBERTARIAS Fuente: Archivo Ajoblanco

¿Fue el Caso Scala el tiro de gracia al movimiento libertario?

Tiene varias lecturas, pero sin duda, es el sombrero que se le pone el movimiento libertario antes de llevarlo al patíbulo. El Caso Scala y la demonización que se hace del movimiento libertario daría para un documental aparte. A nadie se le olvida que las cuatro personas muertas en el incendio de la discoteque Scala de Barcelona eran precisamente de la CNT, pero además, yo agregaría lo mal que se gestionó esta situación que acabó finalmente con la muerte del movimiento. Faltó reacción, como en todo: mientras se estaba discutiendo que si la lucha armada o no, los sindicatos se estaban vaciando. Aunque también tengo que decir que tras la muerte de Franco los sindicatos se llenaron de una manera artificial con mucha gente que no entendía la estructura y las luchas y que pensaba que solo por tener un carné y pagar las cuotas ya era sindicalista.

 

FOTOGRAFÍA 2-CARTEL DE LA PELICULAFuente: Juan Felipe

 

¿Cómo ha sido acogido el documental por las personas que vivieron la época?

Ha habido de todo, en la gente joven ha caído muy bien porque entienden que todas estas luchas actuales tienen un porqué y una herencia. Ahora entienden cosas, procesos. Entre la gente que vivió los acontecimientos hay muchos que lo agradecen y lo viven con cierta emoción, como un señor en Valencia que tras el documental dijo "por fin puedo contar mi versión del V Congreso porque no me han dejado en veinte años"

¿Qué significa ser libertario hoy?

Es complicado porque vivimos un mundo que nos aprieta con otras armas distintas a las que nos amenazaban en el pasado. Es una filosofía, una forma de entender la vida en la que no necesitas que te digan cuál es tu papel. Por otra parte, en el día a día hay que aceptar que nos gustan las comodidades; entonces yo diría que más difícil que ser libertario hoy en día es ser coherente.

 

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