en Público – Voces del mediterráneo https://blogs.publico.es/voces-del-mediterraneo Tue, 31 Jul 2018 07:21:09 +0000 es hourly 1 https://wordpress.org/?v=6.4.3 Navegando por el derecho a un futuro justo para #Palestina https://blogs.publico.es/voces-del-mediterraneo/2018/07/31/navegando-por-el-derecho-a-un-futuro-justo-para-palestina/ https://blogs.publico.es/voces-del-mediterraneo/2018/07/31/navegando-por-el-derecho-a-un-futuro-justo-para-palestina/#respond Tue, 31 Jul 2018 06:01:23 +0000 http://blogs.publico.es/voces-del-mediterraneo/?p=263 Continuar leyendo "Navegando por el derecho a un futuro justo para #Palestina"]]> Diego Checa Hidalgo es Doctor en Historia Contemporánea por la Universidad de Granada.

El pasado 29 de julio de 2018, una nueva Flotilla de la Libertad ha tratado de romper el bloqueo con el que Israel encierra Gaza desde junio de 2007. Cuatro barcos que zarparon desde puertos del norte de Europa el 30 de abril, Día de la Tierra palestina, para afirmar el derecho de la población palestina a la libertad de circulación y su derecho a un futuro justo, mostrando la solidaridad de una amplia parte de la sociedad civil internacional con los habitantes de Gaza. Desde el año 2008, 35 barcos han desafiado el bloqueo marítimo impuesto por Israel a lo largo de 16 intentos, aunque solamente 3 embarcaciones lograron llegar a la Franja de Gaza.

Estas acciones de la sociedad civil, que en repetidas ocasiones han tratado de romper el bloqueo de Gaza, pueden ser denominadas como intervenciones internacionales marítimas noviolentas. Unas intervenciones cuyo objetivo no consiste solamente en la ruptura del bloqueo para la distribución de ayuda humanitaria entre la población gazatí o para permitir el acceso a la zona de observadores internacionales, sino que pretenden visibilizar las problemáticas generadas por las políticas coloniales de Israel en la Franja. Así, las intervenciones internacionales marítimas noviolentas intentan ampliar el espacio político y mediático disponible para los activistas de la sociedad civil que luchan por los derechos de la población palestina, tanto dentro como fuera de los territorios ocupados.

Estas intervenciones son un ejemplo más de la amplia gama de herramientas de resistencia noviolenta que utilizan tanto la población palestina como activistas israelíes e internacionales para luchar contra la colonización de Palestina. Una resistencia cotidiana que toma la forma de sumud y se manifiesta en los pueblos y en los campamentos de refugiados palestinos. Así, como muestra, podemos recordar Al-Araqib y la lucha de sus habitantes por permanecer en el Negev y evitar el desplazamiento forzoso reconstruyendo decenas de veces su pueblo tras las demoliciones israelíes; la constante y creativa resistencia de pueblos como Nabi Saleh y Bil´in ante la construcción del Muro y la expansión de las colonias en Cisjordania; el trabajo de la población de barrios como Silwan que enfrentan los intentos israelíes por profundizar la colonización de los barrios palestinos de Jerusalén; el creciente movimiento internacional de Boicot, Desinversiones y Sanciones contra las políticas israelíes que violan el derecho internacional y discriminan a la población palestina; o la más reciente Gran Marcha del Retorno en Gaza que reivindica el derecho al retorno de la población refugiada palestina a los lugares de los que fueron expulsados a partir de 1948.

La población palestina sigue resistiendo la colonización y la sociedad civil internacional, con iniciativas como la Flotilla de la Libertad, continúan apoyando su resistencia y su lucha por el derecho a un futuro justo para Palestina.

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El viejo rostro del apartheid: el lobby israelí en España https://blogs.publico.es/voces-del-mediterraneo/2018/07/15/el-viejo-rostro-del-apartheid-el-lobby-israeli-en-espana/ https://blogs.publico.es/voces-del-mediterraneo/2018/07/15/el-viejo-rostro-del-apartheid-el-lobby-israeli-en-espana/#respond Sun, 15 Jul 2018 19:21:10 +0000 http://blogs.publico.es/voces-del-mediterraneo/?p=255 Continuar leyendo "El viejo rostro del apartheid: el lobby israelí en España"]]> Poca gente sabe que Nelson Mandela, considerado un referente mundial de la lucha contra el racismo desde los años sesenta, estuvo incluido en la lista de presuntos terroristas de Estados Unidos hasta el año 2008. Fue excluido de ella por una iniciativa del senador John Kerry, que pretendía así ayudar a "borrar por fin la enorme vergüenza de haber deshonrado a este gran líder al haberle incluido en la lista de terroristas de nuestro Gobierno". La calculada diplomacia de las palabras de Kerry escondían una vergüenza aún mayor, una realidad a la que era mejor no aludir: las grandes potencias del autodenominado "mundo libre" habían estado apoyando durante más de seis décadas al brutal régimen racista sudafricano. Desde mitad del siglo XX, el apoyo a la Sudáfrica del apartheid sirvió a diversos intereses geoestratégicos de los países occidentales en África.

A partir de los años sesenta, parte de la sociedad civil occidental comenzó a responder a la llamada de la población negra sudafricana a boicotear al gobierno que le oprimía. Activistas y políticos como Peter Hain o Jeremy Corbyn iniciaron acciones directas no violentas que pusieron el foco sobre una injusticia que hasta entonces había sido aceptada, ignorada en el mejor de los casos, por la prensa y la opinión pública occidental. La respuesta de los gobiernos que apoyaban a la Sudáfrica racista fue la esperada: detenciones y acciones judiciales contra el activismo antirracista. El gobierno sudafricano contaba además con un poderoso lobby en Europa que difundía propaganda contra el Congreso Nacional Sudafricano, el partido de Mandela, acusándolo de terrorismo e incluso de racismo; tratando, en definitiva, de hacer pasar a las víctimas por agresores. Este lobby estaba en perfecta conexión con políticos conservadores y gobiernos de muchos países europeos.

La criminalización de quienes se oponían al apartheid pretendía crear un ambiente de miedo que tuvo éxito durante mucho tiempo. Solo la perseverancia de la sociedad civil en su lucha contra el racismo logró, tras décadas de lucha, aislar internacionalmente al gobierno sudafricano y obligarle a abolir el apartheid. El argumentario contra el boicot al apartheid era muy sencillo: el activismo antirracista era "en realidad" una forma de racismo "antiblanco", un apoyo al "terrorismo negro" y al comunismo, el gran enemigo de Occidente en plena guerra Fría.

Hoy en día, semejante argumentario repugna a cualquier persona con un mínimo de conocimiento histórico y de conciencia ética; en aquel momento, aquella lógica funcionó. Hoy, la historia se repite. El "mundo libre", nuestros gobiernos occidentales, apoyan en pleno siglo XXI al régimen de apartheid de Israel.

El apartheid israelí

Israel fue fundado sobre una limpieza étnica masiva de la población palestina nativa en 1947-48. Más de 400 pueblos y ciudades palestinas fueron borradas del mapa. El 80% de la población palestina fue masacrada o expulsada de sus casas a punta de fusil. En 1967, Israel conquistó el resto del territorio de la Palestina histórica (Cisjordania y  Gaza), y comenzó inmediatamente a colonizar los nuevos territorios conquistados mediante la transferencia de población civil judía israelí, un hecho prohibido por la IV Convención de Ginebra, desplazando de nuevo por la fuerza a la población palestina. Hoy hay más de cinco millones de palestinos, repartidos principalmente en Cisjordania, Gaza, Siria, Líbano y Jordania, viviendo en campos de refugiados.

En Gaza, más de dos millones de personas viven bajo el bloqueo israelí en condiciones infrahumanas, en la mayor cárcel al aire libre del mundo. Los palestinos de Cisjordania viven encerrados en pequeñas zonas aisladas entre sí, al modo de los bantustanes sudafricanos, sometidos a la jurisdicción militar israelí. Sus "vecinos" israelíes, los colonos ilegales, gozan como ciudadanos de pleno derecho de la jurisdicción civil israelí. En muchas zonas de Cisjordania, los palestinos no pueden usar las mismas calles, las mismas carreteras o los mismos medios de transporte que los colonos israelíes. Un mismo territorio, distintas leyes según la procedencia étnica, cultural o religiosa.

Los palestinos han ganado muchas batallas diplomáticas en las instituciones del derecho internacional: las resoluciones 194 y 242 de las Naciones Unidas reconocen el derecho de retorno de todos los refugiados palestinos y exige a Israel la retirada de los Territorios Ocupados. Hay, de hecho, más de 100 resoluciones la ONU condenando a Israel por su trato a los palestinos. Israel no ha cumplido ninguna.

De momento, las victorias diplomáticas palestinas no han servido de nada en la práctica. Como sucedió con la Sudáfrica racista, la práctica totalidad de los países occidentales, incluyendo a España, tiene acuerdos comerciales preferentes con Israel y un suculento negocio de compraventa de armas con ese país. Los palestinos son, en 2018, los negros sudafricanos del siglo XX. Como entonces, existe un llamamiento de la sociedad civil palestina al boicotear de forma pacífica a Israel para acabar con el régimen de apartheid: el movimiento internacional no violento de Boicot, Desinversiones y Sanciones a Israel (BDS). Como entonces, miles de ciudadanos occidentales, incluyendo a numerosas asociaciones judías, han respondido a esa llamada. Y como entonces, existe un lobby israelí que trata de criminalizar al Pueblo Palestino y a los activistas por los Derechos Humanos del BDS. Ese lobby, en España, tiene siglas, nombres y apellidos.

El lobby de Israel en España

La Federación de Comunidades Judías de España (FCJE), asociación que se arroga la representación oficial de los judíos en España, ignora la existencia de  asociaciones judías que, como IJAN o Junts, nos oponemos frontalmente a las políticas racistas de Israel. Su presidente, Isaac Querub, tildó de defensiva la masacre de Gaza de 2014, en la que la aviación  israelí arrasó barriadas enteras y bombardeó deliberadamente hospitales y escuelas de la ONU habilitadas como refugios. Más de 2000 palestinos murieron bajo las bombas y los escombros, la mayoría civiles, entre ellos más de 500 niños.

Incansable  portavoz del mensaje de que el movimiento BDS es racista (antisemita), es Querub quien se posiciona a favor de prácticas racistas de Israel: hace solo tres meses declaró que Jerusalén es la capital de Israel porque así lo ha votado el parlamento israelí, y porque aparece mencionada 800 veces en la Torah. La legislación israelí y los textos sagrados judíos de hace 3000 años parecen ser más relevantes para Querub que la legislación internacional vigente, que considera ilegal la ocupación y la colonización israelí de Cisjordania y  de la parte palestina de Jerusalén.

La misión declarada de la asociación Acción y Comunicación sobre Oriente Medio (ACOM) es "reforzar la relación entre España e Israel a través del trabajo conjunto con el gobierno, los partidos políticos y la sociedad civil". Constituye la línea dura más visible del lobby de Israel en España justificando las políticas racistas de ocupación y colonización israelíes. De hecho, para ACOM ni siquiera existe la ocupación; los Territorios Ocupados Palestinos son "territorios en disputa". Llegan a poner en duda la propia existencia de la identidad palestina basándose en que "ni una sola tribu palestina identifica sus raíces en Canaán". De nuevo, la mitología bíblica prevalece sobre la legislación internacional y sobre la realidad de que la mayoría de israelíes proviene de países como EEUU, Polonia, Rusia, Francia, Argentina o España. ACOM se sitúa así en la línea del gobierno supremacista israelí: mientras cualquier judío sionista tiene derecho a emigrar a Israel o a instalarse como colono ilegal en los Territorios Ocupados, la población palestina desplazada a la fuerza de la tierra en la que ha vivido durante decenas de generaciones son "árabes" que nacieron en el lugar equivocado.

Su estrategia de comunicación es particularmente agresiva, basada en tratar de vincular cualquier crítica al apartheid israelí con el antisemitismo y el terrorismo. En su  web nos informan de que que grupos como CáritasONGs como  Médicos del Mundo, Save the Children, Médicos sin Fronteras o Intermon Oxfam son antisemitas.

ACOM tiene especial fijación en criminalizar a los partidos españoles de izquierda, especialmente a Unidos Podemos, vinculándolos tanto al antisemitismo de inspiración nazi como al "terrorismo genocida de Irán". Uno de sus fundadores, David Hatchwell, aprovechó su cargo de presidente de la Comunidad Judía de Madrid (CJM) para afirmar, en el acto de conmemoración de las Víctimas del Holocausto de 2017, que el antisemitismo brota "sobre todo ahora, de una izquierda radical, ignorante". El acto estaba organizado precisamente por el Ayuntamiento de Madrid, presidido por Unidos Podemos.

El lobby debió pensar que no era pertinente que una figura judía tan relevante como Hatchwell insultase en la cara a quienes le habían invitado a un acto por las víctimas del Holocausto. ACOM organizó una charla de concienciación contra el "antisemitismo de izquierdas" y contra el BDS, a la que asistieron los portavoces en el Congreso de Ciudadanos, Juan Carlos Girauta, y del Partido Popular, Pablo Casado. No sabemos si se lo echaron a suertes, pero en 2018 Casado fue el encargado de relacionar el Holocausto con los ayuntamientos del cambio, en una clara alusión a Unidos Podemos. Tras la lluvia de críticas que recibió en la prensa y en las redes sociales, una de las cuentas de Twitter de la  embajada de Israel en España se apresuró a salir en su defensa. Una embajada que se dedica a hacer campaña electoral contra políticos de Unidos Podemos, aunque de vez en cuando les toque borrar algún tweet. Una embajada que ejerce suficiente presión sobre la política y los medios de comunicación españoles como para lograr, por ejemplo, que RTVE retirase a la periodista Yolanda Álvarez como corresponsal en Gaza mientras cubría el ataque israelí de 2014.

La criminalización de la izquierda por parte del lobby israelí español, y su instrumentalización del Holocausto con fines políticos, está en perfecta sintonía con la propaganda del gobierno racista de Israel. Un botón: su primer ministro, Benjamin Netanyahu, no tuvo ningún reparo en afirmar en 2015 que los palestinos incitaron a Hitler a cometer el Holocausto. El propio gobierno alemán salió escandalizado en defensa del Pueblo Palestino, asumiendo plenamente la responsabilidad del Holocausto y pidiendo a Netanyahu que no cambiase la historia.

El papel del judaismo contra el apartheid israelí

Aunque Israel, y en España la FCJE, trate de arrogarse la representación oficial de los judíos, numerosas asociaciones y personalidades judías se posicionan contra las políticas racistas de Israel. De forma creciente, muchos judíos apoyan o se suman al movimiento BDS. Los dirigentes de la organización judía estadounidense Jewish Voice for Peace (JVP) tienen prohibida la entrada a Israel desde enero de 2018. Se demuestra así que Israel no es, como pretende, el país de los judíos, es solo el país de aquellos judíos que no critiquen sus políticas racistas hacia los palestinos. Es el propio Israel quien ha decidido que existen judíos aceptables y judíos no aceptables.

En movimientos de solidaridad como el BDS, no se hacen distinciones entre judíos o no judíos. Por el contrario, respetamos la diversidad; estamos unidos en la lucha por los Derechos Humanos contra el antisemitismo, islamofobia, gitanofobia o cualquier otra forma de racismo o segregación.

Cerramos con una cita de Jewhish Voice for Peace sobre el uso tergiversado de la palabra antisemitismo que hacen tanto Israel como sus lobbys en todo el mundo:

Quienes buscan mantener el status quo en Palestina/Israel usan de modo rutinario falsas acusaciones de antisemitismo y definiciones inexactas y perjudiciales del antisemitismo en un intento de silenciar las voces críticas de las políticas de Israel contra los palestinos. Nadie debería subestimar el poder de una acusación de antisemitismo, y cuando las falsas acusaciones de antisemitismo son usadas para soslayar la responsabilidad de Israel por la desposesión de los palestinos, estas acusaciones deben ser reconocidas como censura. [...] Desde JVP hemos visto cómo las falsas acusaciones de antisemitismo han enturbiado el concepto de antisemitismo en todas las áreas de nuestro trabajo. Esperamos que esta declaración fortalezca el movimiento por la justicia para Palestina en los Estados Unidos clarificando la diferencia entre las expresiones de antisemitismo y el apoyo a los derechos humanos de los palestinos.

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La Nakba 70 años después: El fracaso de Israel para borrar la memoria colectiva palestina https://blogs.publico.es/voces-del-mediterraneo/2018/05/17/la-nakba-70-anos-despues-el-fracaso-de-israel-para-borrar-la-memoria-colectiva-palestina/ https://blogs.publico.es/voces-del-mediterraneo/2018/05/17/la-nakba-70-anos-despues-el-fracaso-de-israel-para-borrar-la-memoria-colectiva-palestina/#respond Thu, 17 May 2018 07:45:47 +0000 http://blogs.publico.es/voces-del-mediterraneo/?p=248 alt --> El día de hoy marca la culminación de ocho semanas de protestas en la Franja de Gaza, durante las cuales las Fuerzas de ocupación israelíes han matado a más de cincuenta personas palestinas, disparando para matar e hiriendo intencionalmente a manifestantes desarmados que participaban en la Gran Marcha del Retorno, pidiendo el fin del cierre … Continuar leyendo "La Nakba 70 años después: El fracaso de Israel para borrar la memoria colectiva palestina"]]> La Nakba 70 años después: El fracaso de Israel para borrar la memoria colectiva palestina

El día de hoy marca la culminación de ocho semanas de protestas en la Franja de Gaza, durante las cuales las Fuerzas de ocupación israelíes han matado a más de cincuenta personas palestinas, disparando para matar e hiriendo intencionalmente a manifestantes desarmados que participaban en la Gran Marcha del Retorno, pidiendo el fin del cierre ilegal por parte de Israel en la Franja de Gaza y cumplir con el del derecho de retorno de los y las refugiadas palestinas. La Gran Marcha del Retorno empezó el 30 de marzo de 2018, en conmemoración del Día de la Tierra, marcando el día de 1976 cuando la policía israelí asesinó a seis ciudadanos palestinos de Israel mientras protestaban por la expropiación estatal de miles de dunums de sus tierras en Galilea. Desde su inicio, la Gran Marcha del Retorno ha sido recibida con la misma violencia que las fuerzas israelíes desplegaron en el Día de la Tierra hace más de cuarenta años, con el mismo intento de silenciar al pueblo palestino y borrar su memoria colectiva.

Este día también marca la septuagésima conmemoración de la Nakba o "catástrofe", cuando aproximadamente 800.000 palestinos y palestinas fueron expulsados ​​por la fuerza de sus hogares y propiedades, 531 aldeas fueron destruidas, y más de diez mil palestinos y palestinas fueron masacrados por las fuerzas sionistas en los eventos que condujeron a la creación del estado de Israel en 1948. Solo unos 150.000 palestinos permanecieron en el territorio del Mandato de Palestina después de la Nakba, una cuarta parte de los cuales fueron desplazados internos. Inmediatamente después de la guerra, el despojo de las personas palestinas refugiadas y desplazadas internas se selló mediante la aprobación de leyes destinadas a negarles el derecho a regresar a sus hogares y propiedades, vigentes hasta el día de hoy.

Los eventos de la Nakba ya eran ilegales bajo el derecho internacional en ese momento, y el despojo y la expulsión de civiles ya constituían violaciones de las leyes y costumbres de guerra. Susodicha ilegalidad se ha perpetuado durante décadas, y a la población palestina se le ha negado sistemáticamente su derecho inalienable a regresar, tal y como exige el derecho internacional y se reafirma en más de cien resoluciones de las Naciones Unidas. Después de haber ganado fuerza con el tiempo, el derecho internacional da derecho a las personas refugiadas y desplazadas a una reparación por las violaciones que ellos, ellas y sus descendientes han sufrido, y exige que Israel cumpla con su derecho al retorno.

Setenta años después, la Nakba simboliza la denegación de los derechos transmitidos de una generación a la siguiente y un proceso continuo de desplazamiento y desposesión en ambos lados de la Línea Verde impulsado por las políticas y prácticas coloniales sionistas. Como tal, la difícil situación de la población palestina se parece en muchos sentidos a la de los pueblos indígenas de todo el mundo, desarraigados y desposeídos por la fuerza, suplantados por colonos extranjeros, sometidos a una vida de segunda clase en sus propias tierras. Al igual que la mayoría de los pueblos indígenas, el apego palestino a la tierra, incluso después de siete décadas en el exilio, sigue siendo un marcador definitorio de la identidad palestina y la memoria colectiva. Sin embargo, en muchos sentidos, la difícil situación palestina ha sido diferente, precisamente debido a la condición de refugiados al que casi tres cuartas partes del pueblo palestino fueron forzadas tanto en 1948 como posteriormente. Son los más de 5 millones de refugiados y refugiadas palestinas, privadas durante generaciones del derecho a regresar a las casas de donde fueron desterrados sus antepasados, lo que subraya una característica distintiva de la lucha palestina por la autodeterminación.

Los horrores de la Nakba, que conmemoramos en este día, se combinan con los intentos sistemáticos de Israel de borrar y falsificar la memoria de la expulsión palestina en 1948, incluso mediante la promulgación de leyes que penalizan la mera conmemoración del Día de la Nakba el 15 de mayo como un día de luto. Sin embargo, después de todo este tiempo, el sionismo no ha logrado borrar la Nakba de la memoria colectiva palestina. Mientras que Israel esperaba que algún día el pueblo palestino olvidara y abandonara sus derechos, setenta años después, están lejos de ser olvidados. Hoy en día, una persona palestina nacida en cualquier parte del mundo todavía se identifica con la ciudad o pueblo de donde fue expulsado su antepasado, a pesar de que en muchos casos nunca se le ha permitido pisar Palestina.

Hoy, millones de palestinos y palestinas están pidiendo cuentas a Israel por los crímenes que nunca ha reparado, basados en la misma memoria que Israel ha buscado borrar durante tanto tiempo. Es esta historia, la que el pueblo palestino lleva sobre sus hombros mientras pide dignidad y derechos en la octava semana consecutiva de Marcha del Retorno en la Franja de Gaza y el resto de Palestina exigiendo el cumplimiento de su derecho a regresar a casa.

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La guerra de Israel contra los abogados defensores de derechos humanos. El caso del abogado Salah Hamouri https://blogs.publico.es/voces-del-mediterraneo/2018/03/15/la-guerra-de-israel-contra-los-abogados-defensores-de-derechos-humanos-el-caso-del-abogado-salah-hamouri/ https://blogs.publico.es/voces-del-mediterraneo/2018/03/15/la-guerra-de-israel-contra-los-abogados-defensores-de-derechos-humanos-el-caso-del-abogado-salah-hamouri/#respond Thu, 15 Mar 2018 07:50:01 +0000 http://blogs.publico.es/voces-del-mediterraneo/?p=227 Continuar leyendo "La guerra de Israel contra los abogados defensores de derechos humanos. El caso del abogado Salah Hamouri"]]> El abogado palestino-francés Salah Hamouri,
El abogado palestino-francés Salah Hamouri,

El pasado 26 de febrero, el ministro de Defensa israelí, Avigdor Lieberman, firmó la renovación de la detención administrativa del abogado palestino-francés Salah Hamouri, que fue condenado a cuatro meses más de prisión después de pasar meses en la cárcel.  Basado en informaciones secretas, Salah fue declarado una amenaza para la seguridad según un tribunal militar israelí. Un capítulo más de la persecución a la que está siendo sometido Hamouri desde que tenía 16 años así como una prueba más de las políticas de Israel contra todo aquel que trabaje en la denuncia de las constantes violaciones de derechos humanos que comete.

Desgraciadamente, el caso de Salah Hamouri no se aleja demasiado de la norma. Un activista de los derechos humanos encarcelado en múltiples ocasiones a lo largo de los años; una familia deshecha y un individuo comprometido con la lucha por la igualdad y la auto-determinación. Estos son temas comunes en el contexto palestino.

