Versión Libre

La farsa del PP para justificar el tijeretazo

Sólo desde una concepción arrogante del poder se puede explicar el descaro que está exhibiendo el PP en sus primeros días de Gobierno. Ayer, en el pleno del Congreso que debatía el paquete de ajustes aprobado por el Ejecutivo el 30 de diciembre, el ministro Cristóbal Montoro justificó ese tijeretazo y los venideros en que la herencia económica recibida de los socialistas era peor de lo previsto. La supuesta sorpresa que intenta mostrar el Gobierno es una farsa. Ya en la convención del PP de octubre de 2011, el entorno económico de Rajoy cifraba en unos 40.000 millones de euros el déficit con que cerraría el ejercicio. Sin embargo, los conservadores presentaron un programa electoral que no reflejaba esas estimaciones, por la sencilla razón de que ello los hubiera obligado a anunciar medidas impopulares antes de los comicios; así que se guardaron esa carta para, una vez en la Moncloa, justificar cualquier medida en nombre del legado de Zapatero. El equipo de Rajoy tenía datos más que sobrados para saber que el déficit iba a ser mayor de lo esperado, entre otras cosas porque la mayor parte de ese desfase procede de las comunidades autónomas, casi todas gobernadas por el PP desde mayo. Más aún: algunas de las comunidades más deficitarias (Murcia, País Valencià) eran gobernadas desde hacía muchos años por los conservadores. Es cierto que el anterior Gobierno dejó una situación económica muy sombría, entre otras cosas –y esto hay que recordarlo una y otra vez– por la enorme fragilidad que ha evidenciado ante la crisis el modelo productivo español alentado por sucesivos gobiernos del PSOE y el PP. Las críticas a Zapatero son legítimas, sin duda. Pero sin trampas.

Más Noticias