La Universidad del Barrio

El fin de semana en que revivió la poesía en Madrid

Para muchos, la poesía nunca se ha ido de sus calles, pero contar con un evento al aire libre como POETAS que reunió música en vivo, lecturas poéticas, encuentros editoriales y una feria de editoriales independientes fue todo un lujo. Conversamos con uno de sus organizadores, el poeta Peru Saizprez de una primera edición que tuvo miradas poéticas tan distintas como las de Quico Cadaval, Sophie Hunger, Talata Rodríguez o Los Gandules y que tuvo que luchar contra adversidades metereológicas y la pasión futbolera.

¿Cómo ha ido esta primera edición de POETAS?

Ha ido muy bien, luchando contra todas las adversidades: fútbol, tempestades, mil cosas que sucedieron en estos dos días que estuvimos en Matadero, pero creo que resultó bastante bien y creo que reaccionamos bastante rápido, cambiando las cosas y adaptándonos a todo. Esta es una primera vez que lo hacemos al aire libre y durante todo el día.

¿Qué tiene POETAS de su evento heredero "Poetas x km2"?

Los diez años de Poetas x km2 fueron un aprendizaje, pero también diez años de desgaste. Cuando hicimos el último en Conde Duque en 2014, nos paramos a pensar y a ver cómo podíamos reinventar el festival. Incluso en algún momento nos cuestionamos si seguíamos o no porque esto requiere mucho esfuerzo. Trabajas muchos meses y el apoyo económico es muy pequeño, por lo que tienes que moverte mucho. Al final decidimos hacerlo de otra manera, que pudiéramos pagar mejora los artistas, a los que intervienen en todo el proceso, y también cambiar el concepto, abrirlo un poco más a todos los público. Que no sea siempre algo nocturno como se espera de la poesía, sino que sea algo abierto, que empiece desde temprano, las lecturas poéticas pueden ser de día ¿por qué no? Aquí se trataba de abrir el público, que los niños comiencen a tener tus primeros contactos con la poesía, a tener ese contacto. Nos fuimos a lo básico que era Poetas, le quitamos los kilómetros recorridos y partimos de cero y la experiencia ha sido buena.

¿Cómo ha afectado la crisis a iniciativas poéticas como ésta?

Bueno, la crisis ha mermado algunas experiencias de editoriales, encuentros o iniciativas que antes contaban con más apoyo. Hasta el momento de la crisis, habían surgido un montón de publicaciones, festivales, con apoyo. Eso no se he perdido del todo pero los apoyos han bajado considerablemente. Como la gente ya estaba funcionando, siguieron adelante, y han seguido – seguimos- como podemos. Han bajado el ritmo pero no lo han cortado y si los tiempos mejoran, poco a poco y con mucho esfuerzo, podríamos mejorar este panorama.

¿Lee más poesía la gente en tiempos de crisis?

No creo que tenga que leerse más en tiempos de crisis, no me tomo la poesía como un remedio sino como un divertimento y es precisamente eso lo que quisimos plasmar en Poetas, que la gente le quite ese halo de seriedad a la poesía y que sea más divertimento, que la disfrute en todas sus expresiones, con o sin crisis. Es un deleite.

Habéis incorporado la música y conciertos bastante en esta edición. ¿Cómo reacciona la gente que se dedica a la música cuando les invitan a un festival de poesía?

Están encantados, pero poesía y música son ramas de una misma emoción. Creo que poetas y músicos tienen mucho en común y quizá a veces solo haya que recordárselo. Todo contiene poesía, la poesía no contiene en particular, danza ni contiene pintura, diseño, fotografía, son distintas maneras de expresar sentimientos, hasta el atletismo tiene poesía, entonces eso es lo que quisimos hacer, que la gente considere que no hay diferencias, solo cambia la forma. Lo que nos gusta a la hora de la música es mezclar públicos, hay muchos grupos que hemos traído y que son a la vez muy eclécticos, como Best Boy o Seward que tienen un público que les sigue. Eso es una realidad pero si de repente el público que sigue a uno de ellos, se queda o si mientras está esperando que toque uno, se queda al concierto de otro, como nos pasó con los conciertos de Malevaje y de Sophie Hunger y descubren a ese otro, o si entre concierto y concierto hay una lectura poética y el público se queda a oírla, creo que hemos cumplido mucho más que un objetivo. O chavales jóvenes que por primera vez conocían a Alberto García-Alix a través de la proyección del vídeo "De dónde no se vuelve" que exhibimos durante todo el festival. Y eso gusta mucho. Esa es nuestra intención y nuestra misión, que se mezcle un poco el público y que la gente des-etiquete los tópicos de la poesía.

¿Cómo habéis descubierto a poetas jóvenes como Wingston González de Guatemala, la misma Carmen Camacho de Sevilla, o la argentina Talata Rodríguez?

Nuestra forma de programar es muy variada, pero lo que hacemos al principio es compartir experiencias de lo que ha descubierto en el mundo, todos aportamos y hacemos un listado como la Carta a los Reyes, y luego vamos viendo quien puede venir o quien no, quien puede enrollarse y cobrarnos un caché más asequible a nuestra producción, cosa que se agradece mucho porque sino no podríamos traer a nadie. Las embajadas también se enrollan mucho ayudándonos a traer a determinados artistas a venir hasta aquí, en especial desde Latinoamérica y eso es una pasada. En el caso de los poetas jóvenes, quisimos que esta generación que en muchos casos no llega ni a los 30 años, se mezclara con otras generaciones que quizá también les gusta lo mismo tienen los mismos referentes, pero aportan nuevas miradas y sobre todo, lo comunican de manera distinta. Tienen canales distintos. Ahora si es verdad que esos poetas jóvenes por ejemplo, los podemos escuchar en Youtube o seguirlos en Twitter, así han forjado su público, pero la posibilidad del directo, de oírlos en vivo, eso es impagable, y esa es nuestra apuesta.

 

Carolina Espinoza Cartes

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