Aquí, la diferencia es el pasaporte que ostenta el individuo, el lugar donde se encuentra su familia y las opciones que tiene. Salah tiene doble nacionalidad, francesa-palestina. Su esposa y su hijo tienen prohibido entrar en Palestina y por ello viven en Francia. Él siempre ha tenido la posibilidad de irse, sin embargo, Salah se ha quedado en la tierra donde nació y, desde sus días de estudiante, ha estado involucrado en  el activismo, con diferente grados de intensidad. Ha sido arrestado varias veces y ha pasado largos periodos de su vida en las cárceles de la ocupación.

Desde 2014, trabaja en Jerusalén con la Addameer Prisoner Support and Human Rights Association [asociación de apoyo a los presos políticos y de defensa de los derechos humanos] como investigador de campo. Esto significa que tiene la responsabilidad de reunirse con ex-prisioneros y detenidos, y con sus familias, para determinar las circunstancias de su detención y las condiciones en las cuales fueron retenidos. Además de ello, días antes de su arresto, Salah aprobó el examen final para la admisión al Palestinian Bar Association [el Colegio de Abogados Palestino] para poder ejercer como abogado.

Fue arrestado el 23 de Agosto en su domicilio en Kufar Aqab. En mitad de la noche, soldados israelíes llegaron a su puerta, asaltaron la casa confiscando ordenadores y teléfonos. Su detención fue formalmente prorrogada ese mismo día para que las fuerzas de ocupación pudieran examinar los dispositivos. Al no encontrar pruebas para formular cargos contra él, tras una segunda prórroga de la detención, el juez del Juzgado Central de Jerusalén ordenó que Salah fuera puesto en libertad bajo arresto domiciliario de 10 días cerca de Nazareth, se le prohibió estar en Jerusalén durante 90 días y se le impuso una fianza de 10.000 NIS (shekels israelíes), aproximadamente unos 2.400 euros. Como respuesta a tanta indulgencia, el Ministro de Guerra, Avigdor Lieberman, dictó una orden de detención administrativa.

El caso de Salah sintetiza perfectamente el verdadero motivo de la política de detención administrativa. Esa política supone la emisión de una orden de detención de 6 meses, que puede ser renovado continuamente sin cargos ni juicio. Lo emite el Ministro de Guerra para los residentes de Jerusalén, y el comandante de zona de Cisjordania para las personas con documentos de identidad de Cisjordania. La orden se basa en informaciones secretas proporcionadas por los servicios de seguridad. La detención continua más larga realizada al amparo de esta política duró unos 8 años, aunque hay personas que con esa política han estado entrando y saliendo de prisión durante 12 años. La política de detención administrativa se utiliza principalmente contra defensores de derechos humanos, periodistas, activistas y estudiantes.

Está claro que Salah ha sido señalado como blanco de la ocupación. Con la esperanza de encontrar cualquier ‘prueba’, su detención fue prorrogada en dos ocasiones. Cuando la búsqueda de posibles cargos resulto estéril, fue encarcelado arbitrariamente. Esta sucesión de acontecimientos plantea la pregunta de por qué el ‘expediente secreto’, que motivó su detención administrativa, fue convincente para Avigdor Liebermen pero no lo suficiente para que el fiscal formulara cargos.

Actualmente, hay 450 personas que se encuentran en detención administrativa. En 2017, se dictaron un total de 1.060 órdenes de detención administrativa. De estas, solo 379 eran órdenes nuevas. Esto significa que casi el 70% de las órdenes de detención administrativas dictadas eran para casos pre-existentes.

Como respuesta a la posibilidad de una detención potencialmente indefinida, los prisioneros decidieron boicotear a partir del pasado 15 de febrero todos los procedimientos relativos a la detención administrativa. Esto supone que no participaran, ni aceptaran tener un representante legal, en las vistas de confirmación, apelación o en cualesquiera otras vistas formales en relación con su detención. Salah ha tenido un papel activo en el boicot y ha sido la primera persona en rechazar representación legal y en no participar en la vista de renovación de su orden de detención.

A pesar de la posibilidad de no poder ver a su familiar en muchos años, Salah se mantiene desafiante. En diciembre, fue cambiado de la cárcel de al Naqab a la de Megiddo, una prisión mucho más estricta en cuanto al acceso a teléfonos, televisión y material de lectura. Ese cambio fue la respuesta a una entrevista que había concedido al periódico francés l’Humanité.

Salah tiene opciones que otros palestinos no tienen. Puede dejar atrás la ocupación y vivir sin sus barreras constantes a la vida y la libertad. Tiene voz, que puede ser oída en las calles de París y en toda España, más allá de los confines de una cárcel en la Palestina histórica. Pero lejos de querer escapar con ese privilegio, su sacrificio de permanencia es aún más admirable. Con la posibilidad de tener lo que la mayoría de los palestinos anhelan –la normalidad- Salah se ha quedado en la tierra donde nació, comprometido con la lucha por la justicia.

Al ser preguntado si quería enviar un mensaje sobre las campañas de solidaridad, contestó:

...¡Que sepáis que la cárcel no será el lugar donde el ocupante entierre nuestros sueños y esperanzas! Cada día somos más fuertes y estamos convencidos de que la resistencia es un derecho y un deber para todos nosotros. Solamente podremos alcanzar nuestros derechos, nuestra libertad y nuestra independencia mediante la Resistencia. Cada acción que llevéis a cabo [en Europa] es un rayo de sol que calienta nuestras oscuras celdas de prisión en este frio invierno.

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Sin palabras https://blogs.publico.es/voces-del-mediterraneo/2018/02/23/sin-palabras/ https://blogs.publico.es/voces-del-mediterraneo/2018/02/23/sin-palabras/#respond Fri, 23 Feb 2018 07:55:07 +0000 http://blogs.publico.es/voces-del-mediterraneo/?p=212 Continuar leyendo "Sin palabras"]]> Ghouta Infographic https://ghouta.com
Ghouta Infographic https://ghouta.com

Cincuenta y dos. Son los meses que lleva asediada la región de Al-Ghouta oriental en la provincia rural de Damasco.

Cuarenta y siete. La duración en meses del sitio de Sarajevo entre 1992 y 1996.

Trescientos cincuenta mil. Son los civiles que se estima que siguen viviendo, o sobreviviendo, en dicho enclave sitiado en los suburbios de Damasco.

Dos años. El tiempo que los túneles subterráneos que permitían un mínimo suministro de víveres a la población sitiada llevan cerrados, desde que el régimen recuperó los suburbios de Berzeh y Qabun.

Mil treinta y seis. Los pacientes pendientes de evacuación para poder ser tratados.

Un centenar. Los médicos que resisten dentro del enclave asediado. La proporción de personal sanitario y total de población se puede sacar con un rápido cálculo mental.

Muerte. Lo único que hay en abundancia bajo asedio, como describía Samira Khalil en 2013.

Días. El tiempo que hace del séptimo aniversario de la primera manifestación en Damasco, en la que, de manera espontánea, un grupo de ciudadanos sirios increpó a un agente que había humillado a un comerciante del mercado local al grito de "Al pueblo sirio no se le humilla".

Un mes. Un poco más de lo que falta para el séptimo aniversario del comienzo oficial de la revolución siria tras la detención y tortura de unos adolescentes en Daraa, al sur del país, por sus proclamas contrarias al régimen, hecho que despertó una ola de solidaridad sin precedentes en el país, pero que pasó desapercibida en el resto del mundo, que mantuvo silencio.

Quince. El máximo de kilómetros que separan los hoteles en que se alojan los responsables de ONG y agencias internacionales, cuyas cabezas son sobrevoladas por los aviones que despegan de las bases gubernamentales, y la zona asediada de Al-Ghouta.

Uno. El principal responsable de la situación en la que se encuentran Al-Ghouta, que se acerca peligrosamente al escenario de Srebrenica, y el resto del país. Su nombre es Bashar al-Asad, y su retrato acompaña cada paso que el peatón da por cualquier ciudad del país por él controlada.

Cero. El número de palabras que UNICEF ha encontrado para condenar al culpable y a sus aliados y pretendidos enemigos, que poco han hecho por cambiar la situación.

Optar por acabar con ese cero, ese conjunto vacío −de significantes, porque su significado es infinito−, no es un recurso dramático ni literario, sino una llave de entrada a lo deshumanizado de la situación. Estamos acostumbrados al horror, a resumir con un "no tengo palabras" situaciones que no deberían repetirse nunca y, sin embargo, hoy nos encontramos ante un escenario que, en realidad, lleva repitiéndose desde 2012 en el país, con ofensivas sobre enclaves que salían del control de Damasco en su levantamiento contra un régimen represor que no ha dejado de matar ni un día.

Apenas hace un año, mientras Alepo era evacuada forzosamente, un grupo de profesores de universidad e intelectuales recordaban la batalla de Madrid de 1936, en un intento de llamar a la conciencia de, en concreto, un sector de la izquierda, la estalinista, que se ha posicionado del lado del opresor (lo que no implica que el espectro que aplaude a Asad se limite a ellos, pues, por desgracia, abarca a todo el espectro ideológico); sin embargo, fue Baba Amr en Homs el barrio que detentó el cuestionable honor de inaugurar esta tendencia de asedio y destrucción, para su posterior dominio por parte del régimen, sin olvidar que Daraa fue cercada al iniciarse las manifestaciones en marzo de 2011.

Con semejantes precedentes históricos, resulta cuento menos llamativo que, ante la flagrante violación de los acuerdos de cese de las hostilidades en la zona por parte de las aviaciones rusa y siria, lo extremo de la crisis humanitaria (las madres no tienen leche para alimentar a sus hijos, los niños mueren de desnutrición, proliferan enfermedades que en condiciones normales podrían ser tratadas sin dificultad, los servicios de emergencia ven dificultado su trabajo por la carestía del combustible que les permite desplazarse, y, por último, por hacer la lista finita, un escenario que se acerca peligrosamente a la ofensiva final letal), las organizaciones internacionales realicen declaraciones pretendidamente "equidistantes" y "neutrales" que les impiden condenar a quienes son responsables de esta masacre.

Que UNICEF se quede sin palabras no es algo nuevo. Que a organismos internacionales no se les ocurra nada que decir, salvo las siempre loables excepciones de Amnistía Internacional o Médicos Sin Fronteras, es de todo menos sorprendente. La población de Al-Ghouta y otras partes de Siria está más que acostumbrada al silencio en lo que respecta a las condenas internacionales, siempre mudas. Condenan la bomba que cae, pero no a quien la lanza; condenan el hambre, pero no a quien no permite la entrada de alimentos; condenan el disparo de un misil desesperado desde dentro de las zonas asediadas, cuyos lanzadores son rápidamente identificados, pero guardan silencio ante aviones perfectamente identificados, trayectorias fácilmente definibles y armamento cuanto menos complicado de conseguir bajo asedio. Recurren a la presencia de ciertos grupos de dudosa integridad, y terroristas en algunos casos, para justificar ofensivas en las que siempre pierden los civiles: los bombardeos son indiscriminados, no ataques quirúrgicos. Por cierto, en Al-Ghouta no se ha registrado presencia alguna de Daesh (el sitio comenzó antes) y la presencia de efectivos del Frente de Liberación del Levante, paraguas que engloba a Al-Qaeda, es la manida excusa para justificar el bombardeo de hospitales, depósitos de agua o zonas residenciales. Se trata de una política sistemática de destrucción total.

Alepo 2016. Guernica 1937. Al-Ghouta 2018. Srebrenica 1995. ¿Hacen falta más datos para emitir una condena firme?

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1.500 kurdos y 200 internacionalistas marcharon en Europa por la libertad de Abdullah Öcalan https://blogs.publico.es/voces-del-mediterraneo/2018/02/22/1-500-kurdos-y-200-internacionalistas-marcharon-en-europa-por-la-libertad-de-abdullah-ocalan/ https://blogs.publico.es/voces-del-mediterraneo/2018/02/22/1-500-kurdos-y-200-internacionalistas-marcharon-en-europa-por-la-libertad-de-abdullah-ocalan/#respond Thu, 22 Feb 2018 07:58:30 +0000 http://blogs.publico.es/voces-del-mediterraneo/?p=204 alt --> Rojava Azadi Madrid (Colectivo de solidaridad con la revolución social de Kurdistán) Más de 30.000 personas cerraron la marcha en Estrasburgo coincidiendo con los 19 años del secuestro por Turquía del líder kurdo. La denuncia de la invasión turca de la región siria de Afrin, de mayoría kurda, fue el otro objetivo de la movilización. … Continuar leyendo "1.500 kurdos y 200 internacionalistas marcharon en Europa por la libertad de Abdullah Öcalan"]]> Rojava Azadi Madrid (Colectivo de solidaridad con la revolución social de Kurdistán)

Más de 30.000 personas cerraron la marcha en Estrasburgo coincidiendo con los 19 años del secuestro por Turquía del líder kurdo. La denuncia de la invasión turca de la región siria de Afrin, de mayoría kurda, fue el otro objetivo de la movilización.

1.500 kurdos y 200 internacionalistas marcharon en Europa por la libertad de Abdullah Öcalan

La marcha internacional, compuesta por unas 1.500 personas kurdas y 200 activistas internacionales, ha recorrido Luxemburgo, Ginebra y Estrasburgo en distintas etapas. Comenzó el día 8 de febrero y ha finalizado con dos manifestaciones. El viernes 16 se concentró en Ginebra, sede de la ONU y el sábado 17 en Estrasburgo, sede del Parlamento Europeo.

A pesar de la intensa nevada, a esta última manifestación acudieron más de 30.000 personas, especialmente kurdos de la diáspora europea. Entre los internacionalistas que participaron en la marcha, se encontraban alrededor de 100 activistas de distintos territorios del estado español y varios brigadistas europeos que han regresado de luchar junto a las milicias kurdas contra Daesh/ISIS en estos años. Tristemente no ha sido el caso de Samuel Prada, el brigadista gallego fallecido el pasado 10 de febrero en Afrin mientras combatía al lado de las fuerzas de defensa kurdas, YPG.

El objetivo de esta movilización ha sido recorrer los centros de poder de la ONU y la UE para realizar dos exigencias: la liberación del líder kurdo Abdullah Öcalan y el fin de la agresión turca en Afrin, región al norte de Siria, de mayoría kurda.

El 15 de febrero de 1999 Öcalan, líder del PKK y autor entre otros ensayos de Hoja de ruta: hacia la paz en el Kurdistán, fue secuestrado en Nairobi (Kenia) por los servicios secretos turcos, en una operación en la que estuvieron implicados EEUU, Israel y Grecia, entre otros. Fue llevado a la fuerza a Turquía donde se le condenó a muerte que después se conmutó por cadena perpetua. La isla-prisión de Imrali, en el mar de Mármara, fue desalojada de los miles de presos que contenía para confinarle en solitario y en régimen de incomunicación.

Sus abogados llevan desde 2011 sin poder entrevistarse con él siendo rechazadas por Turquía más de 700 peticiones de visita legal. Solamente en 2016 su hermano pudo verle brevemente. Desde entonces no se tiene ninguna noticia de él ni de su estado. Como dice uno de sus abogados, Ibrahim Bilmez, "la liberación de Öcalan y la solución a la cuestión kurda están inseparablemente ligadas". El Comité contra la Tortura del Consejo de Europa emitió en 2014 un informe denunciando las condiciones de su encarcelamiento.

Desde su secuestro y encarcelamiento, el pueblo kurdo se ha movilizado periódicamente exigiendo su liberación, si bien ésta es la segunda ocasión en que se realiza una marcha internacional, mucho más numerosa que la de 2017.

Mientras la marcha recorría pueblos de Suiza y Francia, se coreaban consignas a favor de la lucha internacionalista: "Siamo tutti antifascisti", "liberez Öcalan" y en castellano "Afrin será la tumba del fascismo" o "No pasarán". Junto a la masiva presencia de banderas de Öcalan, eran muy numerosas las de las unidades de defensa kurdas, YPG (mixtas) e YPJ (femeninas), así como de partidos kurdos, turcos y colectivos internacionales socialistas, anarquistas o comunistas, mostrando la amplitud ideológica de la solidaridad internacional con el proyecto democrático kurdo.

Esta movilización también denunció la agresión militar turca al pueblo kurdo en Siria

La marcha ha coincidido con la invasión de Afrin por el ejército turco. Turquía es el segundo mayor ejército de la OTAN después de EEUU, y lleva semanas bombardeando esta región siria de mayoría kurda. Para blanquear su invasión terrestre está utilizando, junto a sus tropas, a milicias denominadas "rebeldes" o "Ejército Libre Sirio" en el juego de etiquetas intencionadamente confuso y habitual de toda la guerra siria. La realidad es que la prensa occidental ha reconocido que los componentes de esas milicias pro-turcas no son más que militantes extremistas de Daesh y Al Qaeda, rearmados y vueltos a poner en circulación por Erdogan.

La guerra apenas había afectado a esta zona de Siria fronteriza con Turquía, y por ello decenas de miles de desplazados internos sirios de todos los grupos sociales habían buscado refugio en ese territorio. Erdogan presentó esta invasión militar en Siria como una "acción contra grupos terroristas", refiriéndose a las milicias populares kurdas que han defendido esta región de amenazas externas durante la guerra. La relativa calma en Afrin en estos seis años refuta la afirmación de Erdogan. Además, la evidencia es que el ejército turco no ha disparado una sola bala contra ISIS en seis años, y por el contrario ha invadido Siria atacando a los kurdos, que son quienes están derrotando al llamado "Estado Islámico".

"Durante seis años, Erdogan ha estado atacando Afrin utilizando todos los medios. Pero todos sus ataques fallaron, y esta agresión militar también fallará, será el Vietnam de Turquía" ha declarado Hevy Mustafa, la co-presidenta del Consejo Ejecutivo de Afrin

Los objetivos de Erdogan: liquidar la revolución democrática kurda y su limpieza étnica 

Esta actuación de Turquía revela los dos objetivos que persigue. Por un lado, continuar su guerra contra el pueblo kurdo, incluso más allá de la frontera turca. A pesar de las propuestas de Öcalan para una solución pacífica para Kurdistán, la respuesta de Erdogan ha sido aumentar la represión anti-kurda dentro de Turquía desde que subió al poder.

Y es que extramuros del estado turco, en Afrin y otras zonas del norte de Siria de mayoría kurda, se está consiguiendo llevar a la práctica -en medio de la guerra- el proyecto político de convivencia que plantea Öcalan. El "Confederalismo Democrático" de Afrin y el resto de la franja norte de Siria es un modelo para todo Oriente Medio de convivencia igualitaria entre grupos étnicos y religiosos con unas bases de democracia municipalista (participación directa de las personas en las decisiones políticas), antipatriarcado (las mujeres en un papel central e igualitario en la sociedad, con co-portavocías ejecutivas y organismos propios que trascienden más allá de las virales imágenes de las milicianas kurdas), economía cooperativista y ecologismo.

"Las asambleas populares decisorias son la base del funcionamiento del confederalismo democrático, asambleas que parten de comunas y aldeas y ascienden a las asambleas de cantón. Pero también este modelo de convivencia se manifiesta en lo militar en las Fuerzas Democráticas Sirias, integradas de forma mixta por milicias kurdas, árabes, turcomanas o siriacas" explica Sivan Zerdesti, delegado del Congreso Nacional del Kurdistán (KNK)

Si ha habido alguna "primavera democrática" en Oriente Medio desde 2011 llevada a la práctica, ha sido la kurda. Por eso para Erdogan es imprescindible destruir, incluso dentro de Siria, esa alternativa política que desafía su deriva dictatorial e islamista creciente, sobre todo tras superar el extraño intento de golpe de estado de 2016 tras el que ha conseguido reforzar aún más su autoridad con decenas de miles de personas encarceladas. Entre ellas, miles de congresistas, alcaldes y representantes del HDP, partido que en Turquía defiende el Confederalismo Democrático.

Por otro lado, el segundo objetivo de Erdogan es el cambio demográfico en toda la franja fronteriza. Turquía lleva décadas ejecutando esa expulsión masiva de kurdos de sus hogares y ahora, como Erdogan ha reconocido, busca hacer lo mismo en toda la frontera kurda de Siria con Turquía.

Hace un año Turquía ya invadió el territorio sirio de Jarabulus y Al-Bab para taponar la exitosa progresión kurda contra Daesh. Pero también para llevar a cabo un cambio demográfico contra los kurdos en favor de una mayor población árabe y turcomana traída de otras regiones sirias e incluso se sospecha que de Iraq. Erdogan busca continuar esta alteración demográfica en Afrin, y en toda la frontera con Turquía, creando una "zona de separación" en donde busca imponer el reasentamiento de los más de tres millones de refugiados sirios -la mayoría árabes- que sobreviven en Turquía entre la explotación y el confinamiento.

Por supuesto, tanto la invasión turca como la limpieza étnica realizada por una potencia ocupante son crímenes de guerra, pero entre los gobiernos de occidente apenas se han levantado voces contra Erdogan, y mucho menos en la ONU. Es más, tanto Rusia como EEUU han autorizado el ataque turco a pesar de haber apoyado estos años en mayor o menor medida a los kurdos en su exitosa lucha contra las bandas extremistas.

En la guerra geopolítica de Siria, los kurdos y su paradigma democrático son la pieza que pretenden eliminar del tablero todas las potencias intervinientes. Estos son los motivos por los que la marcha internacionalista quiso romper ese juego de complicidades manifestándose en la sede de las Naciones Unidas en Ginebra.

El éxito de la marcha revela la fortaleza de la red de solidaridad kurda en el exilio y la potencia de su proyecto democrático

Organizar una marcha a pie tan numerosa durante casi dos semanas con la logística que conlleva da una idea de la fortaleza de la sociedad kurda en Europa. La red de soporte a la marcha incluía personal médico, suministros y alojamiento masivo, tanto en polideportivos y albergues como en multitud de domicilios de familias kurdas.

"Me ha sorprendido la extensa red de solidaridad del pueblo kurdo en el exilio europeo. Nos han acogido con calidez y al contarnos sus vivencias personales, los titulares de las noticias se convierten en historias y vidas reales dedicadas a la lucha y la emancipación. Son un ejemplo de resistencia y compañerismo", nos narra un activista de Madrid.

"Hemos venido hasta aquí porque creemos que el sistema kurdo de convivencia y democracia es extrapolable a otras zonas del mundo, porque nos solidarizamos con el sufrimiento del pueblo kurdo en Afrin y con el proyecto democrático de Öcalan, en prisión sin contacto exterior. Si la comunidad internacional no hace nada será cómplice del genocidio kurdo", afirmaba una participante de la marcha proveniente de Segovia.

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El BDS puede ser Premio Nobel de la Paz https://blogs.publico.es/voces-del-mediterraneo/2018/02/07/el-bds-puede-ser-premio-nobel-de-la-paz/ https://blogs.publico.es/voces-del-mediterraneo/2018/02/07/el-bds-puede-ser-premio-nobel-de-la-paz/#respond Wed, 07 Feb 2018 07:55:05 +0000 http://blogs.publico.es/voces-del-mediterraneo/?p=186 alt --> Luz Gómez Profesora titular de Estudios Árabes e Islámicos de la Universidad Autónoma de Madrid El BDS (Movimiento de Boicot, Desinversión y Sanciones por Palestina) avanza en todo el mundo. La última buena noticia ha sido el anuncio de su candidatura al Premio Nobel de la Paz, promovida por Bjørnar Moxnes, líder del Partido Rojo … Continuar leyendo "El BDS puede ser Premio Nobel de la Paz"]]> Luz Gómez
Profesora titular de Estudios Árabes e Islámicos de la Universidad Autónoma de Madrid

El BDS (Movimiento de Boicot, Desinversión y Sanciones por Palestina) avanza en todo el mundo. La última buena noticia ha sido el anuncio de su candidatura al Premio Nobel de la Paz, promovida por Bjørnar Moxnes, líder del Partido Rojo noruego y parlamentario. No es un simple gesto, pues el Comité Noruego del Nobel está compuesto por cinco miembros del Parlamento, y Moxnes ha hecho uso de sus atribuciones parlamentarias para lanzar la candidatura. Poco importa que las posibilidades de obtener el galardón sean escasísimas dada la envergadura de la campaña anti-BDS promovida por Israel, y menos aún que algunos premiados con anterioridad por el Nobel dejen bastante que desear en términos de paz y prosperidad para el planeta. El BDS está ahí, en la agenda del Nobel, y eso es mucho más de lo que cabía imaginar en 2005, cuando el Comité Nacional Palestino hizo su llamamiento al BDS desde Ramala.

Han pasado casi trece años y las tres demandas que pusieron en marcha la campaña de BDS contra Israel siguen siendo irrenunciables: el fin de la Ocupación de Cisjordania, Gaza y Jerusalén Oriental; el cumplimiento del derecho al retorno de los refugiados palestinos; y el desmantelamiento del régimen de apartheid al que Israel somete a sus propios ciudadanos palestinos. Fueron la sociedad civil palestina, sus asociaciones de mujeres y cívico-culturales, sus sindicatos y sus movimientos estudiantiles quienes llamaron a los ciudadanos concienciados del mundo a unirse en una lucha civil y pacífica contra la vulneración de los derechos humanos en Palestina. Si fue posible en Sudáfrica ¿por qué no en Palestina?, era y es el planteamiento.

El BDS puede ser Premio Nobel de la Paz

 

Hasta que Israel no cumpla con la resoluciones internacionales y con la igualdad de todos sus ciudadanos, sin distinción por su origen étnico o confesional, todos estamos llamados a participar en la campaña de boicot económico, cultural, académico y deportivo; a presionar a empresas y organismos financieros para que no inviertan en compañías e instituciones que vulneren los derechos de los palestinos; y a exigir a nuestros Gobiernos y a las instituciones internacionales que impongan a Israel las sanciones que correspondan por sus violaciones del derecho internacional. Los éxitos cosechados por el BDS han sido numerosos, y si empresas como Orange, Veolia y H&M se han visto sometidas a escrutinio y han revisado sus prácticas, no menos importante en términos de visibilidad internacional del movimiento son los apoyos de artistas y académicos de todas partes (la cantante Lorde ha sido la última en sumarse al boicot).

La Nakba, la expulsión y la limpieza étnica que acompañó la creación del Estado de Israel en 1948, de la que pronto se cumplirán setenta años, sigue estando dolorosamente viva. Tras las revoluciones árabes de 2011, la impunidad con que el Gobierno de Israel prosigue su proyecto de borrar Palestina del mapa ha encontrado nuevos aliados: desde Trump a los tiranos árabes de turno (Muhammad Ben Salmán en Arabia Saudí, Sisi en Egipto, Jalifa Ben Zayed en Emiratos Árabes Unidos), muy interesados en apoyar a un "amigo" cuyas políticas y negocios garantizan el statu quo regional. Los palestinos, a su vez, se las tienen que ver además con la incompetencia, cuando no iniquidad, de una Autoridad Nacional que a nadie representa. Su presidente, Mahmud Abbas, incluso se ha permitido reconocer que no apoya el boicot. Lo cual, por otra parte, casi es la corroboración de que el boicot es una estrategia correcta.

Israel sabe del poder corrosivo del BDS. Sus líderes se han mofado en público de la nula incidencia económica del boicot y las desinversiones, pero esto no deja de ser una forma de disimular el mucho daño que el BDS causa a su legitimidad, tan falsa como cacareada, de "única democracia de Oriente Medio". El año pasado, el Gobierno de Israel previó una partida especial de 75 millones de dólares para la lucha contra el BDS. Se han formado grupos especiales de contrainformación e intervención, a menudo en estrecha relación con las embajadas de Israel en cada país, con especial atención a la marcha del BDS en Estados Unidos, Gran Bretaña, Canadá y Francia. En España, donde el movimiento de solidaridad con Palestina tiene una larga historia e Israel se sabe débil ante la opinión pública, esta contracampaña se está dejando sentir sobre todo en el acoso judicial al que someten personas físicas y jurídicas de dudosa procedencia a los más de cien ayuntamientos y diputaciones que se han sumado a la Campaña Espacio Libre de Apartheid Israelí, parte de la campaña general del BDS.

Pero los miembros del comité que concede el Premio Nobel de la Paz no dejan de sorprender al mundo de vez en cuando, y desde las revoluciones árabes de 2011 han sido especialmente sensibles a las demandas de libertad, dignidad y justicia de los pueblos árabes: en 2011 reconocieron la labor pionera en defensa de los derechos humanos de la periodista yemení Tawakkul Karman; y en 2015 dieron un galardón conjunto al Cuarteto de Diálogo Nacional Tunecino, un grupo de organizaciones tunecinas por la lucha democrática en su país. Tampoco hay que despreciar el peso de otros galardonados que con decisión han apoyado el BDS, como el arzobispo sudafricano Desmond Tutu o la activista norirlandesa Mairead Maguire. Bjørnar Moxnes, el promotor de este Nobel, ha resumido bien el significado transpalestino que además tendría el Nobel de la Paz para el BDS: "Parar las políticas racistas y de ultraderecha en auge, que están llevándose consigo gran parte del mundo en el que creemos, y demostrar que la libertad, la justicia y la igualdad son para todos". En septiembre se conocerá la lista de los finalistas; hasta entonces, Moxnes nos invita a sumar esfuerzos para que el BDS siga haciendo historia.

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Turquía inicia una nueva guerra contra los kurdos https://blogs.publico.es/voces-del-mediterraneo/2018/01/25/turquia-inicia-una-nueva-guerra-contra-los-kurdos/ https://blogs.publico.es/voces-del-mediterraneo/2018/01/25/turquia-inicia-una-nueva-guerra-contra-los-kurdos/#respond Thu, 25 Jan 2018 08:00:28 +0000 http://blogs.publico.es/voces-del-mediterraneo/?p=177 Continuar leyendo "Turquía inicia una nueva guerra contra los kurdos"]]> Arturo Martínez Jiménez
Miembro de Rojava Azadi Madrid, plataforma de solidaridad con Kurdistán

Tras meses de intercambios de fuego esporádicos y amenazas constantes por parte de Turquía al Cantón de Afrin, el territorio más al oeste de la Federación Democrática del Norte de Siria de influencia política kurda, el sábado desde las 16:00 hora local empezaron los ataques aéreos contra distintos distritos de la ciudad de Afrin, sin distinguir entre objetivos civiles o militares.

Más de 70 aviones bombardearon alrededor de 100 puntos distintos del Cantón, asesinando a 6 civiles y 3 miembros de las milicias kurdas YPG (Unidades de Defensa del Pueblo) e YPJ (Unidades de Defensa de la Mujer), además son más los civiles heridos.

Uno de los puntos atacados fue el Campo de Refugiados de Rubar, donde viven más de 20.000 personas refugiadas de toda Siria. Afrin se ha destacado por ser un territorio donde una alianza de los distintos pueblos que cohabitan el territorio han desarrollado una vida pacífica rodeada de amenazas, por lo que durante todo el conflicto sirio ha sido lugar de refugio de gran cantidad de personas desplazadas que huían de ISIS y la guerra.

Tanto el Cantón de Afrin, como el resto de cantones que conforman la Federación Democrática del Norte de Siria jamás han atacado o amenazado a Turquía, pero ejerciendo una defensa de sus territorios frente a las amenazas externas. El objetivo de Turquía no es mas que impedir la consagración de un territorio bajo influencia kurda en su frontera que pudiera servir de apoyo a los movimientos políticos kurdos dentro de Turquía. El movimiento democrático kurdo supone la mayor amenaza a la deriva autoritaria que ha tomado el país bajo el liderazgo del presidente Recep Tayyip Erdogan, que en los últimos años ha reactivado la guerra directa contra el pueblo kurdo, sus partidos y organizaciones. De los miles de presos políticos habría que destacar al líder de la oposición, copresidente de la alianza de las izquierdas kurda y turca HDP  Selahattin Demirtaş, que lleva encarcelado más de un año y el líder del Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK) Abdullah Öcalan, desde 1999 en una prisión de máxima seguridad.

La continuación de 40 años de guerra

La Operación Rama de Olivo, nombre con el cual define el ejército turco la invasión de Afrin, no es más que la continuación de una guerra de carácter colonial del Estado Turco contra el Movimiento de Liberación de Kurdistán que ejerce una defensa armada de sus poblaciones y aspira a un reconocimiento internacional de sus territorios bajo un régimen de Autonomía Democrática inspirado en la ideología democrática, confederal, feminista y ecológica del PKK.

Tras la ruptura de las conversaciones en de paz en 2015 entre Turquía y el PKK, el Estado Turco ha tomado militarmente las zonas de mayoría kurda, ha destituido alcaldes electos democráticamente, ha impuesto un estado de excepción permanente y ha llegado a bombardear barrios enteros de mayoría kurda dentro de la propia Turquía.

Nuevo fracaso de la Comunidad Internacional

De nuevo ninguna potencia internacional, ni ningún organismo legítimo ha conseguido impedir el comienzo de una nueva guerra y el bombardeo de civiles por parte de un ejército de la OTAN. Tanto los grandes agentes implicados, Rusia y EEUU, como la Siria de al Assad no han puesto ningún impedimento a que Turquía viole el espacio aéreo Sirio. Este dejar hacer no atiende a ningún tipo de intención de acabar con el conflicto armado en Medio Oriente, si no que cada entidad vela estrictamente por sus intereses inmediatos sin poner sobre la mesa un diálogo de paz enfocado a un nuevo modelo de convivencia pacífica y democrática para Siria. La comunidad kurda, tanto en Oriente Medio como en el exilio en Europa, clama por una solución de paz donde tanto las Naciones Unidas como su Consejo de Seguridad hagan lo necesario para parar de inmediato los bombardeos.

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El Movimiento Campesino en Palestina: Un avance clave hacia la defensa de la justicia social https://blogs.publico.es/voces-del-mediterraneo/2018/01/22/el-movimiento-campesino-en-palestina-un-avance-clave-hacia-la-defensa-de-la-justicia-social/ https://blogs.publico.es/voces-del-mediterraneo/2018/01/22/el-movimiento-campesino-en-palestina-un-avance-clave-hacia-la-defensa-de-la-justicia-social/#respond Mon, 22 Jan 2018 07:55:40 +0000 http://blogs.publico.es/voces-del-mediterraneo/?p=170 Continuar leyendo "El Movimiento Campesino en Palestina: Un avance clave hacia la defensa de la justicia social"]]> Ahmed Jaradat
Miembro Vía Campesina en Palestina e investigador del Alternative Information Center (AIC)
Traducción realizada por Antonio Parrales

La realidad palestina desde la perspectiva de la agricultura, especialmente en el ámbito de la población y las instituciones, está relacionada con la situación particular de Palestina, la situación del conflicto. El conflicto de Palestina representa uno de los procesos de colonización más largos, graves y violentos (al menos de los sucedidos en la historia contemporánea) entendido como una proliferación de los asentamientos coloniales, una exclusión de una población entera de su tierra y una continuación de un proyecto cruel apoyado por las potencias coloniales de Occidente. El proyecto de ocupación ha sido un éxito en cuanto se refiere a limpieza étnica de la mayor parte del pueblo palestino, apoderándose de nuestra tierra. La tierra que queda está siendo paulatinamente destruida y repoblada con colonos.

El proyecto de ocupación en Palestina ha forzado a que los palestinos abandonen su tierra, desvinculándolos no solo de su país sino también de su cultura, de sus valores y de sus tradiciones. El pueblo palestino depende históricamente de la agricultura y está conectado a ella. Somos una sociedad agrícola.

La tierra es el foco del conflicto y los agricultores palestinos están al frente de la Resistencia. La realidad impuesta por la toma de Palestina, la expulsión de su gente, junto con la continua ocupación de Palestina y de su sector agrario (el sector más prolífico de su sociedad) ha creado una reivindicación entre los agricultores: defender tu tierra. Esta iniciativa tiene una doble dimensión, social y nacionalista. Ambas determinan la manera de defenderla, ya sea a través de movimientos, instituciones, comités, asociaciones, etc. El carácter multidimensional de la lucha hace que esta sea difícil y compleja, incluso más complicada, debido al continuo ataque israelí contra los movimientos, las instituciones y los comités palestinos a los que las autoridades de ocupación se dirigen porque reconocen a esas iniciativas como parte de la lucha agrícola.

Por último, la conciencia de la ocupación sobre la importancia del control de la tierra da lugar a un ataque directo de agricultores de forma individual. No es más que una continuación de una lucha que comenzó hace décadas.

Con la creciente tensión de la situación en Palestina, la necesidad de defender la tierra es cada día más compleja. Por este motivo, se ha convertido en una tarea cada vez más importante para el movimiento campesino y para mantener la armonía entre la realidad social y nacional.

Es necesario señalar que en las últimas décadas ha habido una preferencia por reivindicar el carácter político-nacional en el trabajo de la mayoría de los movimientos sociales palestinos debido a nuestra confrontación directa y sangrienta con el proyecto sionista. Por este motivo, la dimensión político-nacional ayuda a entender una gran parte de los problemas sociales que afectan al pueblo palestino. Sin embargo, no se ha creado un estado de armonía entre los aspectos sociales y nacionales de muchas cuestiones sociales que afectan a los sectores del pueblo palestino.

Debido a todas las actuaciones de desplazamiento y control israelí de la tierra, solo parte de nuestra gente permanece en su tierra natal y continúa aferrándose al suelo realizando un trabajo agrícola. La agricultura sigue siendo una gran parte de la vida de nuestra gente, especialmente en los territorios ocupados después de 1967.

En general, en Palestina se han desplegado docenas de comités e instituciones para apoyar a los agricultores con el fin de promover la constancia y la cohesión en la tierra. Este apoyo fue, o bien financiado a través de la implantación de proyectos agrícolas especiales en el campo palestino o bien mediante una ayuda altruísta a través de enseñanza de técnicas, con el fin de alcanzar un nivel de conocimientos avanzados sobre métodos y procedimientos agrícolas. Esta inventiva captó el interés de los movimientos políticos y sociales y consiguió que reconociesen la importancia de sus proyectos, cuyo fin, por un lado, servía para desarrollar y mejorar la realidad del campo, y, al mismo tiempo, suponía una herramienta de reivindicación nacional contra la ocupación y el desarrollo de los asentamientos.

Palestina, miembro de la Federación Mundial de Campesinos 

Los Comités de Trabajo Agrícola Palestinos han reconocido la relevancia que ha tenido la coordinación de los palestinos y su implicación en los movimientos sociales, a nivel regional y global, especialmente con los movimientos agrícolas, y ha desarrollado relaciones internacionales durante muchos años a través de una comunicación continua con movimientos para destacar la lucha de los agricultores palestinos por su tierra. Este trabajo fue finalmente reconocido cuando Palestina entró como miembro en la Federación Mundial de Campesinos, Via Campesina, y se propuso el nombramiento temporal de una sede palestina para coordinar a todos los países árabes, incluyendo a más de 200 agricultores.  Su formación estará vigente hasta la formación de la Unión de Campesinos Árabes con Marruecos, a través de la Universidad Nacional del Sector Agrícola, y con Túnez, a través de la Asociación Un Millón de Mujeres Rurales. Este hecho da vida a una iniciativa sin marcha atrás, a nivel regional y global, que tiene como finalidad establecer una plataforma social en su lucha por los derechos de los campesinos y para pedir justicia para su causa.

El proyecto internacionalista también contribuye a enmarcar la causa palestina en su sentido nacional y político mediante la sensibilización mundial de la difícil realidad a la que se enfrenta el agricultor palestino bajo el colonialismo sionista. En Palestina, no se puede debatir sobre ninguna cuestión de una dimensión social deseada sin discutir la dimensión nacional en relación con ella.

Mediante el uso eficaz, sistemático y específico de la información y los medios, junto con la coordinación entre el Sindicato de Agricultores Palestinos y los movimientos agrícolas internacionales, se puede abordar el sufrimiento del agricultor palestino en todas sus facetas. También se puede crear un estado de solidaridad entre los miembros de la Federación Mundial. Debemos reconocer la importancia del trabajo de los movimientos sociales y de la sociedad civil en su lucha contra las políticas opresivas y neoliberales para garantizar la justicia social de los campesinos. Debemos también mantener una comunicación entre los movimientos con intereses comunes a nivel mundial.

Comenzar con el movimiento de los campesinos en Palestina es una oportunidad para ejercer una presión democrática que generen una legislación que proteja y apoye a los agricultores, tanto en el sector público como en el privado. Ser miembro en la Federación Mundial de Campesinos contribuye, además, al desarrollo del movimiento campesino palestino en su lucha por los movimientos sociales civiles a nivel global para lograr un mundo basado en la igualdad, en el respeto mutuo y en una justicia real. Las guerras, la hostilidad, la explotación de los recursos de los estados más débiles, la aceleración del desempleo y de la pobreza, la marginación y la disparidad entre los pueblos son la esencia de las políticas neoliberales y del capitalismo explotador.

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Ahed: el guantazo que ha sacudido la moral del ejército israelí https://blogs.publico.es/voces-del-mediterraneo/2018/01/04/ahed-el-guantazo-que-ha-sacudido-la-moral-del-ejercito-israeli/ https://blogs.publico.es/voces-del-mediterraneo/2018/01/04/ahed-el-guantazo-que-ha-sacudido-la-moral-del-ejercito-israeli/#respond Thu, 04 Jan 2018 14:50:47 +0000 http://blogs.publico.es/voces-del-mediterraneo/?p=158 alt --> Javier Díaz Muriana Su nombre es Ahed, tiene tan solo 16 años y se ha convertido en la nueva cara de la resistencia en Palestina. Ahed Tamimi fue detenida el 20 de diciembre en una redada nocturna en el que los soldados isralíes irrumpieron en su casa para llevársela. Lo que ha precipitado su detención … Continuar leyendo "Ahed: el guantazo que ha sacudido la moral del ejército israelí"]]> Javier Díaz Muriana

Su nombre es Ahed, tiene tan solo 16 años y se ha convertido en la nueva cara de la resistencia en Palestina. Ahed Tamimi fue detenida el 20 de diciembre en una redada nocturna en el que los soldados isralíes irrumpieron en su casa para llevársela. Lo que ha precipitado su detención es un video en el que la joven adolescente le da un guantazo a un soldado israelí. Un sonado guantazo que se ha sentido en todo Israel como una humillación a su ejército, la institución más importante del país. Una señal de rebeldía ante la ocupación que Israel no podía dejar sin castigo.

El castigo, como suele hacer Israel, siempre es colectivo. También detuvieron a su prima Noor, que vive un par de casas más abajo. Días después detuvieron a su madre, Nariman, cuando acudía a visitarla a la prisión y hace tan solo una semana detuvieron a su tia Manal, liberada ayer después de pasar 7 días entre rejas.

A pesar de ser una adolescente, Ahed está siendo juzgada en un tribunal militar israelí con una tasa de condena superior al 99%. Desde 2012, los militares israelíes han detenido a un promedio de 700 niños palestinos cada año, y más de tres cuartas partes de ellos han sufrido algún tipo de violencia física tras su detención, como torturas. En la actualidad, hay más de 400 niños y niñas palestinos en prisiones de Israel.

En su juicio, el fiscal del tribunal militar ha presentado 12 cargos contra ella, entre los que se encuentran amenazar con pegar a un soldado en el momento del arrestro, impedir que un soldado haga su trabajo, incitanción, tirar objetos a los soldados o parar a un soldado.

Las mujeres Tamimi

Las mujeres de la familia Tamimi ha liderado la resistencia pacífica en su pequeño pueblo, Nabi Saleh, habitado por poco más de 600 personas a escasos 50 kilómetros al norte de Ramala y rodeada de colonias israelíes. Otro lugar cualquiera de la Palestina ocupada si no fuera por el protagonismo femenino en la resistencia contra la ocupación y por la imagen que se han granjeado las Tamimi desde muy pequeñas, brindando alguna de las imágenes más irritantes para la credibilidad del ejército israelí.

Ahed: el guantazo que ha sacudido la moral del ejército israelí

Ocurrió en agosto de 2015. La niña, ataviada con la camiseta rosa de piolín es Ahed y tan solo tenía 14 años. Defendía a Mohammad Fadel Tamimi, su primo de 12 años, de ser arrastrado por un soldado a las cárceles de la ocupación.

Dos años más tardes y horas antes de la famosa bofetada que le ha devuelto a la palestra mediática, su primo Mohammad recibía un disparo en la cabeza que lo ha mantenido entre la vida y la muerte y le ha provocado graves secuelas de por vida.

Días antes de esa bofetada los soldados volvían a entrar en Nabi Saleh, su pequeño pueblo, como de costumbre, como hacen cada semana desde hace décadas, a sembrar miedo y terror por doquier. En las tierras de acceso al pueblo, los casquillos de los gases lacrimógenos, las bombas de sonido, las balas de goma y de munición real compiten en presencia con la hierba. Los Tamimi los recogen y los exponen para denunciarlo antes los medios. A menudo el aire es irrespirable, sobre todo para los visitantes, periodistas y activistas. No para ellos, ya están acostumbrados. Es su dia a día, el día a día para el que educan a sus hijos con el objetivo de que no tengan miedo. Porque tener miedo en tu propia tierra significa darles tu vida al intruso, al ocupante extranjero.

Por eso Israel teme a esta niña de 16 años, por que su desafío ataca al corazón de la ocupación y desenmascara la verdadera naturaleza de la misma, la de un gran ejército de ocupación extranjero contra una población indefensa. Una imagen que deslegitima las violencias que ejerce Israel contra los palestinos como ya lo hiciera en la primera y segunda intifada las fotos y videos de niños lanzando piedras a los tanques. Algo que Israel no va a permitir que vuelva a ocurrir.

Pero lo que más irrita al gobierno de Netanyahu es que Ahed se convierta en un ejemplo para una generación que debiera, para Israel, olvidar la ocupación, sumirse en la rutinaria deshumanización de los puestos de control militares, las redadas nocturas, las detenciones, humillaciones constantes y la discriminación racial. La generación de la transferencia voluntaria, una generación que tendría que haber normalizado la ocupación, como lo ha hecho la comunidad internacional y que encuentra en Ahed un acicate para la rebeldía, para la insurrección. Un ejemplo a seguir.

La detención de las mujeres Tamimi es también un síntoma de la guerra de Israel contra las mujeres. Una guerra que demuestra que la fortaleza de la resistencia reside en las mujeres, por que son ellas las que están manteniendo la memoria viva, algo que décadas de limpieza étnica continuada no han podido lograr, a pesar la judaización de la palestina histórica. Una memoria que transmite no solo el idioma y la cultura, sino también el recuerdo vivo de los lugares de procedencia de los refugiados, aquellos pueblos arrasados por tropas sionistas en la Nakba "El Desastre", hace 70 años. Una memoria que pervive en la nueva generación de palestinos a los que hoy pone rostro una jóven de 16 años con una larga cabellera rubia.

Ya ha pasado más de dos semanas desde la detención de esta joven heroína, la Malala palestina, con un silencio mediático en occidente mezquino y sepulcral. ¿Donde están las organizaciones de derechos humanos para reivindicar la figura de Ahed en la construcción de referentes de empoderamiento de la mujer? ¿Donde están las organizaciones feministas para salir a la palestra y demandar boicot a Israel ante la detención de una niña ejemplo de liderazgo, autonomía y lucha por la emancipación?

La guerra de Israel contra las mujeres y las niñas que resisten de forma activa la ocupación exige una respuesta internacional sólida y sin fisuras. Una respuesta que lleve de forma explícita una estrategia global que respete las estrategias locales: impulsar la campaña de boicot a Israel desde las organizaciones feministas como una forma de acabar con todas las formas de opresión, incluida la ocupación.

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Trump reconoce a Jerusalén como capital del apartheid, el colonialismo y la ocupación militar https://blogs.publico.es/voces-del-mediterraneo/2017/12/12/trump-reconoce-a-jerusalen-como-capital-del-apartheid-el-colonialismo-y-la-ocupacion-militar/ https://blogs.publico.es/voces-del-mediterraneo/2017/12/12/trump-reconoce-a-jerusalen-como-capital-del-apartheid-el-colonialismo-y-la-ocupacion-militar/#respond Tue, 12 Dec 2017 07:55:58 +0000 http://blogs.publico.es/voces-del-mediterraneo/?p=142 Continuar leyendo "Trump reconoce a Jerusalén como capital del apartheid, el colonialismo y la ocupación militar"]]> Antonio Basallote, Diego Checa, Lucía López y Jorge Ramos
Autores del libro 'Existir es Resistir. Pasado y Presente de Palestina-Israel' (Comares, Granada, 2017)

La decisión de la administración Trump de que se traslade la embajada de Estados Unidos de Tel Aviv a Jerusalén supone un cambio radical en la política exterior del país en la región y el reconocimiento norteamericano de la ciudad como la capital del Estado de Israel; es decir, como capital del apartheid, del colonialismo y de la ocupación militar.

Estados Unidos ha sido un mediador controvertido por su estrecha relación -al menos desde 1967- con Israel. En esa mediación, la solución de los dos Estados era un elemento fundamental para tratar de satisfacer tanto al sionismo israelí como a gran parte del movimiento nacional palestino, tal y como quedó de manifiesto durante el proceso de Oslo. Esta solución contemplaba el establecimiento de la capitalidad del Estado de Israel y del futuro Estado palestino en una Jerusalén dividida, siguiendo las líneas divisorias marcadas por la guerra de 1948. Asimismo, parecía suponer el fin de la ocupación militar y la colonización de la parte Oriental, puesta en marcha por Israel tras la ocupación militar de Gaza, Cisjordania y Jerusalén Este en 1967.

Con la declaración de Trump el proceso de Oslo está muerto (si es que aún le quedaba algo de vida). Ese plan, que beneficiaba a la parte ocupante y colonizadora, ya no tiene viabilidad. EEUU ha decidido reconocer unilateralmente lo que el derecho internacional no permitía, legitimando así unas políticas de colonización, discriminación y apartheid que violan sistemáticamente las resoluciones del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas y los principios de los Derechos Humanos. Trump ha decidido que no hay norma ni derecho que valga, excepto el suyo y el de sus aliados.

Hay por otra parte, algunas razones de índole interna para esta decisión. El sionismo cristiano, abanderado por sectores evangelistas estadounidenses de los que forman parte millones de personas, es tradicionalmente fiel al voto republicano y predica la necesidad de unir a la comunidad judía en Israel como requisito imprescindible para segunda venida de Cristo. Ya en 1818, otro presidente estadounidense, John Adams, había mostrado su apoyo a una "nación independiente en Judea". Sin embargo, nadie había llegado tan lejos como Trump para ganarse el apoyo de este grupo.

Tampoco hay que desdeñar los esfuerzos del gobierno de Netanyahu persuadiendo a la administración Trump de la sintonía entre los intereses estadounidenses y las políticas expansionistas israelíes. A todo ello debemos también sumar el errático rumbo de la política exterior de Trump, que puede estar esperando a que se materialicen algunas concesiones israelíes para impulsar un acuerdo final sobre la cuestión palestina y que los petrodólares saudíes convenzan a la población palestina de que Abu Dis (localidad periférica de Jerusalén Este) sería una buena solución alternativa para la capitalidad del Estado palestino.

Lo que está claro es que la decisión de Trump reconoce la política de hechos consumados de Israel en Jerusalén, algo que nunca había ocurrido antes. Si bien el Plan de Partición de la ONU de 1947 contemplaba ya la internacionalización de la ciudad, esta nunca llegó a producirse. La razón principal fue la limpieza étnica de la Nakba -que también se dio en barrios occidentales jerosolimitanos como Baqa’a, Katamon o Talbiya- y a la guerra de 1948, que dividió la ciudad en dos zonas: la occidental, controlada por las fuerzas sionistas-israelíes y la oriental, bajo dominio (trans)jordano. En 1967, Jerusalén Este fue conquistada por el ejército israelí, ocupada militarmente y anexionada al Estado de Israel en flagrante violación del derecho internacional. Con la llegada de las tropas israelíes a la Ciudad Vieja de Jerusalén, Israel consideró que las 135 casas y los edificios de ocho siglos de historia del barrio magrebí debían ser arrasados para dejar más espacio al Muro de las Lamentaciones, una acción que supuso la expulsión de unas 700 personas. Estos jerosolimitanos desahuciados (de Palestina y de la Historia) solo eran una pequeña parte de los 300.000 palestinos que, según el Departamento de Estado de los EEUU fueron expulsados o desplazados en junio de 1967, durante la Naksa palestina.

Desde entonces y hasta la actualidad, Israel ha practicado unas políticas de colonización, expulsión y discriminación de la población palestina autóctona de la ciudad, que organismos de las Naciones Unidas han calificado como políticas de apartheid. Así, por ejemplo, la colonización de Jerusalén Este ha instalado a 200.000 colonos israelíes sobre 15 asentamientos ilegales en el territorio ocupado, contraviniendo el Derecho Internacional Humanitario. Con la decisión de Trump, el fundamentalismo sionista que alimenta el movimiento colono israelí en Jerusalén recibe un espaldarazo y puede animarle a romper el status quo vigente en la Explanada de las Mezquitas. Hoy no son pocos los grupos radicales religiosos y de ultraderecha dirigidos por colonos -como "los Fieles del Monte del Templo", "El Monte del Templo" o el "Instituto del Templo"- que insisten en acabar con esta disposición e instan constantemente a la construcción de lo que sería "el tercer templo" sobre la Cúpula de la Roca y la Mezquita al-Aqsa, lugares que han tratado de ser destruidos en varias ocasiones por grupos fundamentalistas sionistas desde la década de 1980.

Este proceso de colonización se ha desarrollado en paralelo a la expulsión de población palestina de Jerusalén, donde no solamente se ha impedido el retorno a la población palestina refugiada, sino que también se ha revocado el derecho a residir a unas 14.000 personas (por no poder demostrar que el "centro de su vida" está allí, por ser acusados de desleales a Israel o por residir más de 7 años en el extranjero) y se ha imposibilitado el registro del nacimiento de 10.000 niñas y niños en la ciudad desde 1967. Otras 100.000 personas perdieron el acceso a Jerusalén debido a la construcción del Muro de Apartheid, considerado ilegal en 2004 por el Tribunal Internacional de Justicia de la Haya, que instó a la comunidad internacional a que colaborase en su desmantelamiento.

Las políticas israelíes también discriminan a la población palestina de Jerusalén Este con respecto a la población judía israelí. Dos datos pueden servir para ilustrar esta discriminación: mientras que el 90% del presupuesto municipal se destina a los barrios de mayoría judía, los barrios de mayoría palestina de Jerusalén Este solamente reciben un 10% de ese presupuesto; de la totalidad de permisos de construcción emitidos por las autoridades municipales solamente el 7% se conceden a miembros de la comunidad palestina. Además, millones de personas palestinas no pueden pisar Jerusalén excepto si consiguen un permiso especial israelí; aunque vivan a pocos kilómetros, y simplemente por ser palestinas.

La decisión de Trump ha encontrado una oposición unánime de la comunidad internacional, a excepción de Israel. Esta oposición también incluye a un sector importante de la comunidad judía internacional (desde la corriente reformista estadounidense hasta la ultraortodoxa antisionista) y la resistencia de una población palestina que ha sobrevivido a más de 100 años de colonialismo y 50 de ocupación militar y que no ha cesado en la lucha por afirmar sus derechos como seres humanos y como pueblo. A lo largo de Cisjordania, en Gaza, en Jerusalén Este y en la propia Israel, las resistencias se materializan en la lucha contra el Muro, contra la expansión de las colonias, contra la limitación sus libertades y contra la discriminación. Unas resistencias que impulsa la población palestina, pero en las que también participan grupos judíos e israelíes antisionistas y activistas de todo el mundo. En este último caso, sobre todo, a través del movimiento BDS, que crece cada semana y que paulatinamente es considerado por más personas como la mayor esperanza internacional para que Israel cumpla con el derecho internacional y los Derechos Humanos de la población palestina. En definitiva, el resultado de esta decisión de la administración estadounidense tendrá mucho que ver con la resistencia popular palestina, que ya el pasado verano mostró su fortaleza mediante una campaña de desobediencia civil en la propia Jerusalén.

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70 años de la Partición de Palestina: Historia, memoria y esperanza https://blogs.publico.es/voces-del-mediterraneo/2017/11/29/70-anos-de-la-particion-de-palestina-historia-memoria-y-esperanza/ https://blogs.publico.es/voces-del-mediterraneo/2017/11/29/70-anos-de-la-particion-de-palestina-historia-memoria-y-esperanza/#respond Wed, 29 Nov 2017 08:00:59 +0000 http://blogs.publico.es/voces-del-mediterraneo/?p=133 Continuar leyendo "70 años de la Partición de Palestina: Historia, memoria y esperanza"]]> Antonio Basallote, Diego Checa, Lucía López y Jorge Ramos
Autores del libro 'Existir es resistir' (Comares 2017)

Este 29 de noviembre de 2017 se cumplen 70 años de un momento clave en la historia de Palestina-Israel: la aprobación de la Resolución 181 de la Asamblea General de la ONU, por la que se decidió la partición de Palestina. Fruto de ella, el territorio se dividió en un Estado denominado "judío" (aunque en realidad es más apropiado calificarlo de "sionista"), que se haría realidad a partir de la declaración de independencia del líder sionista Ben Gurión el 14 de mayo de 1948; y por otra, un Estado denominado "árabe" (palestino) que, siete décadas más tarde, no ha logrado materializarse.

La Resolución 181 supuso una gran victoria para el movimiento colonial sionista, que ya había obtenido un triunfo importante treinta años atrás. Fue entonces cuando se publicó la Declaración Balfour, que mostró el apoyo británico al proyecto colonial de asentamiento sionista y de la que el pasado 2 de noviembre se ha conmemorado el centenario. Lo cierto es que el plan de partición culminó medio siglo de esfuerzos sionistas para establecer un Estado exclusiva o mayoritariamente judío en el mayor territorio posible de Palestina. Pero, ¿cómo crear un Estado exclusiva o mayoritariamente judío en un territorio en el que entre el 96-98% de la población no era judía? Esta pregunta es fundamental.

La decisión de la Asamblea General de las Naciones Unidas recomendó adjudicar un 56,5% del territorio a la comunidad colonizadora, que suponía un tercio de la población total que habitaba Palestina. Así, menos de la mitad del territorio, un 43,5%, se asignaba a la población autóctona  mayoritaria. Además, se proponía que las tierras más fértiles quedasen en manos sionistas. Estados Unidos y el lobby sionista presionaron a Estados pequeños como Filipinas, Haití y Liberia para que votasen a favor del plan y se quebrantó la Carta de la ONU al no consultar a la población.

Por entonces, la comunidad judía de Palestina (Yishuv) poseía entre un 6-11% de la tierra. Por tanto, el Plan de Partición de Palestina fue rechazado en primer lugar por la población nativa, que rechazaba tanto dividir su tierra con una población colona como el desigual reparto de la Resolución 181. En segundo lugar, también fue rechazado por los países de mayoría árabe vecinos, cuyas sociedades apoyaban masivamente al pueblo palestino pero que generalmente tuvieron unos líderes políticos que se aprovecharon de la causa palestina en su propio beneficio.

El nuevo Estado colonial contaría, según este plan de hace 70 años, con una población de más de 475.000 personas no judías (palestinas). Esto suponía cerca de un 45% de la población de ese Estado, lo cual contrariaba el objetivo sionista de conseguir cuanta más tierra posible con el menor número de personas no judías. Este elemento, en coherencia con su ideología, era considerado como un "problema" que solo podría resolverse en un contexto favorable mediante la aplicación de la transferencia o la expulsión forzosa del mayor número posible de población palestina. Así, en virtud de esta idea, el enfrentamiento que se desencadenó días después de la aprobación del Plan de Partición permitió iniciar este proceso: la limpieza étnica de Palestina. En especial, a partir del mes de marzo y abril de 1948 a través del Plan Dalet.  Así, en 1948 entre 750.000 y 800.000 personas palestinas fueron expulsados de sus hogares dando lugar a la Nakba (catástrofe) palestina, que incluyó masacres con cientos de asesinatos en lugares como Deir Yassin, Tantura, Lydda o Dawaima. Uno de los principales encargados fue el sionista Yosef Weitz, director del "Comité de Transferencia", quien pocos años antes plasmaba esos deseos en su diario: "En este país no hay sitio para dos pueblos (...) y la única solución es la tierra de Israel sin árabes".

La partición de Palestina se llevó a cabo, como proponía la Asamblea de la ONU, pero no según el plan de la Resolución 181. Más allá de los límites señalados por el mapa de la partición, Israel invadió Galilea occidental, Jerusalén oeste, Jaffa, Acre, Lydda, Ramla y cientos de pueblos palestinos. Según las últimas investigaciones, 615 localidades palestinas sufrieron la limpieza étnica. De los 14.500 kilómetros cuadrados adjudicados al Estado "judío" por la Resolución 181 se pasó a 20.850, de un total de 26.323 kilómetros cuadrados que constituían el área de Palestina. Esa expansión territorial que se inició en 1948 ha proseguido mediante continuadas conquistas militares (como la Guerra de Junio de 1967), la construcción del Muro de Apartheid y de anexión de territorios desde 2002 y, sobre todo, a través de la constante colonización de Jerusalén oriental y Cisjordania, en contra del Derecho Internacional y de la Declaración Universal de Derechos Humanos, aprobada precisamente en 1948. Como escribió el poeta palestino Mahmoud Darwish: "La tierra se ha estrechado para nosotros".

Por todo ello, en 1977, la Asamblea General de la ONU, en reconocimiento a los esfuerzos de las resistencias palestinas y en un intento de resarcir de algún modo una evidente injusticia, estableció que se observara anualmente el 29 de noviembre como Día Internacional de Solidaridad con el Pueblo Palestino. Fue una pequeña victoria del pueblo palestino sobre sus colonizadores y ocupantes, que no han logrado eliminar su arraigo a la tierra, su capacidad de resiliencia ni su identidad colectiva.

Cada año, el 29 de noviembre ofrece a la comunidad internacional la oportunidad de centrar su atención en el hecho de que la cuestión de Palestina aún no se ha resuelto y de que la población palestina aún no ha logrado alcanzar los derechos inalienables reconocidos por el Derecho Internacional, es decir, el fin de la ocupación militar y el desmantelamiento del Muro, el fin del apartheid y el derecho al retorno de la población refugiada (las tres demandas básicas del movimiento BDS), así como el derecho a la libre autodeterminación libre de injerencias externas y a la soberanía nacional.

No obstante, esa conmemoración puede quedar en otra anécdota más si no va acompañada de acciones que consigan el cumplimiento de estos principios por parte del Estado de Israel, que fue calificado como un Estado de apartheid en un informe de un organismo de la ONU en marzo de este 2017. La comunidad internacional no puede continuar lavando su conciencia ni maquillando su negligencia histórica tan solo con actos simbólicos y discursos sobre las negociaciones y la paz, al tiempo que consiente la perpetuación en pleno siglo XXI de un régimen colonial que asesinó a más de 500 niñas y niños de Gaza en el verano de 2014. Un Estado de apartheid que viola el Derecho Internacional y los Derechos Humanos de forma sistemática, que constantemente desestabiliza la región y que ha intentado, sin éxito, borrar del mapa a Palestina y al pueblo palestino.

El 18 de julio de 1948, David Ben Gurión escribió en su diario: "Tenemos que hacer todo lo posible para garantizar que [los palestinos] nunca regresen. Los viejos morirán y los jóvenes olvidarán". Por eso, el 29 de noviembre debe ser una jornada para el ejercicio de recuperación de la memoria de Palestina y de solidaridad con sus millones de personas refugiadas, que viven bajo apartheid y bajo colonización y ocupación militar. Un día contra el olvido, en el que recordamos que existir es resistir y en el que cabe seguir alimentando la esperanza.

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El genocidio contra los palestinos debe tener castigo. Solidaridad efectiva y no buenas palabras https://blogs.publico.es/voces-del-mediterraneo/2017/11/28/el-genocidio-contra-los-palestinos-debe-tener-castigo-solidaridad-efectiva-y-no-buenas-palabras/ https://blogs.publico.es/voces-del-mediterraneo/2017/11/28/el-genocidio-contra-los-palestinos-debe-tener-castigo-solidaridad-efectiva-y-no-buenas-palabras/#respond Tue, 28 Nov 2017 07:59:13 +0000 http://blogs.publico.es/voces-del-mediterraneo/?p=135 Continuar leyendo "El genocidio contra los palestinos debe tener castigo. Solidaridad efectiva y no buenas palabras"]]> Jalil Sadaka
Periodista, traductor y activista palestino

La masacre contra la población palestina de la franja de Gaza es el último eslabón de una cadena de masacres que comenzaron hace mas de un siglo, masacres que se enmarcan en un plan genocida y limpieza étnica contra el pueblo palestino. No es una afirmación gratuita sino es el resultado de un análisis objetivo de este conflicto que comenzó con la creación del movimiento sionista a finales del siglo XIX. Este movimiento se basaba en una falsa premisa: un pueblo sin tierra para una tierra sin pueblo, de modo que para movimiento sionista los palestinos no existen. Sin entrar en un detallado análisis histórico de la larga tragedia palestina,  y con el fin de refutar esta falacia solo cabe resaltar que el porcentaje de judío árabes residentes en palestina al principio del siglo XX no pasaba  del 5% de la población palestina, y  un siglo después los palestinos son una menoría que asediada, ocupada y amenazada.

El proyecto sionista se basó otro absurdo: convertir una religión en una nacionalidad. Algo tan disparatado como decir que todos los musulmanes son árabes o todos los católicos son españoles. Este disparate fue posible gracias a los medios económicos de los acaudalados judíos y la coincidencia de intereses entre las potencias coloniales occidentales de entonces, sobre todo Inglaterra, que estaba planificando mantenimiento de un control sobre el Oriente Medio que garantice sus intereses en la zona, en un momento que empezaba el descubrimiento del petróleo, esta circunstancias Contribuyeron a la materialización del disparate sionista.

La Nakba palestina empezó a fraguarse con la declaración de Balfuor- ministro de exteriores británico- en 1917, del que se ha cumplida recientemente un siglo. En virtud de este otro disparate el gobierno de su graciosa majestad se comprometió a crear un "un hogar nacional para los judío en palestina".

A partir de estos momentos se aceleró la colonización de tierras palestinas por judíos procedentes del centro y e este de Europa. Todo ello bajo el mandato británicos sobre Palestina, una vez acabada la II Guerra Mundial.

Los palestinos conscientes del plan sionista, comenzaron a organizar la resistencia ante invasión de colonos. Lo que provocó grandes revueltas en todo el territorio palestino, que obligaron a las autoridades inglesas a poner un aparente control sobre la invasión de colonos judíos. Los judíos empiezan a crear sus bandas armadas, la primera fue la Haganá fundado en 1920, mas tarde 1931, se creó otra organización sionista de carácter terrorista, Irgun. Las acciones de estas organizaciones iban dirigidas contra la población palestina con el fin de crear el pánicos entre esta población desarmada y por consiguiente obligarla a desaloja sus casas y abandonar el territorio, hubo infinidades de matanza contra la población civil destaca por su crueldad la de Deir Yasin, una ldea cercana a Jerusalén.

En 29 de noviembre 1947, Naciones Unidas  aprueba la resolución 181, por la que se dividía Palestina histórica en dos estados: un judío con el 55% de territorio, otro árabe palestino con el 45% , una partición rechazada por los palestinos por  injusta puesto que era inversamente proporcional al porcentaje de población palestina y judía. Lo que fue aprovechado por las organizaciones judías armada que comenzaron una campaña de extrema violencia para desalojo de los palestinos del todos el territorio. Más de 700, mil palestinos fueron obligados a dejar sus casas y refugiarse en países árabes vecinos sobre todo Jordania, Siria y Líbano. El numero de descendentes de esto refugiados que viven desde entonces en campos miseria amparados por la agencia de las naciones Unidad para los refugiados palestinos UNRWA, asciende  en la actualidad  a mas de 5 millones. El obligado éxodo masivo de palestinos se conoce con el término árabe de la Nakba.

Durante casi 70 años de aquella catástrofe o Nakba, la parte de Palestina que quedaba sin ocupar por Israel, fue menguando drásticamente, como consecuencia de las sucesivas guerras. En 1967, Israel convertido en un gran potencia regional con armas nucleares con suficiente potencial para destruir todo el mundo árabe, se apoderó del resto de los territorios que se habían anexionado a Jordania o lo se conoce por Cisjordania con Jerusalén este y la franja de Gaza y el Sinaí fueron conquistados militarmente a Egipto., aparte de los alto del Golan sirio.

Con esta conquista comienza una nueva etapa del plan sionista de crear el gran Israel, que se extiende desde el Eufrates hasta el Nilo. Es evidente que falta de población inmigrante judíos es el único obstáculo para completar su proyecto de gran Israel.

Es preciso conocer las ansias expansionistas del sionismo para entender su política actual, basada en la asimilación paulatina de los territorios ocupados, mediante la implantación de colonias que van creciendo y cercando a las poblaciones palestinas, convertidas en gueto. El objetivo es forzar esta población a abandonar su tierra por la fuerza. Esta política se lleva acabo a pesar de todos los supuesto planes de paz, hojas de ruta, que solo son maniobras de distracción y de división de los palestinos.

Gaza una pequeño territorio de 365 kilómetros cuadrados, densamente poblada por casi dos millones de palestinos, representa un obstáculo para plan sionista, cuya esencia es la creación de un estados judío puro al estilo nazi, no debemos olvidar que el 20% de la población del actual estados de Israel, son palestinos. Sin contar con casi 4 millones de palestinos en los territorios de Gaza y Cisjordania.

Hablamos al comienzo de este articulo de una genocidio, la ultima masacres de Gaza se enmarcan en este contexto o lo que el historiado judío. Israelí. Illan Pappe llama limpieza étnica de palestina. EEUU.y el resto de los países occidentales, no solo conocen muy bien esto planes sionistas, sino les prestan el poyo político, económico y militar necesario, lo que permite a Israel incumplir todas las resoluciones de las Naciones Unidad, sin que sea amonestado ni sancionado, de modo que Israel puede  actuar con total impunidad.

La credibilidad de las democracias occidentales queda en entredicho. Los gobiernos de mundo árabe y musulmán atado de pies y manos, pierden todo razón de ser ante sus pueblos, con las graves consecuencias se deriva, rebeliones populares conducidas por las corrientes islamistas más radicales. El auge los grupos radicales es consecuencia, no solo de la miopía del mundo occidental y su alineación con el sionismo contra cualquier movimiento panarabista, sino el interés del sionismo de debilitar el frente árabes de solidaridad con el pueblo palestino, los gobiernos occidentales ya que no se molesta, ni siquiera  en salvar la cara a los gobiernos corruptos feudales para mantener sus lazos con sus hermanos palestinos, sino les ha convencido en buscar enemigos alternativos al sionismo, con la provocaciones de guerra sectarias dentro del mundo musulmán.

Occidente, sobre todo la UE debe reaccionar rápido, asumiendo su responsabilidad, ante este genocidio. Es imprescindible imponer sanciones a Israel. España un país con gran sensibilidad, amistad tradicional con los árabes, debe lidera este cambio de postura occidental. Como primer paso debe dejar de vender armas a israel, que no duda en masacrar a la población civil palestina. Un mensaje clara a Israel en este momento consiste en la suspensión de los acuerdo preferenciales con UE... y obligar al gobierno de Israel a cumplir con la resoluciones de  los organismos internacionales.

Esto sería el primer paso para conseguir una solución justa y duradera. Los palestinos han renunciado, obligados por las circunstancias, al sueño de crear un estado laico democrático, en el que convivan judíos, musulmanes y cristianos en igualdad de condiciones. Una solución parecida a la de Sudáfrica, que fue impuesta con la caída del apartheid, gracias sobre todo a las presiones económicas. Ahora los palestinos aceptan crear su estado sobre los territorios ocupados en 1967, que suponen 22% de palestina histórica, y una solución que contempla el derecha al retorno de los refugiaos, pero Israel tiene otros planes, como lo ha mostrado últimamente en Gaza. Los crímenes de Gaza deben ser castigados, para restaurar la credibilidad en los instituciones internacionales, dejando  de actuar con doble rasero,  Israel no puede matar, destruir, asediar a una población sin el menor respeto a las normas internacionales, Israel no puede ocupar expulsar a los palestinos  y seguir gozando del  apoyo  del mundo occidental, para continuar su genocidio palestino.

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Manuela Carmena y el Ayuntamiento de Madrid se ahogan en su complicidad con los crímenes de Israel https://blogs.publico.es/voces-del-mediterraneo/2017/11/09/manuela-carmena-y-el-ayuntamiento-de-madrid-se-ahogan-en-su-complicidad-con-los-crimenes-de-israel/ https://blogs.publico.es/voces-del-mediterraneo/2017/11/09/manuela-carmena-y-el-ayuntamiento-de-madrid-se-ahogan-en-su-complicidad-con-los-crimenes-de-israel/#respond Thu, 09 Nov 2017 08:00:11 +0000 http://blogs.publico.es/voces-del-mediterraneo/?p=124 Continuar leyendo "Manuela Carmena y el Ayuntamiento de Madrid se ahogan en su complicidad con los crímenes de Israel"]]> Daniel Lobato
Activista. Integrante de la RESCOP (Red Solidaria contra la Ocupación de Palestina)

El lunes 6 de noviembre el Presidente de Israel, Reuven Rivlin, fue recibido con todos los honores en el Ayuntamiento de Madrid donde le fue entregada la llave de oro de la ciudad por la Alcaldesa Manuela Carmena, acompañada del Segundo Teniente de Alcalde Ignacio Murgui y otros concejales de la oposición del PP, PSOE y C’s.

El acto se ha celebrado en el mismo Palacio de Correos en el que desde hace dos años cuelga una pancarta con el texto Refugees Welcome (Bienvenidos Refugiados). El gobierno de Ahora Madrid declaró oficialmente en 2015 que la lona con ese mensaje quería expresar la solidaridad de la ciudadanía madrileña con la dramática situación de los refugiados y "mostrar su apoyo por los Derechos Humanos y cómo desde los municipios se puede colaborar en este tipo de crisis desde el afecto y el compromiso de la ciudad con las víctimas de los conflictos bélicos".

El oxímoron de ambos mensajes (Refugees Welcome+Israel Welcome) en el mismo espacio institucional revela una profunda hipocresía y desprecio a las personas refugiadas, y específicamente la imagen que emitieron Manuela Carmena y Nacho Murgui aplaudiendo al Presidente israelí bajo esa pancarta repugna a quienes defendemos los Derechos Humanos, y nos sitúa frente a ellos, frente a quienes son cómplices de su vulneración.

Israel ha sido, y continúa siendo sin descanso, el mayor fabricante de personas refugiadas del planeta. La pretensión colonial sionista de expulsar y reemplazar a casi toda la población nativa de Palestina no ha concluido, por si alguien tiene dudas de cuál es el motor y objetivo ideológico de ese estado desde que fue creado por occidente.

Las refugiadas palestinas alcanzan los 8 millones de personas. Casi seis millones registrados por la ONU (UNRWA) producto de la limpieza étnica cometida por Israel en 1948, un millón más tras la guerra de 1967 y ocupación del resto de Palestina, casi medio millón de israelopalestinos (llamados árabes-israelíes) desplazados internos forzados dentro del propio estado sionista, y el medio millón restante lo forman las personas de Cisjordania y Jerusalén-Este que día a día sigue expulsando Israel de sus tierras.

Ni siquiera la guerra en Siria, 5 millones de sirios y sirias exiliadas del país (descontando los desplazados internos sirios que van retornando poco a poco a lo que queda de sus hogares) ha alcanzado los números y la dimensión histórica de la catástrofe humana palestina perpetrada por Israel. De hecho, cientos de miles de palestinos se han convertido en refugiados por tercera vez al huir de Siria por la guerra, país al que llegaron hace décadas expulsadas por las fuerzas sionistas. De las miles de personas ahogadas estos años en el ensangrentado mar Mediterráneo por las crueles políticas de la UE -que Ahora Madrid supuestamente denunciaba con su pancarta- muchas eran palestinas. Carmena reclama a Rajoy que cumpla las mezquinas cuotas de la UE sobre refugiados, mientras aplaude al presidente de una entidad que no sólo ha generado 8 millones, sino que en la actual crisis humanitaria ha acogido a... 0 personas refugiadas, no vaya a ser que esos refugiados pongan en peligro la racista y mitológica etnicidad de su estado.

Si la pancarta municipal de Refugees Welcome pudiera hablar de los aplausos de Manuela Carmena y Nacho Murgui al Presidente de Israel, ¿qué nos diría?

Nos diría que no se trata únicamente de las refugiadas y refugiados palestinos.

Se trata de la blindada impunidad que occidente otorga a los crímenes israelíes y sus vulneraciones de Derechos Humanos durante 70 años. La anatomía del instante captado por la cámara con los aplausos congelados de la alcaldesa y su concejal nos habla de los cargos políticos occidentales que son cómplices, en un álbum fotográfico de la vergüenza del que ahora forman parte. A la oposición política en el Ayuntamiento ya se le presupone.

Se trata de las decenas de resoluciones de la ONU incumplidas por Israel, entre ellas la 194 que dictamina el derecho al retorno de los palestinos y palestinas, la legislación humanitaria internacional sobre personas refugiadas, el IV Convenio de Ginebra sobre protección de civiles, la sentencia del Tribunal de la Haya sobre el muro en Cisjordania de 2004, la Convención de los Derechos del Niño, la propia Declaración Universal de DDHH, etc. Se trata también de una ocupación militar condenada internacionalmente y a la vez consentida, de masacres periódicas de miles de civiles en el mayor campo de concentración del mundo, Gaza, y se trata de las más de 70 leyes internas israelíes para discriminar a su propia población israelopalestina como la Sudáfrica del Apartheid contra la población indígena africana. Todo ello forma un homenaje enciclopédico a la hipocresía y a la impunidad legal celebrada entre aplausos y llaves de oro entregadas a Israel.

Hace tan sólo tres años La Roda de Andalucía (Sevilla) fue la pionera en proclamar el Boicot a Israel (movimiento internacional BDS), y desencadenó una explosión imparable en ayuntamientos y diputaciones que han decidido defender activamente los Derechos Humanos sumándose a los Espacios Libres de Apartheid Israelí (ELAI). Hoy ya son 80 administraciones locales del estado, -más de dos al mes desde entonces- y en aumento. En todo el mundo el Boicot a Israel al que nos apeló el pueblo palestino suma fuerzas sin descanso: universidades, instituciones, eventos culturales y deportivos e incluso empresas y fondos de inversión internacionales. Su impacto busca conducir a Israel a la legalidad internacional en la que nunca estuvo, de la misma forma que se condujo a Sudáfrica a abolir el Apartheid mediante el boicot internacional.

En lugar de seguir el digno camino de los ayuntamientos y diputaciones del estado que han apostado activamente por los Derechos Humanos, el Ayuntamiento de Madrid utiliza su pancarta de Refugees Welcome como alfombra para que sea pisoteada por el Presidente israelí en su entrada triunfal a la sede municipal.

No sabemos que es peor. Si que Manuela Carmena (premio nacional de Derechos Humanos en 1986) ha tenido miedo o que sus convicciones han cambiado. Una alcaldesa que apelaba hace poco a la "rebeldía" contra el terrorismo debería saber que los crímenes contra la humanidad cometidos por los estados son una definición del terrorismo (de Estado) frente al que reclamaba "rebeldía". Quizá ha sido miedo frente a la campaña intoxicadora sionista -y de muchos medios occidentales- que acusa de antisemitas a quienes ejercen y defienden el boicot a Israel. No, no somos antisemitas. No sólo no somos antisemitas porque los palestinos son semitas, sino porque tampoco somos antijudíos. Innumerables personas judías son nuestras compañeras en la campaña por el Boicot, incluso centenares de supervivientes del Holocausto. El boicot a Sudáfrica tampoco era anti-blancos. Era un boicot contra un régimen institucionalizado de crímenes y racismo.

Con respecto a Nacho Murgui, el Segundo Teniente de Alcalde de Madrid, nos podemos plantear la misma pregunta: miedo o cambio de convicciones. Poca gente sabe que la música con la que se iniciaba el programa de La Tuerka de Pablo Iglesias era de una canción del grupo de música de Murgui (Hechos Contra el Decoro) que tenía hace años. Su aplauso congelado en la foto con el presidente israelí es un sarcasmo histórico que se arroja él mismo contra el decoro de los Derechos Humanos. Murgui cantaba hace veinte años La Danza de los Nadie reivindicando a los desposeídos del planeta. Hoy Murgui ha convertido a los palestinos en nadie: no como reivindicación, sino como eliminación.

No necesitamos a políticos que actúen con miedo en la defensa de los Derechos Humanos. Y si han cambiado sus convicciones sobre los Derechos Humanos, tampoco les necesitamos.

Danza de los nadie (Hechos contra el Decoro-1998)
(...)
Piedras y carreras contra equipados matones, los
siempre golpeados cansados de ser ratones, son
salvajes gatos enfrentados a las razones de la
economía privada y sus instituciones.

Máquina de guerra ingobernable, garra de
la gente de la calle, un, dos, un dos tres,
arriba, un esfuerzo más. Los coches
cruzados en la calzada

detendrán el paso de la banda uniformada,
se oyen las sirenas, llueven las pedradas, el
fuego iluminará la madrugada.

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https://blogs.publico.es/voces-del-mediterraneo/2017/11/09/manuela-carmena-y-el-ayuntamiento-de-madrid-se-ahogan-en-su-complicidad-con-los-crimenes-de-israel/feed/ 0
100 años de barbarie bastan https://blogs.publico.es/voces-del-mediterraneo/2017/11/01/100-anos-de-barbarie-bastan/ https://blogs.publico.es/voces-del-mediterraneo/2017/11/01/100-anos-de-barbarie-bastan/#respond Wed, 01 Nov 2017 08:00:31 +0000 http://blogs.publico.es/voces-del-mediterraneo/?p=117 Continuar leyendo "100 años de barbarie bastan"]]> Ana Sánchez
Activista BDS
Javier Díaz
Integrante de la Coordinadora ‘Andalucía con Palestina'

Cuenta una conocida fábula, que hace ya muchos años, en una lejana aldea, una pareja de científicos decidió investigar qué pasaba si metían a una rana en un cazo de agua hirviendo. En un primer momento, el científico cogió a la rana e intentó meterla en un cazo con agua hirviendo. La rana, asustada, brincó todo lo que pudo y corrió a esconderse en un rincón. Tras este primer intento, la pareja decidió modificar ligeramente las condiciones del experimento y meter a la rana en una olla a temperatura ambiente e ir aumentando progresivamente la temperatura. La rana se metió de buen grado en la olla, empezó a notar el calor y se relajó, dejándose llevar y disfrutando del baño. Empezaron las burbujas, el calor siguió aumentando y cuando la rana se dió cuenta de lo que estaba pasando ya era demasiado tarde: sus músculos no reaccionaron, perdió el sentido y murió escaldada.

Hace 100 años, tras la declaración Balfour, el entonces imperio británico metió al pueblo palestino en una olla imaginaria y desde entonces, la temperatura no ha parado de subir. Treinta años después de Balfour, en 1947, la recién creada ONU, subió la temperatura con el Plan de las Naciones Unidas para la Partición de Palestina y la Resolución 181. En 1948 hubo un drástico aumento de los grados con los que la población palestina comenzó su periplo de resistencia: la Nakba, el "desastre palestino", un proceso de limpieza étnica de vastos territorios de Palestina llevado a cabo por el movimiento sionista para permitir la creación del Estado de Israel. La temperatura siguió in crescendo hasta 1967, con el comienzo de la ocupación militar de Gaza, Cisjordania y Jerusalén Este y hasta la fecha, ha seguido subiendo exponencialmente con la construcción del muro desde el 2002, las masacres de Gaza en el 2009 y 2014 y un largo listado de atrocidades que no hacían sino echar más y más leña al fuego.

Y es que esta olla simbólica no es otra cosa que la Nakba constante y continua del pueblo palestino. Un proceso de limpieza étnica perpetrado con el apoyo explícito y el silencio cómplice de nuestros gobiernos.  La única diferencia es que, en comparación con la rana de la fábula, el pueblo palestino no se ha dejado llevar, todo lo contrario, ha demostrado que tras décadas de colonialismo, desposesión y apartheid, son un ejemplo de lucha y resistencia.

Esta adaptación del pueblo palestino a las circunstancias más adversas tiene mucho que ver con unas profundas raíces que se asientan sobre la tierra que habitan. Quienes sí hemos actuado como la rana de la fábula, acomodándonos al sufrimiento ajeno, hemos sido nosotros y nosotras, la llamada comunidad internacional, que lejos de correr a apagar el fuego, hemos mirado hacia otro lado pensando que la cosa no iba con nosotras o, aún peor, hemos prestado cerillas a quienes subían la temperatura de los fogones. Nos hemos acostumbrado a la macabra presencia del sufrimiento del pueblo palestino en las noticias. A las tiranas excusas del gobierno israelí, la Unión Europea y los Estados Unidos, a las restricciones en la libertad de movimiento, a las demoliciones de casas, a las detenciones administrativas, a la expansión de los asentamientos, al bloqueo de la Franja de Gaza, a la denegación del derecho al retorno a más de 7 millones de personas...nos hemos acostumbrado (y normalizado) al régimen israelí de ocupación, colonialismo y apartheid contra el pueblo palestino.

Por eso hoy, cuando se cumple un siglo de la Declaración Balfour, pedimos a nuestros cargos públicos, a todos los gobiernos locales y autonómicos del Estado español y a nuestros representantes en el gobierno de España que no contribuyan a alargar más la agonía de un pueblo que ha resistido por décadas los envites de la impunidad, la falta de justicia y los procesos de paz. Basta de normalizar relaciones con un Estado profundamente anormal, basta de proporcionar ayuda material a la comisión de flagrantes vulneraciones de derechos humanos, basta, en definitiva, de impunidad.

Simone de Beauvoir decía que ser libres es querer la libertad de los demás, y nosotros y nosotras, queremos vivir en un mundo libre. 

Acabar con el ciclo de la impunidad que permite a Israel mantener este sistema de apartheid y colonialismo es capital para que la justicia se imponga a la ley de la selva que hoy impera en Palestina. Si continuamos obviando los cuantiosos crímenes de guerra y contra la humanidad perpetrados por Israel estaremos alimentando la barbarie y abandonando definitivamente la creación de un mundo basado en la justicia.

El papel de España, social y culturalmente muy próxima a Oriente Medio, reside en la construcción de puentes basados en la ley, el cumplimiento del derecho internacional y el empuje decidido en la defensa de los derechos humanos. Desde las más de 70 instituciones públicas declaradas Espacios Libres de Apartheid Israelí (ELAI) se están dando pasos en la dirección correcta: la de no contribuir por acción u omisión con los crímenes perpetrados por Israel contra los palestinos, así como la de combatir la islamofobia y el antisemitismo, alimentados por Israel a través de una narrativa tóxica cargada de prejuicios y falacias sobre la similitud entre el judaísmo e Israel.

En los últimos meses, decenas de ayuntamientos están recibiendo llamadas, amenazas y demandas por pronunciarse a favor de la defensa del derecho internacional y de los derechos humanos. Los ataques a la soberanía local, las amenazas a cargos públicos y las falsas acusaciones de delitos de odio contra las instituciones de todos y todas, no son más que el traslado de la guerra sucia de Israel contra el pueblo palestino a nuestro país. El lobby israelí pretende silenciar cualquier atisbo de solidaridad efectiva con el pueblo palestino y privar a la ciudadanía y a sus representantes de la posibilidad de defender los derechos humanos con los instrumentos legales disponibles. Desde aquí les recordamos que denunciar las sistemáticas vulneraciones de derechos cometidas por un Estado profundamente racista y discrimanatorio no es una cuestión de solidaridad, es una obligación moral y legal.

A 100 años del inicio del mayor y más longevo proceso de colonización de la historia contemporánea, defender el Estado de derecho y las instituciones públicas frente al lobby israelí es imprescindible para luchar contra la ocupación, la colonización y el apartheid en Palestina.

Es por ello que hacemos nuestras las palabras de Richard Falk (antiguo Relator Especial de las Naciones Unidas) sobre la campaña BDS (Boicot, Desinversiones y Sanciones) que lidera la sociedad civil palestina: "no sólo es un instrumento esencial para cambiar las relaciones poder; es el único instrumento viable en este momento".

Por el derecho a defender derechos; por la justicia, la libertad y la igualdad, a 100 años de Balfour lanzamos una petición a todos los cargos públicos e instituciones pública de nuestro país: Ni un paso atrás: silencio es complicidad.

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Noam Chomsky e Ilan Pappé hablan sobre Palestina. https://blogs.publico.es/voces-del-mediterraneo/2017/09/15/noam-chomsky-e-ilan-pappe-hablan-sobre-palestina/ https://blogs.publico.es/voces-del-mediterraneo/2017/09/15/noam-chomsky-e-ilan-pappe-hablan-sobre-palestina/#respond Fri, 15 Sep 2017 08:00:56 +0000 http://blogs.publico.es/voces-del-mediterraneo/?p=112 Continuar leyendo "Noam Chomsky e Ilan Pappé hablan sobre Palestina."]]> José  Abu-Tarbush
Profesor titular de Sociología en la Universidad de La Laguna (Tenerife)

Noam Chomsky e Ilan Pappé no requieren mayor presentación, ambos son ampliamente conocidos por sus respectivas obras académicas, pero también por su activismo político. Además de su contribución a la lingüística, Chomsky es un autor de referencia por sus numerosos ensayos políticos, críticos con el capitalismo y, en particular, con la política exterior de Estados Unidos. De manera semejante, la obra de Pappé es fundamental para comprender los cimientos coloniales en los que se asienta el Estado israelí, que sigue prolongando uno de los conflictos más enraizados en la sociedad internacional.

A su vez, Pappé también es uno de los más distinguidos y productivos autores de los denominados –en su momento– "nuevos historiadores israelíes".  Un grupo integrado por historiadores y sociólogos que, después de investigar en los archivos israelíes, invirtieron el relato oficial de Israel sobre los acontecimientos que rodearon la construcción de su Estado en 1948 y la consiguiente tragedia de los refugiados palestinos. Su libro La limpieza étnica de Palestina (Barcelona: Crítica, 2008) es un claro ejemplo, incluso trascendió el marco académico y se convirtió en un auténtico best seller.

Esta obra viene a ser una continuación de la anteriormente titulada Gaza en Crisis. Reflexiones sobre la guerra de Israel contra los palestinos (Madrid: Taurus, 2011), editada también por Frank Barat, con gran éxito y traducida a numerosos idiomas. Junto a su actualización temática, introduce la novedad de que las respuestas son fruto de una conversación cara a cara y no de una larga correspondencia electrónica. Esta fluidez se advierte en el texto con las diferentes matizaciones o precisiones,  perspectivas e incluso discrepancias (por ejemplo, sobre el boicot académico), con un enriquecimiento del debate.

Organizada la conversación en tres grandes bloques temporales (pasado, presente y futuro), Chomsky y Pappé intercambian sus puntos de vistas sobre los más diversos aspectos en torno a la cuestión de Palestina: la naturaleza colonial del movimiento sionista y de Israel como colonia de asentamiento; las similitudes y diferencias con la Sudáfrica del apartheid; el movimiento de solidaridad con el pueblo palestino y la campaña del BDS (Boicot, Desinversión y Sanciones a Israel); unido a las perspectivas sobre la solución de los dos Estados o solo uno.

La obra se complementa con algunos artículos específicos de ambos autores en torno a las sucesivas agresiones israelíes a la Franja de Gaza  ("genocidio progresivo" lo denomina Pappé); además de un estudio preliminar del mismo  Pappé que, de manera esclarecedora, sistematiza tanto el diálogo con Chomsky como algunas reflexiones que, bajo el título de "Conversaciones antiguas y nuevas", recoge la dramática evolución política en Israel/Palestina y en toda la región.

En concreto, considera necesario la "búsqueda de nuevas ideas" e "incluso de un nuevo lenguaje para Palestina" debido, entre otras paradojas, primero, a que los logros y, en particular, el cambio experimentado favorablemente por la opinión pública mundial sobre Palestina no ha tenido un impacto efectivo sobre la realidad por el apoyo que recibe Israel de "las élites económicas y políticas de Occidente"; segundo, el adoctrinamiento de la sociedad israelí, con una imagen favorable de su Estado, pese a las críticas que recibe del exterior; tercero, a que las críticas y condenas de determinadas políticas israelíes no alcanzan al "régimen y la ideología que produce dichas políticas"; y cuarto, a que el conflicto se barniza como "una historia multifacética y compleja, difícil de entender y más aún de resolver", cuando en realidad se trata de "una simple historia de colonialismo y usurpación". De ahí que Pappé abogue por un nuevo diccionario en el que términos como limpieza étnica, apartheid, colonialismo, descolonización, cambio de régimen y solución de un solo Estado, entre otros, sean centrales.

En suma, Chomsky y Pappé hacen una lectura crítica de los principales hechos y acontecimientos de este prolongado conflicto colonial (no entre Palestina e Israel como si se trataran de dos entidades semejantes); además de exponer la relación existente entre poder y producción del conocimiento. En esta dinámica, desvelan la inconsistencia de términos tan estandarizados o acuñados como "proceso de paz" o "solución de los dos Estados", cuando la realidad sobre el terreno muestra que son una mera cortina de humo de la que se ha servido Israel para amortiguar o neutralizar las críticas, ganar tiempo y seguir implementando su política colonial, de hechos consumados, con la apropiación de más territorio palestino; además de la creciente fragmentación y guetización de la población palestina, unido al continuado bloqueo de Gaza desde hace una década.

Sin olvidar la discriminación de los palestinos en Israel,  sobre los que también ha escrito una obra Ilan Pappé, Los palestinos olvidados. Historia de los palestinos de Israel (Madrid: Akal, 2017); y las diferentes agrupaciones de la diáspora palestina que en no pocos casos, como en el más reciente de los refugiados palestinos en Siria,  se han visto forzadas a nuevos desplazamientos.

Con todas estas implicaciones, que remiten mucho más atrás de la ocupación israelí en 1967, es difícil no advertir que mientras persista el régimen de apartheid se seguirá perpetuando esta prolongada segregación y opresión. De ahí la importancia de abordar esa dimensión histórica: primero, para comprender mejor "por qué continúa el conflicto"; y segundo, para cambiar "el punto de vista político sobre la cuestión palestina" al mostrar cómo "el conocimiento fue manipulado" mediante ese mencionado lenguaje ("proceso paz", "solución de los dos Estados", entre otros términos).

Semejante lenguaje es, a su vez, empleado no sólo por la diplomacia internacional, sino también, de manera un tanto ingenua y equivocada, por gente bienintencionada, amigos y amigas de Palestina y movimientos de solidaridad; e incluso por la propia Autoridad Palestina, probablemente por "carecer de otras alternativas" o por "desesperación" como apunta Chomsky.

Ambos autores no se andan con rodeos para denominar las cosas por su nombre. Conscientes de la coyuntura actual, insisten en, primero, identificar clara y correctamente el problema, señalando el carácter colonial del movimiento sionista y de Israel "como un Estado racista"; y segundo, redoblar los esfuerzos para cambiar la política de Estados Unidos, pues su apoyo resulta "decisivo" para que Israel siga manteniendo un comportamiento de Estado paria a semejanza de la Sudáfrica del apartheid.

(*) Reseña del libro de Noam Chomsky e Ilan Pappé 'Conversaciones sobre Palestina' Navarra: Txalaparta, 2017 (240 páginas). Traducción de Clorinda Zea.

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¿Cómo acabar con el terrorismo islamista? https://blogs.publico.es/voces-del-mediterraneo/2017/08/26/como-acabar-con-el-terrorismo-islamista/ https://blogs.publico.es/voces-del-mediterraneo/2017/08/26/como-acabar-con-el-terrorismo-islamista/#respond Sat, 26 Aug 2017 09:42:52 +0000 http://blogs.publico.es/voces-del-mediterraneo/?p=103 Continuar leyendo "¿Cómo acabar con el terrorismo islamista?"]]> Mussa’ab Bashir
Periodista gazatí. Analista de Asuntos Israelíes y ex prisionero político palestino

El terrorismo islamista es un problema que no está afectando sólo a las sociedades árabe-musulmanas sino también las sociedades occidentales. Las entretejeduras históricas, geopolíticas y la colonización y descolonización del mundo árabe-musulmán han hecho que las sociedades "occidentales" tengan minorías árabe-musulmanas.

Para "secar las fuentes del terrorismo" se necesita ir mucho más allá de la opción de seguridad. Se necesita saber cuáles son las fuentes intelectuales de este modo de pensar nefasto y oscurantista.

Hay bastantes imanes que absorbieron esta ideología islamista basada en una lectura superficial, miope y regresiva del Corán, pero sobre todo basándose en una lectura que se articula con libros del legado islámico a los que los poderes políticos antiguos, y actuales, en el mundo árabo-musulmán les dieron un estatus casi sagrado.

Ejemplos de estos libros son Sahih Al-Bujari y Sahih Muslim, considerados por muchos clérigos musulmanes sunnís como "los libros más correctos después del Corán" y que contienen contienen docenas de miles de Hadith (dichos del profeta Muhammad). El hecho de que los escritores de estos libros nacieran dos siglos después de la muerte del profeta del Islam es una evidencia de la intervención política para justificar muchas atrocidades y, desgraciadamente, muchas atrocidades cometidas por Daesh fueron copiadas literalmente de estos dos libros.

Sahih Al-Bujari y Sahih Muslim no son las únicas "fuentes". Los libros de interpretación del Corán como los de Al-Yalalain, Ibnu Kazir, Al-Qurtubi, Sayid Qutb...etc, tienen un enfoque oscurantista que se traduce en el modos operandi de Daesh en Iraq y Siria. La lista de libros de jurisprudencia, Fatwa (instrucción u opinión religiosa) e interpretación es muy larga.

Todas las facultades de jurisprudencia islámica en las universidades públicas o privadas en los países árabes enseñan el mismo tipo de libros. Instituciones religiosas muy importantes en el Islam sunní como Al-Azhar en Egipto, la Universidad Azaituna en Túnez, la Universidad Al Qarawiyyine en Marruecos o, evidentemente, las instituciones religiosas de Arabia Saudí y las monarquías árabes del golfo pérsico, enseñan la jurisprudencia de la "superioridad" de los musulmanes sobre los demás y el odio a todo lo que no es musulmán. Hablan de la "tutela" de los hombres sobre las mujeres, de obedecer al gobernador musulmán aunque sea un tirano porque es mejor que ser gobernado por un no musulmán. Se trata de una jurisprudencia homófoba que considera la música un pecado, sin embargo no considera pecado la esclavitud o matar a los infieles. Esto último necesita el acuerdo del gobernador, lo que significa que no está mal según esta jurisprudencia perversa.

Pero lo peor de todo es que los pensadores islámicos iluminados son perseguidos, encarcelados y asesinados en dichos países, muchas veces con el beneplácito de los gobiernos. Entre los casos más destacados se encuentra el pensador islámico iluminado egipcio Farag Foda quien comprobó que el Corán y el sentido común no son contradictorios y que la jurisprudencia dominante es falsa. Foda fue declarado infiel por los imames de Al-Azhar y luego asesinado en 1992 por dos extremistas. Uno de estos extremistas fue condenado a muerte y el otro a cadena perpetua, aunque finalmente fue puesto en libertad en 2012. En Arabia Saudí el pensador Hasan Al-Maliki fue detenido y torturado varias veces por la policía religiosa de la monarquía saudí por haber sido "un coranista", es decir, una persona que tienen en cuenta solo el Corán y no los libros del legado islámico.

Muhammad Abdallah Nasr, un joven graduado de Al-Azhar, fue el imán en la plaza Tahrir durante el levantamiento popular egipcio contra el dictador Mubarak. Detrás de él hombres y mujeres rezaban codo con codo, literalmente, algo que contradice la jurisprudencia de Al-Azhar. Muhammad Abdallah Nasr fue atacado por los Hermanos Musulmanes y por Al-Azhar debido a sus opiniones que se basan en el Corán y que abogaban por la libertad de fe, por las libertades personales y por que el velo no fuera ninguna obligación para la mujer musulmana. Su postura fue firme al exponer las contradicciones y atrocidades en los libros del legado islámico y en varios debates con sheijs e imanes de Al-Azhar dijo que estos libros son el tronco común entre Al-Azhar y Daesh. El jefe o el gran Sheij de Al-Azhar lo consideró por ello "un enfermo perdido". Muhammad Abdallah Nasr fue finalmente detenido hace unos meses por las autoridades egipcias y condenado a cinco años de cárcel por "desprecio a las religiones".

Sorprendentemente cada año, y sobre todo durante el mes de ayuno de Ramadán, muchos imanes oscurantistas y corruptos vienen a Europa, incluida España que es para ellos "la tierra del paraíso perdido de Al-Andalus". Llegan para predicar su versión antihumana de la religión. Obtienen visados sin problema, entran, se mueven y propagan su veneno sin ninguna restricción. En España hay una cadena de televisión que se encuentra en "el paraíso perdido" que difunde este tipo de jurisprudencia.

Por esto mismo, lo que sorprende todavía más es la pregunta inocente de cómo se radicalizaron los chavales que mataron a 15 personas en Catalunya.
Si los gobiernos occidentales saben que los nidos del terrorismo son las instituciones de los Estados clientes o socios entonces estamos ante un desastre. Pero si no lo saben entonces el desastre es peor, como dice el proverbio árabe.

Los terroristas que mataron a personas en España, Francia, Inglaterra y otras partes de Europa son europeos: o nacieron en Europa o estudiaron en las escuelas europeas. Así que es legítimo hacerse las siguientes preguntas: ¿Qué valores aprendieron estos jóvenes en las escuelas? ¿En el seno de qué tipo de familias crecieron? ¿Qué tipo de intervención social se hizo con estas familias? ¿Podemos decir que es consecuencia de un horroroso fracaso de los sistemas educativos, sociales y de integración?

Propuestas
Los gobiernos deberían revisar sus relaciones y políticas con los países árabe-musulmanes que institucionalizan el terrorismo, pero, lo más importante es que se inviertan más en educación.

Hay que facilitar la creación de foros alternativos. Las ideas del islam civilizado tienen que formar parte de charlas en centros culturales y otros lugares donde se debe invitar a los y las musulmanas a que participen activamente. Las mezquitas deben obtener permisos y sus imanes deben acudir a encuentros en centros culturales sobre el tema. Así se puede desmantelar y anticipar los focos del terrorismo.

Las obras y predicaciones de pensadores islámicos como Muhammad Shahrour, autor del libro "Secar las fuentes del terrorismo" (2008) que escribió muchas obras con un interesante enfoque del Islam, Adnan Ibrahim, el lucido predicador que vive en Europa, entre otros, son un magnífico material para incluir en asignaturas y pueden salvar el futuro de muchos niños y niñas musulmanes, además de las vidas de otras personas.

Estos pensadores valdrían también para formar a aquellas personas (musulmanas o no), como gente trabajadora social, que estén encargadas de atender las necesidades de las numerosas familias de migrantes que llegan.

Y no nos olvidemos de las mezquitas, las iglesias y otros lugares religiosos. Todos deben estar en el foco de atención, deben atestar ante el Estado una postura clara en cuanto a la violencia y la aceptación mutua. No entiendo por qué no se aplica la fuerza de la ley sobre unos imanes que llevan años llamando al odio pero sí se aplica sobre supuestos difamadores, personas que presuntamente enardecen el terrorismo en redes sociales.

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El Rif, conquistar lo físico a través de lo virtual https://blogs.publico.es/voces-del-mediterraneo/2017/07/14/el-rif-conquistar-lo-fisico-a-traves-de-lo-virtual/ https://blogs.publico.es/voces-del-mediterraneo/2017/07/14/el-rif-conquistar-lo-fisico-a-traves-de-lo-virtual/#respond Fri, 14 Jul 2017 07:00:00 +0000 http://blogs.publico.es/voces-del-mediterraneo/?p=96 Continuar leyendo "El Rif, conquistar lo físico a través de lo virtual"]]> YOUSSEF OULED
Periodista y activista

Abundan los testimonios (y vídeos) de periodistas silenciados, expulsados, acosados, golpeados, cámaras rotas, móviles aplastados bajo botas policiales, requisadas por cubrir las protestas, los abusos, la represión. Este texto habla de los y las activistas de la información y periodistas gracias a las cuales sabemos qué sucede en el Rif.

Muchas son las similitudes entre las revoluciones democráticas (término preferido en el Rif, puesto que el concepto de árabes les excluye) del año 2011 y las que se están sucediendo actualmente al norte de Marruecos. Cierto es que los levantamientos populares que tienen lugar son el resultado del olvido, la marginación y la represión iniciada en 1956 tras la independencia, bombardeados con Napalm dos años después por el entonces príncipe y más tarde monarca Hassan II, que no dudo en usar metralla para sofocar las revueltas contra la carestía de la vida en la región, allá por 1984.

Las primaveras democráticas fueron un aliciente más, en Alhucemas, corazón del Rif y epicentro de las protestas hoy, se saldaron con la muerte de cinco jóvenes cuyos cuerpos fueron calcinados en la sucursal del Banco Popular marroquí, muertes todavía sin esclarecer. Preguntados sobre la relación de las actuales protestas con las de entonces, los activistas responden: "del Movimiento 20 de Febrero (M20F) aprendimos mucho" y por ello aseguran que no cometerán los mismos fallos. A nadie se le escapa que integrantes de aquella primavera forman parte de las protestas de hoy.

Hay muchas similitudes entre el M20F y la situación actual generada por el Movimiento Popular del Rif (Hirak). Empecemos por el principio: todo comenzó en Túnez, un joven se inmoló para protestar contra la precariedad y la falta de derechos, en Marruecos fue emulado por otro joven en la ciudad de Safi y más tarde cuarenta profesores trataron de quemarse vivos en Rabat. Hoy Mohssine Fikri, que murió tratando de salvar su único medio de vida, ha supuesto la chispa que encendió la mecha para poner fin la hogra (humillación) del Estado.

Entonces se hablaba de demandas económicas y sociales, en Marruecos a diferencia de los demás países, no se pedía un cambio de régimen, se hablaba de una democratización que debía pasar por una monarquía parlamentaria, que no consiguieron. A cambio obtuvieron una constitución "dada" no consensuada ni debatida con la población, elaborada por los mismos actores a quienes se cuestionaba, y una monarquía constitucional. Es decir, se cambió el cascarón.

Aunque hoy en el Rif (y buena parte de Marruecos) se ha trasladado el foco informativo a la exigencia de liberación de las presas y presos políticos, más de 200 activistas y manifestantes detenidos (la población rifeña habla del doble); las demandas aunque son específicas de la región del Rif, son extrapolables al resto del país. Demandas socioeconómicas, hospitales, universidades, fin de la militarización, oportunidades laborales, fin de la corrupción, derechos e igualdad real.

El M20F fue acusado de trabajar para potencias extranjeras, Argelia, Polisario e incluso se llegó a hablar de España. Hoy sobre el Hirak se vierten las mismas acusaciones, con el añadido del narcotráfico de los Países Bajos. Y de España se han filtrado informaciones que relacionan al Centro Nacional de Inteligencia con los servicios marroquíes, a los cuales estarían pasando datos sobre los manifestantes que apoyan desde la diáspora. Algo que viola la legislación europea de protección de datos y que pone en peligro a estas personas una vez cruzan el charco.

España no dudó en bombardear con gases químicos, zocos y poblados enteros desde 1923 a 1927 para aplastar la República del Rif del líder rifeño Abd el-Krim El Khattabi (1921-1927), por miedo a perder su postura colonial. Entonces se hablaba de civilizar como eufemismo de bombardear. De eso hace menos de un siglo.

Sin embargo, hay una semejanza mayor. La prensa marroquí no dio espacio a las movilizaciones populares hasta que ya eran evidentes y si lo hizo, fue para hablar de financiación extranjera... la sospecha sobre la prensa marroquí como títere del poder convirtió los teléfonos móviles en 2011 y en la actualidad en dispositivos de contrapoder. Como consecuencia surgió el ciberactivismo, los activistas de la información. Esas personas hicieron posible las manifestaciones en todo Marruecos a través de la divulgación de informaciones y convocatorias, las redes sociales se convirtieron en el espacio de debate, de denuncia, en herramientas para esquivar la censura y exponer las demandas populares. Demandas que entonces se basaban en la democratización real en contra de la imagen de apariencia democrática que había adquirido el Estado mediante la difusión de reformas estériles.

La red se convirtió en un espacio donde el poder económico y político, la concentración de poderes y el carácter sagrado del Estado fueron cuestionados por primera vez. Hoy sucede lo mismo: quienes hemos seguidos los acontecimiento del 28 de octubre de 2016 en el Alhucemas, lo hemos hecho gracias a los y las activistas rifeños que desde el inicio utilizaron las red para contar al mundo en tiempo real de lo que allí sucede.

Hace seis años el debate pasó a la red, se conquistó las plazas físicas a través del consenso virtual, la apropiación ciudadana comenzó ahí. Hoy en Marruecos se ha encarcelado a la mayoría de estos activistas y periodistas que dan voz al Hirak y las demandas populares sin censuras, detenciones que se suman a una serie de actuaciones orientadas a controlar la información que se publica de las movilizaciones.

Hoy se expulsa a periodistas extranjeros, se convoca a las corresponsalías fijas para darles una visión alternativa de los hechos e invitarles a no acudir a la región. Uno de los periodistas encarcelados (y condenados) fue detenido tras aparecer en TVE señalando la desconfianza de la población hacia los medios marroquíes.

El M20F supuso un aprendizaje, las concesiones aparentes pusieron fin a unas movilizaciones que exigían derechos reales. Hoy la población que se manifiesta a perdido el miedo, todas tienen un dispositivo que habla al mundo desde su mano y no abandonarán las calles hasta que les den lo que les corresponde. El Gobierno trabaja a contrarreloj para frenar la manifestación del 20 de julio convocada por Nasser Zefzafi unos días antes de ser detenido como líder del Hirak, fecha que conmemora la derrota militar española ante los rifeños comandados por Abd el-Krim. Una jornada que tiene como intención juntar a la población rifeña de la región con la diáspora que regresa a su tierra por vacaciones. Miles con un mismo grito: "atini Haqqi" (dame mis derechos), como decía el rapero El-Haked, el Indignado.

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El elefante y la cola del ratón https://blogs.publico.es/voces-del-mediterraneo/2017/06/16/el-elefante-y-la-cola-del-raton/ https://blogs.publico.es/voces-del-mediterraneo/2017/06/16/el-elefante-y-la-cola-del-raton/#respond Fri, 16 Jun 2017 07:00:53 +0000 http://blogs.publico.es/voces-del-mediterraneo/?p=87 Continuar leyendo "El elefante y la cola del ratón"]]> Joan Cañete Bayle
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edactor jefe de El Periódico de Catalunya. Aporta textos de su blog 'Décima Avenida 2.0'

En plena segunda Intifada, el embajador de España en Tel-Aviv invitó a los corresponsales de la prensa española a comer en su residencia. El diplomático acababa de llegar, y una invitación de este tipo es un formalismo habitual. Avanzada la comida, los periodistas nos enfrascamos en una discusión sobre si el muro que entonces Israel construía en Cisjordania debía llamarse muro o valla. A lo largo de su trazado, la barrera combina trayectos en los que toma la forma de un gran muro de ocho metros de alto (más alto de lo que fue el muro de Berlín) y otros en los que es una gran valla electrificada con una amplia zona de seguridad a ambos lados. Llamar muro a la barrera, que es como la llaman los palestinos, supone considerarla ilegal y criticar su construcción del lado palestino de la Línea Verde, la expropiación de tierras palestinas que acarreó y los movimientos estratégicos unilaterales en términos de fronteras y asentamientos que implica. Llamarla valla, que es como la califica Israel, equivale a justificar su construcción por motivos de seguridad y dotarla por tanto de legitimidad e incluso de legalidad bajo el argumento de la defensa propia. En esa comida, los corresponsales españoles coincidimos en llamar muro a la barrera. Los corresponsales israelíes castellanoparlantes, muchos de origen latinoamericano, formaban el bando de la valla. La conversación, una discusión en realidad, fue poco edificante, el embajador nos observaba estupefacto.

En ninguna parte las palabras son inocentes, implican una elección, una mirada, un hecho que se exacerba allí donde hay conflictos enconados, como es el caso de Israel y los territorios palestinos ocupados. Allí, las palabras no tienen por qué significar lo mismo para todo el mundo, muchas palabras están desnaturalizadas y no significan lo que dice el diccionario sino otra cosa, en ocasiones algo diametralmente opuesto. Las palabras allí son armas arrojadizas y coartada, trinchera y también maquillaje de una realidad muy fea. Paz es un ejemplo perfecto. En el 2013, el International Press Institute (IPI) publicó en su web Use With Care: A Reporter’s Glossary of Loaded Language in the Israeli-Palestinian Conflict, un voluntarioso intento de elaborar un glosario imparcial del conflicto para corresponsales elaborado por seis periodistas israelíes y palestinos cuyos nombres se mantuvieron en el anonimato. En su introducción, los editores del International Press Institute escribían: "Las palabras son más de lo que parecen; pueden poseer más de un significado o tener una connotación escondida, la cual puede cambiar a lo largo del tiempo y por las circunstancias (...) Para nuestro propósito, es necesario examinar el significado de una palabra o una expresión en el contexto del conflicto, donde puede tener diferentes connotaciones y significados dependiendo de a quién se pregunta (...). Palabras que son consideradas una incitación a la violencia en Israel serían consideradas patrióticas en el lado palestino, y viceversa. Como suele ser el caso en regiones activamente conflictivas, el terrorista de una sociedad es el luchador por la libertad de la otra".

Ni muro ni valla, barrera 

Sobre la discusión entre muro y valla que mantuvimos los corresponsales de la prensa española en la residencia de aquel embajador español recién llegado a Tel-Aviv, el glosario del International Press Institute dice: "Los términos muro de de seguridad o valla de seguridad se refieren a la barrera física que Israel comenzó a construir durante la segunda Intifada, en lo que dijo que era un respuesta a los atentados suicidas. Gran parte de la barrera consiste en una valla rodeada por una amplia zona de exclusión, mientras que, oficialmente, un 10% diez consiste en un muro de hormigón de ocho metros de alto. En la defensa de su construcción, Israel señala que el número de ataques violentos contra la población civil se ha reducido en gran medida desde la construcción del muro. Por tanto, los nombres que usa Israel incluyen Muro de Seguridad y Valla de Seguridad.

Hay una visión palestina que encuentra estos términos ofensivos porque dan a entender que todos los palestinos en Cisjordania son una fuente potencial de suicidas o de otros ataques violentos. En su opinión, la barrera evita la libertad de movimiento,  ya que se aparta de la Línea Verde para abarcar una serie de asentamientos, por lo que se anexiona efectivamente zonas palestinas en Israel, significados que no creen que se transmiten con los términos muro de seguridad y valla de seguridad. Por lo tanto, hay palestinos y medios de comunicación palestinos que hablan de Muro de Anexión, Muro de Segregación o incluso Muro del Apartheid.

Por otro lado, hay israelíes que encuentran estos términos ofensivos, primero debido a la comparación de las políticas de segregación racista de Sudáfrica antes de 1994, y también porque implican que la motivación para la construcción de la barrera era territorial, racial y étnica en lugar de una legítima preocupación de seguridad ante los atentados suicidas".

Ante la enorme susceptibilidad que genera el tema, el periodista debe usar un término imparcial que no levante protestas en ninguna de las dos partes del conflicto, argumenta el International Press Institute, que recomienda el uso del término barrera de separación. La imparcialidad, sin duda, es uno de los objetivos supremos del periodista, del periodismo. La RAE define imparcialidad como "Falta de designio anticipado o prevención a favor o en contra de alguien o algo, que permite juzgar o proceder con rectitud". El periodista suele llegar a Jerusalén con la noble intención de ser imparcial en un conflicto que, visto desde fuera, se le antoja endemoniado, irresoluble, complicadísimo, repleto de trampas que tienen como objetivo engañarlo, contaminarlo, deslizarlo por la senda de la parcialidad, obligarlo a tomar partido, traicionando así los principios de su profesión. Un conflicto en el que dos pueblos que tienen el mismo derecho sobre la misma tierra no se ponen de acuerdo para lograr la paz y se hacen daño el uno al otro por igual. Un conflicto sobre el cual hay que informar con imparcialidad, ecuanimidad ("Imparcialidad de juicio") y manteniéndose neutral ("Que no participa de ninguna de las opciones del conflicto"). Porque es fiel a estos objetivos, en nombre de esta imparcialidad, ecuanimidad y neutralidad el International  Press Institute propone el término barrera de separación. Desde este punto de vista, el hecho de que una parte del conflicto hable de valla de Seguridad y la otra, de muro del Apartheid refuerza la creencia de que barrera de separación es la elección correcta; que los dos bandos no estén de acuerdo, que el periodista irrite por igual a ambos contendientes es la mejor indicación de que el corresponsal va por el buen camino de la imparcialidad, la ecuanimidad y la neutralidad. 

Ir y ver 

Llevado a la esencia, el oficio de periodista suele resumirse en: Ir, Ver y, después, Explicar. Yo lo amplío a Ir, Ver, Leer, Entender, Preguntar, Escuchar,  Informarse y Formarse para, después, Explicar. En el caso de lo que el International  Press Institute propone llamar Barrera de Separación, Ir implica recorrer el trazado. Ver supone comprobar por dónde va el trazado. Preguntar es inquirir por qué el trazado es ese y no otro, y qué efectos tiene. Escuchar es atender a lo que los afectados por el trazado y sus responsables tienen que decir. Entender es comprender por qué y qué efectos tiene que el trazado sea ese y no otro. Formarse es conocer la historia de la frontera entre Israel y Cisjordania, la Línea Verde, y qué dice la legalidad internacional al respecto. Informarse es saber qué argumentos usan quienes defienden el muro y quienes lo atacan.

En el caso de la Barrera de Separación, si el periodista iba, veía, leía, entendía, preguntaba, escuchaba, se informaba y se formaba, averiguaba que el trazado se adentra en el lado palestino de la Línea Verde, que la barrera de separación lo que separa sobre todo es palestinos de palestinos, y no palestinos de israelíes que, en principio, debería ser la forma de evitar la entrada de palestinos en territorio israelí y evitar así atentados suicidas; sabía que a causa del trazado por territorio ocupado se generaron graves perjuicios económicos y de toda índole en civiles palestinos, que perdieron tierras, casas y vieron gravemente afectada su capacidad de movimiento; que el trazado incluía dentro del lado israelí del muro a asentamientos de Cisjordania, que son ilegales según el derecho internacional; que la construcción del muro marcaba de facto una frontera entre Israel y Cisjordania de forma unilateral que incluía dentro de Israel a las colonias levantadas en territorio ocupado; que para garantizar el acceso desde Israel a los asentamientos situados en el lado palestino del muro se estableció un sistema de carreteras y transporte prohibido a los palestinos, sólo para israelíes, lo cual es discriminatorio ya que segrega a la población; que en Jerusalén, el muro separa barrios árabes de la ciudad de otros barrios árabes, lo cual, acompañado por un sistema burocrático de permisos, implica un transfer de población ya que miles de personas se vieron de repente, sin haberse movido, fuera de los límites de Jerusalén y por tanto dejaron de ser jerosolimitanos, lo cual es ilegal según la legislación internacional y vulnera los derechos de gente arraigada a la ciudad durante generaciones; que si el muro se hubiese construido del lado israelí de la Línea Verde, separando palestinos de israelíes, nada de los efectos reseñados hubieran sucedido e igualmente la barrera se interpondría entre los centros de población en Israel y los palestinos que tuvieran intención de cometer atentados.

Si el periodista iba, veía, leía, entendía, preguntaba, escuchaba, se informaba y se formaba averiguaba también que en el 2003 el Consejo de Seguridad de la ONU aprobó una resolución, que Estados Unidos vetó, en la que se declaraba la barrera ilegal allí donde se desviaba de la Línea Verde, que es prácticamente todo su trazado. En el texto, se utilizaba la palabra muro. En el 2004, la Corte Internacional de Justicia emitió una opinión consultiva a instancias de la Asamblea General de la ONU en la que declaraba al muro ilegal y contrario a la Cuarta Convención de Ginebra. En la página 32 de su opinión consultiva (que puede consultarse en la web del tribunal, http://www.icj-cij.org/) los jueces escribieron: "El muro en cuestión es una compleja construcción, así que el término [muro] no puede ser entendido en un sentido simplemente físico. Sin embargo, los otros términos usados, ya sea por Israel ("valla") o por el Secretario General [de la ONU] ("barrera") no son más precisos si se entienden en el sentido físico. En esta Opinión, la Corte ha elegido usar la terminología empleada por la Asamblea General". Es decir, muro.

Falsa neutralidad 

Si de lo que hablamos es de imparcialidad ("Falta de designio anticipado o prevención a favor o en contra de alguien o algo, que permite juzgar o proceder con rectitud"), ecuanimidad ("Imparcialidad de juicio") y de mantenerse neutral ("Que no participa de ninguna de las opciones del conflicto"),  al muro, periodísticamente hablando, sólo se le puede llamar muro. Llamarlo valla es parcial y no es ecuánime ni neutral, puesto que supone asumir la posición de una de las partes, en este caso, Israel. Llamarlo barrera de separación es asumir una imparcialidad, ecuanimidad y neutralidad falsas, puesto que es usar el sinónimo, un eufemismo en realidad, para evitar llamarlo por su nombre. Es también, por tanto, una rendición de la profesión del periodista, cuyo objetivo no es satisfacer o irritar por igual a las dos partes de un conflicto, sino informar a la opinión pública de lo que sucede en ese conflicto, quién agrede a quién, quién es el fuerte, quién es el débil, cuáles son las razones del conflicto y diferenciarlas de las razones de los contendientes. Llamarlo muro es el resultado de Ir, Ver, Leer, Entender, Preguntar, Escuchar,  Informarse y Formarse para, después, Explicar. El problema, al menos para el International Press Institute, es que así es también como lo llaman los palestinos.

De hecho, es una constante de este conflicto que las palabras que usan los palestinos suelen ser las correctas para describir lo que sucede. Dado que Israel usa otras palabras con las que diseña su propia realidad (hay centenares de ejemplos, desde "asesinatos selectivos" para referirse a los bombardeos de objetivos políticos o militares en zonas pobladas hasta "los barrios del este de Jerusalén" para hablar de los asentamientos levantados en la zona árabe de la ciudad y, por tanto, en territorio ocupado), utilizar las palabras correctas convierte a quien lo hace en "propalestino", que es la etiqueta de la que el International Press Institute quiere huir, aunque sea a costa de traicionar los principios del oficio de periodista que dice defender. La dinámica es muy simple y muy eficaz. Si Israel llama a los asentamientos de Jerusalén barrios, y los palestinos los llaman asentamientos ilegales en territorio ocupado de Jerusalén, la lógica de la imparcialidad, ecuanimidad y neutralidad falsas convierte a estas dos expresiones en las dos radicalidades del conflicto.  Urge, por tanto, encontrar un punto medio no contaminado ni por unos ni por los otros, otra manera de referirse a los asentamientos ilegales en territorio ocupado de Jerusalén que no sea los asentamientos ilegales en territorio ocupado de Jerusalén. Por ejemplo, centros de población israelí en Jerusalén Este. O los límites orientales del Gran Jerusalén. Que en realidad sean asentamientos ilegales en territorio ocupado de Jerusalén no importa, lo importante no es que el periodista use las palabras precisas para informar de manera correcta, sino que use las palabras que satisfagan o molesten por igual a las dos partes del conflicto. La dinámica es tan perversa que llega al punto de que Israel y muchos falsos imparciales consideran propalestino a quien usa palabras como derechos humanos o legalidad internacional y acusan de parcialidad a los periodistas que declaran que su trabajo, su mirada, en Israel y los territorios ocupados palestinos se enmarca dentro de los derechos humanos y la legalidad internacional. De hecho, llamar muro al muro es, a juicio de Israel  y de quienes caen en la falsa imparcialidad, propalestino, lo cual convierte a la Corte Internacional de Justicia en propalestina y, por extensión, a la ONU. No debería resultar extraño, ya que menospreciar el sistema de gobernanza mundial representado por la ONU, tildarlo de parcial, anti-israelí, propalestino o directamente antisemita es un clásico de la política exterior de Israel. Las palabras, tanto cuando se usan de forma correcta como cuando se hace de forma torticera, nunca son inocentes, sino que obedecen a una lógica, a una mirada, a un discurso, a una ideología.

Periodismo con adjetivos 

Hace tiempo que el periodismo sucumbió y se dejó etiquetar: periodismo comprometido, periodismo humano, periodismo crítico... Aceptar adjetivos de este tipo supone al mismo tiempo una redundancia y una rendición, ya que en la palabra periodismo ya se incluyen estas ideas. Etiquetar el periodismo implica que el periodismo a secas se queda en manos de quienes no son críticos o humanos. Implica, por tanto, una rendición. Llamar muro al muro no es un ejercicio de propalestinismo, como tampoco lo es de periodismo comprometido con ninguna causa, o de periodismo humano, o de periodismo crítico. Es el resultado de Ir, Ver, Leer, Entender, Preguntar, Escuchar,  Informarse y Formarse. Llamar valla al muro no es periodismo, es otra cosa. Llamar barrera de separación al muro, o usar fórmulas como "lo que los palestinos llaman muro y lo que los israelíes llaman valla" también es otra cosa. A mí no me gusta entregar a esa otra cosa el sustantivo periodismo y quedarme yo con los adjetivos.

Hay una famosa cita de Desmond Tutu, repetida hasta la saciedad, que dice: "Si eres neutral en situaciones de injusticia, has elegido el lado del opresor". Es menos conocido cómo sigue la frase: "Si un elefante tiene su pata encima de la cola del ratón y tú dices que eres neutral, el ratón no apreciará tu neutralidad". Como periodista, que el ratón aprecie o no lo que diga no creo que importe demasiado; lo que sí importa es denunciar con todas las palabras adecuadas que el elefante tiene la pata encima de la cola del ratón, esa es la función, la razón de ser y la naturaleza misma del periodismo a secas.

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Raqqa: Presente oscuro, futuro incierto https://blogs.publico.es/voces-del-mediterraneo/2017/06/12/raqqa-presente-oscuro-futuro-incierto/ https://blogs.publico.es/voces-del-mediterraneo/2017/06/12/raqqa-presente-oscuro-futuro-incierto/#respond Mon, 12 Jun 2017 07:00:44 +0000 http://blogs.publico.es/voces-del-mediterraneo/?p=81 Continuar leyendo "Raqqa: Presente oscuro, futuro incierto"]]> Nour Al-Hussen Villa
Politóloga, especialista en Estudios Internacionales y autora de "A la otra orilla del Éufrates"

No es ninguna novedad que los habitantes de Raqqa sufran. Sin embargo, las dos últimas semanas que coinciden con la primera mitad del Ramadán han dejado en evidencia que el asalto final a la ciudad es inminente. Las SDF (Syrian Democratic Forces), una coalición integrada en su mayoría por kurdos y liderada por EEUU, ha llegado a las puertas de la ciudad, exactamente a nueve kilómetros, cerca de la conocida Fábrica de Azúcar. Esta coalición "multicultural" está dispuesta a rematar la operación denominada "Ira del Éufrates" iniciada hace justamente un año y cuyo objetivo final es "la liberación de Raqqa". Mientras los combates se llevan a cabo con ferocidad en el norte, en lo que queda del corazón de la ciudad se preparan para "la gran batalla": se están cabando pozos, almacenando comida cuyo valor es superior al del oro e impidiendo que las personas abandonen la ciudad, las mismas que tras ser esclavas del Daesh durante 3 años podrían pasar a servirles de otra manera: como escudos humanos.

El Ramadán no está siendo nada llevadero en la ciudad. En su primer día, quien pudo preparó su iftar esperando la caída del sol para romper el ayuno. El bombardeo perpetrado por la Coalición Internacional comenzó en ese justo momento y se prolongó hasta la media noche. Cuando la relativa calma parecía asomarse a la ciudad, las SDF lanzaron cerca de 80 proyectiles que causaron una mayor destrucción a la ya acumulada. Los ataques no se dirigieron a ningún punto militar de los terroristas, sino a barrios residenciales como por ejemplo Al Zakana. En tan solo 24 horas existía un total de más de 35 muertos. A la mañana hubo quien tuvo el valor de salir a"pasear" sobre las ruinas mientras desesperadamente rezaba para que el sufrimiento termine. Este desgarrador ritual tampoco es un hecho novedoso.

En cuanto al "funcionamiento" de la ciudad, el terror sigue siendo la base sobre la que se asienta el orden impuesto por los yihadistas. Daesh sigue atemorizando y maltratando a los habitantes con la misma crueldad, porque para ellos ni el Ramadán perdona. Las ejecuciones en la rotonda del Naím se llevan a cabo casi a diario, como también las vejaciones y detenciones arbitrarias. Para los raqqawis no es  novedad vivir sin electricidad desde hace dos meses, que el suministro de agua es irregular o que no existan apenas hospitales en pie. Por supuesto, se siguen confiscando las casas de aquellos que abandonaron la ciudad para estar a salvo y no volver, aún no sabiendo qué pasará con estas casas una vez las SDF lleguen a tomar la ciudad. Tampoco se conoce cómo será el próximo gobierno de la ciudad, ni sobre qué bases estará asentado.

Cuando logro contactar con Raqqa me llega el miedo y el sufrimiento. Es increíble la capacidad del ser humano para adaptarse al horror y la barbarie. Sigo indignándome cuando leo eso de "Capital del Estado Islámico" como si quienes estuvieran allí fuera por voluntad propia, como si no estuvieran atrapados, como si todos fueran igual que los monstruos que dominan la ciudad. Raqqa es la capital de la resistencia y la supervivencia frente a los ataques mortales de los todos los beligerantes, pero también del pensamiento simplista de un mundo sonámbulo y contaminado de terror. El problema se hace más grave cuando el odio, hijo predilecto del miedo, no solo afecta a Occidente a la hora de pensar en Raqqa como capital yihadista, sino que otras ciudades sirias hermanas en nuestra lucha contra la tiranía en todas sus vertientes, apuntan a  nuestra ciudad — y por lo tanto a las casas de nuestras familias —como sede del terrorismo. Que los habitantes de Raqqa sufran no es ninguna novedad. Que ello no sea noticia, tampoco.

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Una huelga de hambre que destapó (todavía más) el Apartheid israelí https://blogs.publico.es/voces-del-mediterraneo/2017/06/02/una-huelga-de-hambre-que-destapo-todavia-mas-el-apartheid-israeli/ https://blogs.publico.es/voces-del-mediterraneo/2017/06/02/una-huelga-de-hambre-que-destapo-todavia-mas-el-apartheid-israeli/#respond Fri, 02 Jun 2017 09:28:08 +0000 http://blogs.publico.es/voces-del-mediterraneo/?p=75 Continuar leyendo "Una huelga de hambre que destapó (todavía más) el Apartheid israelí"]]> Mussa’ab Bashir
Periodista gazatí. Analista de Asuntos Israelíes y ex prisionero político palestino

El pasado 29 de mayo el jefe de la Autoridad de Asuntos de Prisioneros y Detenidos palestinos, I’ssa Qaraq’e, declaró en una rueda de prensa el fin de la huelga de hambre de alrededor de 1.700 prisioneros y prisioneras palestinas en cárceles israelíes. La rueda de prensa tuvo lugar dos días después de que los y las pocas abogadas que tuvieron acceso a las cárceles israelíes llevaran la "noticia de la victoria".

Conviene mencionar que todavía el Movimiento Nacional Encarcelado que es el organismo de los y las prisioneras palestinas dentro de las cárceles de Israel, no ha publicado una declaración final sobre los detalles de esta huelga de hambre. Sin embargo, los puntos acordados por las autoridades israelíes ya se saben en su totalidad: se logró una mejora considerable en todos los aspectos de la vida diaria dentro de las cárceles, tales como reunificar a todas las prisioneras en la misma cárcel, tener un teléfono público para las prisioneras y los prisioneros menores y los enfermos en el hospital de Arramla, mejorar la situación en la que se dan lugar las visitas; tener dos visitas por mes en vez de una y permitir las visitas a los y las sobrinas menores de seis años. Se acordó asimismo permitir a los presos la visita de dos familiares en lugar de los padres si estos han fallecido así como anular la condición de "prohibición de seguridad" que cae sobre 140 menores cuyos padres están encarcelados, entre otras medidas.

Las dos demandas "políticas" de los y las huelguistas, la abolición de la detención administrativa y del confinamiento solitario, no se lograron porque este tipo de demandas necesitan un apoyo político y popular. El apoyo popular palestino no cesó en todo momento durante la huelga de hambre. Seis palestinos perdieron la vida protestando contra las medidas de tortura israelíes practicadas hacia los y las huelguistas. En cuanto al apoyo político palestino, este no fue lo fuerte que requería debido a la debilidad de todos los componentes del espectro político palestino.

El conjunto político y geoestratégico en Palestina siempre ha jugado un papel importante apoyando a los y las huelguistas y presionando a Israel en las pasadas 26 huelgas colectivas de hambre en las cárceles israelíes desde los años 60. El tamaño de la participación de prisioneros y prisioneras y su calidad de organización también son decisivas.

La respuesta israelí a esta reciente huelga de hambre ha sido muy violenta, no solo a nivel de declaraciones por parte de los ministros israelíes, como Avigdor Liebermann, que quiso dejar a los y las huelguistas morir, o el ministro de Seguridad Interna y Asuntos Estratégicos dentro de Israel, Gilad Erdan, que llegó a decir que no negociaría nunca; o el miembro de la Knesset, Oren Hazan, expresó su deseo de que se mueran. Sino tambien a nivel de violencia física ejercida contra los huelguistas de hambre por parte del Servicio de las Cárceles Israelíes, de las unidades del Ejército israelí "Nahshon", "Dror" y "Matsada". Además, hubo continuas y serias amenazas de proceder a la alimentación forzosa. Los medios israelíes dijeron que un alto mandatario israelí estaba considerando traer médicos de un país extranjero para efectuar la alimentación forzosa contra los huelguistas de hambre palestinos ya que los representantes de médicos israelíes rechazaron participar en esta práctica, considerada tortura por las leyes internacionales. Las declaraciones amenazantes de Gilad Erdan en el décimo octavo día de la huelga durante un entrenamiento de la unidad de represión en las cárceles "Matsadah": "tenemos que considerar todas las opciones" fue una clara alusión al uso de la fuerza.

Teniendo en consideración que, a parte de dos huevos, un plato de judías pochas, media hora de patio al día y dos mantas, todo lo demás es un "privilegio" - aunque son derechos según los convenios internacionales- solo obtenido por huelgas de hambre, la arrogancia israelí y la adversa conyuntura, los y las huelguistas de hambre alcanzaron un logro muy importante y muy respetable. Mejoraron sus condiciones de vida gracias a una acción conjunta entre los prisioneros y prisioneras de Fatah, FPLP, Hamas y la Yihad Islámica. Fue la primera acción que unió a todas estas facciones contra las autoridades de la ocupación israelí desde la división palestina de 2007 entre Fatah y Hamas.

Las manifestaciones y protestas del pueblo palestino y las acciones solidarias en todo el mundo fueron una fuente considerable de ánimo y moral para los y las huelguistas, también de preocupación para las autoridades israelíes. Finalmente, el Servicio de la Seguridad Interna Israelí, el Servicio de las Cárceles israelíes y representantes del ministerio de Seguridad Interna israelí tuvieron que hablar con los dirigentes de la huelga de hambre. Estos han formado ahora un comité para controlar y seguir la implementación del acuerdo del fin de la huelga.

Estos días las personas presas que participaron en esa huelga de hambre de 41 días toman sopas y líquidos calientes de mucha mejor calidad. Saben que, no obstante, la lucha por proteger sus logros no ha finalizado y es muy posible que Israel vuelva a suspenderlos como lo hizo en veintiséis ocasiones. Lo que es seguro es que los y las prisioneras palestinas no dudarán en lanzarse a otra huelga de hambre si Israel no cumple con lo acordado.

Fuera de las cárceles israelíes -destino por el que pasan obligatoriamente uno o varios miembros de cada familia palestina que vive bajo la ocupación israelí-, el pueblo palestino sufre del racismo israelí, de las medidas de ocupación ilegales que hacen que siendo palestino tengas que ir a cortes militares, mientras que los colonos israelíes que cometen los mismos actos pasan a cortes civiles. El mejor apoyo para los y las prisioneras palestinas es resolver su causa y llevar a los altos mandos del Servicio de las Cárceles Israelies, el Servicio de Seguridad Interna y el gabinete israelí a rendir cuentas ante la Corte Penal Internacional por todos los crímenes contra los derechos humanos y las convenciones internacionales que están llevando a cabo de forma impune.

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¡Solidaridad con los presos palestinos en huelga de hambre! https://blogs.publico.es/voces-del-mediterraneo/2017/05/09/solidaridad-con-los-presos-palestinos-en-huelga-de-hambre/ https://blogs.publico.es/voces-del-mediterraneo/2017/05/09/solidaridad-con-los-presos-palestinos-en-huelga-de-hambre/#respond Tue, 09 May 2017 07:00:06 +0000 http://blogs.publico.es/voces-del-mediterraneo/?p=68 Continuar leyendo "¡Solidaridad con los presos palestinos en huelga de hambre!"]]> Michael Warschawski, traducido al castellano por Catherine Germann
Veterano activista israelí anticolonialista, ex prisionero político y cofundador del Centro de Información Alternativa.

Las luchas de liberación nacional siempre han tenido sus presos políticos, considerados por la potencia colonial como terroristas, pero héroes a los ojos de su pueblo, quienes a menudo fueron jefes de Estado después de liberarse de la opresión colonial. Las huelgas de hambre de los presos políticos han estado en muchas ocasiones en el centro de las luchas de liberación nacional, con el reconocimiento de su estatus como presos políticos,  incluso como prisioneros de guerra, como principal reivindicación. Recordemos por ejemplo la gran huelga de los presos irlandeses en Long Kesh, en 1981, que provocó la muerte de Bobby Sand y de 9 de sus compañeros.  

Los presos políticos palestinos han tenido también sus grandes huelgas de hambre, como la de Naf'ha en 1981, y sus víctimas, muertos de hambre o de las secuelas de una alimentación forzada realizada por personal incompetente.

A diferencia de los presos irlandeses o argelinos durante la ocupación colonial francesa, los presos palestinos no exigen los privilegios de presos políticos o de prisioneros de guerra, tal como quedan reconocidos por el derecho internacional. Exigen tener los mismos derechos que los de presos de derecho común. En efecto, contrariamente los derechos comunes, los seis mil presos políticos palestinos no tienen derecho a la educación, ni a la visita de familiares que no son de primer grado; las citas con sus abogados se hacen detrás de un cristal; y no tienen acceso a un teléfono para hablar con sus familiares. A diferencia de los derechos comunes, nunca tienen permisos (incluso después de 20 años de detención) y no tienen derecho a tener relaciones sexuales con sus esposas.

Y lo peor es que los pocos derechos que los presos palestinos han conseguido gracias a sus luchas y a numerosas huelgas de hambre se consideran favores, que a menudo se les quitan colectivamente por razones que no tienen nada que ver con su comportamiento en prisión, sino dentro del marco de represalias cuando la Autoridad Palestina no es suficientemente dócil a los ojos del gobierno israelí de turno. Benjamin Netanyahu a utilizado este medio de presión con frecuencia, y de hecho, desde hace diez años los derechos de los presos han sido sistemáticamente recortados,  retrocediendo a la situación de hace 30 años.

Hace 21 días ya desde que más de 1500 presos palestinos decidieran dejar de alimentarse para exigir una mejora de sus condiciones de detención. El número de huelguistas aumenta todos los días, hasta el punto de que parece que la unidad de los presos de las diferentes facciones, en particular de Hamas y Fatah, se ha logrado. Esta unión ha sido posible gracias a Marwan Barghouti, dirigente de Fatah en prisión y autor del « Documento de los Presos » que ha sido refrendado por los dirigentes de todas las facciones encarceladas y que sirve de referencia para una estrategia unitaria en la lucha de liberación palestina.

Los portavoces del gobierno israelí y los periodistas que están a su servicio manifiestan que la huelga actual es solo un medio utilizado por Marwan Barghouti para consolidar su liderazgo en Fatah como eventual sucesor de Mahmoud Abbas. Si creen lo que dicen a diario, es que no saben nada de la vida de los presos políticos en las cárceles israelíes, y hasta qué punto es difícil organizar una huelga de hambre que moviliza a centenares, incluso miles de presos pertenecientes a facciones políticas diferentes.

La huelga tiene un objetivo compartido por todos: recuperar los derechos elementales que habían conseguido a lo largo de las décadas anteriores, y que Netanyahu y su ministro de la policía, Gilad Erdan, les han quitado con el cínico eslogan de que "la prisión no es un campamento de verano".

La situación de los presos políticos palestinos se ha convertido en una situación insoportable. Netanyahu tendrá que oír a los presos o enfrentarse a una huelga asesina, con todo lo que esto supone a nivel local e internacional. A nosotros nos incumbe presionar al gobierno israelí a ceder antes de que haya victimas. Es, más que nunca, la hora de la solidaridad con los presos políticos palestinos en lucha.

 

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Cien años "jodidos" en Palestina https://blogs.publico.es/voces-del-mediterraneo/2017/04/11/cien-anos-jodidos-en-palestina/ https://blogs.publico.es/voces-del-mediterraneo/2017/04/11/cien-anos-jodidos-en-palestina/#respond Tue, 11 Apr 2017 08:00:11 +0000 http://blogs.publico.es/voces-del-mediterraneo/?p=61 Continuar leyendo "Cien años "jodidos" en Palestina"]]> Isabel Pérez

Hace unos años murió el que dicen era el palestino más viejo del mundo. Muchas personas apuntaban que falleció habiendo alcanzado los 120 años. Se llamaba Abu Ahmed. Uno de sus familiares me contó un día en Gaza una de las anécdotas más conocidas del anciano. Es la siguiente:

"Era el año 2005. Los palestinos de la franja de Gaza salimos de casa para ver cómo los soldados israelíes sacaban a los últimos colonos judíos. El caso es que, tras unas horas, nos reunimos toda la familia en el diwan y yo le pregunté a mi tío Abu Ahmed:

- Tío, tú que eres el palestino con más edad y que has visto las diferentes ocupaciones de Palestina, ¿cuál de las ocupaciones es para ti más destacada por una razón u otra?

El anciano se paró un momento y, afirmando con su cabeza, dio una calada a su cigarrillo liado con tabaco shami y contestó:

¿La ocupación de Palestina que más se ha quedado en mi memoria? Sin duda alguna es la británica. El día en el que se marcharon los ingleses estaba yo con mis amigos y mis primos al lado de la vía del tren cuando, del último vagón que se llevaba los últimos soldados británicos de Palestina, salió de repente la mano de un soldado dedicándonos una peineta, una señal de ‘jódete’ con el dedo. Desde entonces, efectivamente, hemos estado jodidos*".

*En árabe la expresión se traduce literalmente como "estamos sentados sobre ese dedo".

La memoria oral del pueblo palestino deja a cualquiera sin palabras por varias razones, pero sobre todo por cómo la historia ha tratado a esta gente, por la crudeza y el maltrato que ha sufrido a lo largo de la historia. Aunque también sorprende su satírica forma de afrontar ese pasado y el futuro, el complicado y oscuro futuro.

Hace cien años, en 1917, una simple carta decidió el destino del pueblo palestino que veía cómo, tras el imperio otomano y el imperio británico, los siguientes ocupantes en llegar vendrían de la mano del movimiento sionista que desde Europa impulsaban la inmigración hacia Palestina ya a finales del siglo XIX. La carta de la que hablo es la que escribió Arthur James Balfour, ministro de Relaciones Exteriores de Gran Bretaña, al líder de la comunidad judía británica, Lionel Walter Rothschild, conocida como la ‘Declaración de Balfour’. Transmitía así el apoyo del gobierno de la corona británica, administradora del Mandato Británico en Palestina, al movimiento sionista que buscaba un ‘hogar’ en Palestina.

En 1897 dicho movimiento sionista, surgido de la eclosión del nacionalismo de la época, celebró su primer congreso en Basilea y establecieron unos puntos estratégicos para continuar su labor sionizante. Debían convencer a los judíos del mundo de que su judaismo solo será completo cuando vivan en un Estado judío en Palestina, el hogar que Dios les había prometido. Digo ‘convencer’ porque muchos (desde judíos laicos a rabinos) se oponían contundentemente a esta idea cuyos propulsores poseían una identidad laica. "A través de su ‘nueva Torá’ y sus nuevos preceptos, ellos [los sionistas] siembran las tinieblas en la mente y el corazón", sentenció el rabino Eljanan Wasserman.

Además, y en este marco entra la acción declaratoria británica de entregar Palestina, en el mencionado congreso se exhortó a dar "pasos preparatorios para obtener el consentimiento de los gobiernos, donde sea necesario, para alcanzar los objetivos del sionismo".

Los sionistas se codeaban con ministros, diplomáticos, religiosos o juristas de las principales potencias mundiales. La gente de Palestina, mientras tanto, organizaba manifestaciones y reuniones, como el Primer Congreso de Árabes de Palestina (1919), motivadas por sus aspiraciones soberanistas. Esto último también les llevó a protagonizar las revueltas de 1921, 1929 y 1936 contra la presencia sionista y británica. Hay que destacar que las mujeres palestinas tomaron parte en las protestas, escribieron artículos en la prensa y una carta dirigida al jefe administrador del Mandato Británico rechazando la Declaración de Balfour. "Nosotras, mujeres musulmanas y cristianas que representan a otras mujeres de Palestina protestamos vigorosamente", declaraban las representantes del movimiento de mujeres palestinas.

Los ingleses intentaron distender la situación con la publicación de otro manifiesto de intenciones, el "White Paper". Declaraban su apoyo al proyecto de ‘un hogar nacional judío’ siempre y cuando la inmigración judía a Palestina no afectase negativamente a la población nativa. No lograron disuadir a nadie, sobre todo porque, según relatan historiadores, la presencia en Palestina de milicias sionistas armadas era cada vez más inquietante.

En el 100º aniversario de la ‘Declaración de Balfour’, el pueblo palestino sale a las calles a protestar por lo que conocen como la "promesa de quien no tiene [Gran Bretaña] a quien no merece [el sionismo]", exigiendo una disculpa por parte de Inglaterra.

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El apoyo cultural es el gran pilar de distopía del apartheid en Palestina https://blogs.publico.es/voces-del-mediterraneo/2017/03/16/el-apoyo-cultural-es-el-gran-pilar-de-distopia-del-apartheid-en-palestina/ https://blogs.publico.es/voces-del-mediterraneo/2017/03/16/el-apoyo-cultural-es-el-gran-pilar-de-distopia-del-apartheid-en-palestina/#respond Thu, 16 Mar 2017 07:00:36 +0000 http://blogs.publico.es/voces-del-mediterraneo/?p=47 Continuar leyendo "El apoyo cultural es el gran pilar de distopía del apartheid en Palestina"]]> Sergio Yahni
Periodista israelí, co-Director del Centro de Información Alternativa (AIC), una organización mixta que promueve la co-resistencia a través de la lucha conjunta entre palestinos e israelíes.

El famoso y anónimo grafitero Banksy abre un hotel adyacente al muro del apartheid en la ciudad palestina de Belén invocando la ocupación israelí para crear un artefacto a la moda de voces que han adoptado la distopía como una realidad cotidiana.

Claro, no cualquiera se puede dar el lujo de tomar un Gin Tonic en un hotel de estilo colonial inglés frente al muro de separación. Para eso es necesario estar dispuesto a pagar 300 dólares por noche. Para los mochileros idealistas el precio sería de 30 dólares en una habitación compartida entre seis. No son precios fuera de lo normal, es casi lo mismo que se pagaría en cualquier otro hotel de la ciudad, pero ningún otro hotel hace de la ocupación una mercancía.

El Walled Off Hotel de Banksy marcha a la par de los tiempos contribuyendo a establecer un nuevo sentido de normalidad.

"¿Funciona el boicot cultural contra Israel? se pregunta Itai Stern en el matutino Haaretz respondiendo que el boicot cultural se derrumbó cuando los artistas vieron que no perdían cantando en Tel Aviv. Algo parecido ocurrió cuando Ann Margaret, la cantante que se hizo famosa amenizando la presencia de los soldados norteamericanos en Vietnam,  se convirtió en líder moral en una cultura que prefería sus amaneceres con olor a Napalm y realmente es indiferente, siempre y cuando la dejen sentirse normal.

Banksy no denuncia la ocupación. Ésta se normaliza invitando a los israelíes a pasar la noche en el "hotel con la peor vista del mundo". Visto así, Stern podría escribir en Haarez, el periódico liberal de Israel, que Roger Waters, el vocalista de Pink Floyd, se ha quedado solo en su denuncia.

La normalización de la distopía sionista cuenta con que la percepción de la dignidad humana por parte de los artistas sea limitada, o, por lo menos, concebida como un envoltorio de puro marketing. Alternativamente, sería suficiente que no se utilicen los escenarios para defenderla.

Esta situación provoca que Tel Aviv puede presentarse como una ciudad global a orillas del Mediterráneo donde se ha descriminalizado la marihuana olvidándose de que la ocupación y el apartheid realmente existen.

Ya han pasado casi dos años desde que el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, declaro nulos los acuerdos de Oslo. Ahora, el gobierno israelí ha dado un paso adelante reintroduciendo políticas de colonización  y preparándose para regularizar la primera colonia desde los años 90.

No se trata de que Israel no haya construido colonias en los últimos 27 años, sino que estas se creaban con un estatus anormal, no reconocido y siempre precario frente a los vaivenes políticos. En esta nueva realidad las colonias se normalizan – lo que significa que algunas, como Amona, por ejemplo, dejan de existir en cierto lugar solamente para ser re-construidas, ya con un estatus legal, en otro. Hay quienes razonan que todas las colonias son ilegales, pero en la política internacional la idea de los dos estados presume asimilar los hechos consumados a los mapas del futuro.

Israel negocia frente a la Unión Europea qué tipo de proporción de las colonias se legalizaría o, por lo menos, cuántas serían aceptables como beneficiarias de fondos en acuerdos bilaterales. Las fórmulas son técnicas, complejas y responden contradictoriamente a directivas que en sí habían sido ideadas para hacer difícil comprender que hace la burocracia con los fondos públicos.

Este ímpetu normalizador nos señala el valor subversivo del movimiento de Boicot, Desinversiones y Sanciones (BDS) que rompe con la solidaridad cosificada, con la subalterna actitud de aceptar dictados y directivas burocráticas. El BDS demanda responsabilidades a quienes se transforman en cómplices y empantana burocracias que prefieren declaraciones vagas y denuncias inermes.

Tal y como se ven las cosas, el 2017, el año en que Israel cree haber vencido al BDS, no será solamente el año de la construcción de nuevas colonias, sino que será un año donde se haga hincapié en las restricciones impuestas  sobre los palestinos. Sobre todo en las restricciones en el derecho de los palestinos a vivir en Jerusalén. Ya sea a no perder su derecho a residencia como a construir libremente su hogar.

Tel Aviv pretende minar el compromiso del BDS escondiendo el apartheid tras una cortina de humo recientemente legalizado. Los "compromisos constructivos" propuestos por artistas que prefieren cantar su hipocresía en el Park Hayarkon de Tel Aviv, critican levemente los excesos de la ocupación sin denunciar el régimen de apartheid normalizando un pequeño espacio distópico.

Pero nosotros rechazamos normalizar la distopía, cosificar el apartheid. Lo hacemos porque todavía creemos que otro mundo es posible.

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Derechos Humanos y el riesgo de defenderlos https://blogs.publico.es/voces-del-mediterraneo/2017/02/20/derechos-humanos-y-el-riesgo-de-defenderlos/ https://blogs.publico.es/voces-del-mediterraneo/2017/02/20/derechos-humanos-y-el-riesgo-de-defenderlos/#respond Mon, 20 Feb 2017 11:34:41 +0000 http://blogs.publico.es/voces-del-mediterraneo/?p=40 Continuar leyendo "Derechos Humanos y el riesgo de defenderlos"]]> Teresa Aranguren
Periodista y escritora

Quizás el acto más revolucionario que se puede hacer en nuestro tiempo es defender los derechos humanos. Quizás también el más peligroso. Porque defender los derechos humanos supone en primer lugar "denunciar" a aquellos, individuos, instituciones, estados,  que sistemáticamente los violan. Y quedar expuesto a sus represalias.

Les ha ocurrido a nueve compatriotas, nueve  activistas de la campaña BDS (Boicot, Desinversiones, Sanciones) contra Israel,  que en el verano de 2015 tuvieron la osadía de participar, a través de las redes sociales,  en una campaña en contra de la participación en el festival musical ROTOTOM del cantante estadounidense Matisyahu, quien, entre otras lindezas, se había pronunciado públicamente a favor de los atroces bombardeos israelíes sobre Gaza apenas un año antes, en julio de 2014. Aquella operación  que el ejército israelí bautizó con el eufemístico término de "Margen protector" destruyó, en apenas siete semanas, más de 18.000 viviendas, dejó sin hogar a 108.000 familias y causó la muerte de 2.300 personas, entre las cuales más de 500 eran menores de edad. La población palestina de la Franja de Gaza aún no ha podido recuperarse de la devastación causada por aquellos bombardeos, entre otras cosas porque el gobierno israelí impide la entrada de los materiales necesarios para la reconstrucción. Conviene recordar esto, recordar la sistemática violación de los derechos humanos que Israel ejerce contra la población palestina,  porque esa es la clave de la acción de la campaña BDS y de todas las otras formas de resistencia "no violenta" con las que la población palestina enfrenta cada día la atroz cotidianidad de la ocupación. Esa es la clave de la acción de los nueve activistas que se atrevieron a denunciar la connivencia del cantante Matisyahu con el estado de Israel y especialmente con lo más extremo y racista de ese estado, el movimiento de colonos; de hecho su letrista, Ephraim Rosenstein, vive en una de estas colonias en Cisjordania.

Aquella denuncia no tuvo éxito, la presión mediática y política  de la embajada israelí y del lobby sionista, utilizando como tantas otras veces torticeramente la acusación de antisemitismo, consiguió revertir la decisión inicial de la organización del festival que finalmente cursó la invitación al cantante estadounidense.  La campaña contra la participación de Matisyahu en el festival  ROTOTOM no había tenido por supuesto nada que ver con el hecho de que este sea judío sino con su posicionamiento respecto a las políticas del estado de Israel, su defensa de la colonización de los territorios palestinos ocupados y su desprecio hacia los derechos de la población palestina.

Pero sin duda esa circunstancia, el hecho de que Matisyahu sea judío, venía muy bien a la campaña de desprestigio y criminalización que el gobierno israelí había lanzado ya contra el BDS. El dato de que haya muchos judíos participando en movimientos de solidaridad con Palestina y de manera muy activa en el BDS, no importa. No dejes que la verdad estropee una buena campaña de difamación.

Y aquí surge ese denominado "Comité legal contra el antisemitismo y la discriminación" cuyo presidente  el abogado Abel Isaac de Bedoya presentó la denuncia, aceptada a trámite  por un juzgado de Valencia, en la que se acusa de " antisemitismo e incitación al odio" a los nueve activistas del BDS. Nueve activistas  que se atrevieron a sacar a la luz el apoyo del cantante Matisyahu a la política de apartheid de Israel y a las acciones, crímenes de guerra en muchos casos, llevadas a cabo por su ejército. Nueve activistas en la defensa de los derechos humanos expuestos a la represalia de la poderosa maquinaria de comunicación del gobierno israelí.

La desfachatez de esta acusación nos podría hacer pensar que no puede tener recorrido, que un mínimo sentido de la justicia y la verdad la tirará por tierra. Y confiamos en que así sea. Pero no podemos olvidar el estado del mundo en el que vivimos, donde la verdad sucumbe muchas veces al poder de la propaganda y donde una pareja como la de Trump-Netaniahu, tan bien avenidos ellos, tan de acuerdo en casi todo, tan arrogantes, tan racistas, tan seguros de su valía como despreciativos de la de "los otros",  pueden decidir, y deciden, sobre la vida y la muerte de cientos de miles de personas o de todo un pueblo.

A punto de terminar este artículo me llega una noticia de Palestina: ha muerto Muhamad- Aamad – Jalad, 25 años, herido hace tres meses por disparos del ejército israelí cuando acudía al hospital de Nablus para  su última sesión de quimioterapia. Hacía un año le habían diagnosticado un linfoma y esa iba a ser su última sesión de "quimio". No llegó a recibirla. Tras tres meses en la UCI , Muhamad ha muerto. No ha sido el cáncer.  Lo ha matado la ocupación.

Sé que esta noticia no ocupará ningún titular de prensa, al fin y al cabo no es sino un episodio más del día a dia en la vida de la población palestina bajo la ocupación israelí. Pero quiero recordar que es contra la normalización de hechos como éste, esa atrocidad cotidiana de la política israelí en los territorios ocupados, contra  lo que lucha el BDS. Y los nueve activistas españoles objeto de la campaña difamatoria del aparato de propaganda israelí.

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Por los derechos de los palestinos: un amuleto para la esperanza https://blogs.publico.es/voces-del-mediterraneo/2017/02/08/por-los-derechos-de-los-palestinos-un-amuleto-para-la-esperanza/ https://blogs.publico.es/voces-del-mediterraneo/2017/02/08/por-los-derechos-de-los-palestinos-un-amuleto-para-la-esperanza/#respond Wed, 08 Feb 2017 20:41:40 +0000 http://blogs.publico.es/voces-del-mediterraneo/?p=34 Continuar leyendo "Por los derechos de los palestinos: un amuleto para la esperanza"]]> Omar Barghouti
Defensor palestino de los derechos humanos y co-fundador del movimiento no violento de Boicot, Desinversión y Sanciones (BDS) por los derechos de los palestinos.

En una conferencia importante organizada este año en el mes de marzo en Jerusalén, algunos ministros del gobierno israelí me amenazaron, junto a otros defensores de derechos humanos palestinos, israelíes e internacionales activos en el movimiento de Boicot, Desinversión y Sanciones (BDS) a favor de los derechos de los palestinos, con una represión sin precedentes y posibles daños físicos. Nada me va a impedir luchar por la libertad, la justicia y la igualdad de mi pueblo.

Últimamente, Israel está empeñado en no solo colonizar nuestra tierra sino también nuestras mentes, sembrando en nuestra conciencia la inutilidad de toda esperanza y la imposibilidad de resistir a su orden hegemónico e injusto. Después de todo, la esperanza puede ser contagiosa.

Después de décadas de desahucios, ocupación, asedio y limpieza étnica, los palestinos no se han rendido; seguimos resistiendo a la opresión y afirmando la búsqueda por nuestros derechos conforme al derecho internacional.

Creado en 2005 por la más amplia coalición de la sociedad civil palestino, el movimiento BDS exige el fin de la ocupación desde 1967 por Israel, acabando con su discriminación racial institucionalizada, que cumple la definición de apartheid de la ONU, y defendiendo el derecho de los refugiados palestinos a volver a los  hogares y a las tierras de los cuales fueron desalojados y despojados a partir de 1948.

La esperanza palestina de libertad y justicia se nutre con la solidaridad inspiradora de personas de conciencia por todo el mundo, en particular en la forma de tácticas BDS no violentas y muy efectivas.

Cuando  hace algunos meses más de 50 ayuntamientos de toda España se declararon Espacios Libres de Apartheid israelí, los palestinos se sintieron muy inspirados. Sentimos que no estamos solos y que nuestro momento sudafricano está cada vez más cerca.

Habiendo perdido muchos combates similares para conquistar mentes y corazones al nivel de la calle, desde 2014 Israel ha adoptado una nueva estrategia vertical para sustituir a su fracasada estrategia anterior de luchar contra el movimiento mediante el branding y una extensa propaganda. Evocando recuerdos de los años del macartismo, la nueva estrategia utiliza la lucha jurídica, el espionaje y la intensificación de la propaganda para socavar, e incluso ilegalizar, la defensa del BDS.

Como parte de esta guerra anti-democrática contra el BDS, Israel ha estado presionando a gobiernos, asambleas legislativas y autoridades en Europa, los Estados Unidos y en otras regiones para aprobar leyes anti-BDS. En consecuencia, los gobiernos de Francia y del Reino Unido, junto con varios estados de los Estados Unidos, han adoptado medidas anti-BDS. El lobby de Israel en España está trabajando a destajo en su intento desesperado de suprimir legalmente los derechos democráticos de los ciudadanos con el fin de proteger a Israel de las medidas del BDS.

El premio Pullitzer Glenn Greenwald ha descrito estas medidas draconianas en los Estados Unidos y en Europa como "la mayor amenaza contra la libertad de expresión en Occidente."

No obstante, en lo que representa un gran revés para la guerra jurídica de Israel contra el BDS, la Unión Europea, los gobiernos de Suecia, Irlanda y Holanda, junto con las principales organizaciones internacionales de derechos humanos, como Amnistía Internacional y la Federación Internacional de Derechos Humanos (FIDH), junto con la Unión Americana por las Libertades Civiles, han defendido el derecho de boicotear a Israel como un asunto de libertad de expresión.

Cuando se le preguntó acerca de los intentos de Israel de negar la entrada a activistas internacionales del BDS, el portavoz del Departamento de Estado de los Estados Unidos reiteró la oposición de su gobierno al movimiento  BDS, pero añadió "Valoramos nuestra libertad de expresión, incluso en los casos en los que discrepamos con las opiniones políticas que se apoyan."

Debido a que el apoyo a medidas relacionadas con el BDS ha empezado a afectar a su economía y a extenderse entre iglesias tradicionales, organizaciones estudiantiles, asociaciones académicas, sindicatos, grupos de defensa de justicia racial y redes LGBTQA, Israel ha empezado a reconocer el impacto "estratégico" del movimiento.

En el último año se ha desencadenado un efecto dominó, con grandes multinacionales, como Veolia y Orange, retirándose de proyectos israelíes que vulneran los derechos humanos de los palestinos, después de ser objeto de campañas BDS en su contra.

Incluso en los Estados Unidos, principal proveedor de fondos, protector y posibilitador del régimen israelí de ocupación, colonialismo y apartheid, Israel está perdiendo paulatinamente la batalla por las mentes y los corazones de los ciudadanos americanos. Según una encuesta publicada en Diciembre del año pasado por el  Brookings Institution, el 49% de los miembros del Partido Demócrata estarían a favor de sanciones económicas o de acciones más severas contra Israel, debido a la construcción de asentamientos. El porcentaje de los millennials que simpatizan más con los palestinos se  ha triplicado en los últimos 10 años.

El apoyo judío al movimiento BDS entre profesores universitarios, artistas y estudiantes también ha aumentado de manera significativa, en particular en los Estados Unidos. Una encuesta realizada en 2014 por un lobby Israelí muestra, por ejemplo, que el 46% de los hombres judíos ortodoxos estadounidenses apoyan un boicot total a Israel para poner fin a sus violaciones de los derechos humanos.

Pero el BDS no puede por sí solo explicar el creciente aislamiento de Israel,  que se debe también a su comportamiento.

La elección en 2015 del gobierno más racista de Israel ha contribuido, sin querer, a extender el apoyo a favor de los derechos de los palestinos y a las tácticas BDS para lograr dichos derechos.  Hace pocas semanas, el Gran Rabino sefardí de Israel hizo un llamamiento para la limpieza étnica de los "no-judíos" en "la tierra de  Israel."

Políticos y militares israelíes de alto nivel están muy preocupados con el descenso de Israel hacia ese abismo. Ehud Barak, ex-primer ministro, ha dicho que Israel ha sido "infectado por la semilla del fascismo," mientras que el Jefe Adjunto del Estado Mayor, teniente general Yair Golan, ha comparado las "tendencias repugnantes" en la sociedad israelí a la Alemania nazi pre-Holocausto.

Sin embargo, Israel sigue disfrutando de la impunidad, y los Estados Unidos, Europa y Canadá siguen protegiéndola de la rendición de cuentas, apoyando sus esfuerzos escalofriantes de acosar e intimidar a los que hacen campaña a favor de los derechos de los palestinos con las tácticas no-violentas del BDS.

A pesar de su enorme poder militar, incluido armas nucleares, su maquinaria propagandística y su evidente intimidación de todos los que critican su régimen de opresión, Israel no ha conseguido vencer ni ralentizar el crecimiento sorprendente del movimiento BDS. Después de todo, no hay ningún poder capaz de aplastar a un movimiento abierto y no violento por la justicia, que florece en las mentes y los corazones de personas por todo el mundo.

Como en las luchas por los derechos civiles en los Estados Unidos y en contra del apartheid en Sudáfrica, no hay represión que pueda apagar el encanto de una esperanza bien fundada.

* Traducción realizada por Catherine German

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Seguimos teniendo esperanza https://blogs.publico.es/voces-del-mediterraneo/2017/02/07/seguimos-teniendo-esperanza/ https://blogs.publico.es/voces-del-mediterraneo/2017/02/07/seguimos-teniendo-esperanza/#respond Tue, 07 Feb 2017 07:00:30 +0000 http://blogs.publico.es/voces-del-mediterraneo/?p=29 Continuar leyendo "Seguimos teniendo esperanza"]]> Raji Sourani
Director del Centro Palestino para los Derechos Humanos (PCHR) y está trabajando junto con otras organizaciones en la Corte Penal Internacional (CPI) para llevar el caso de las colonias, el bloqueo de Gaza y el Muro ante la justicia. 

Por primera vez en la historia del conflicto palestino-israelí, el Consejo de Seguridad de la ONU ha adoptado una resolución (2334) declarando que los asentamientos de Israel en Palestina constituyen una vulneración del derecho internacional y un obstáculo fundamental para la posibilidad de la solución de dos Estados. Por primera vez los más firmes aliados de Israel en Europa, junto con los Estados Unidos, han dejado de apoyarle, con 14 votos a favor de la resolución y una abstención. Esto es una señal importante en el contexto de grandes cambios políticos en los Estados Unidos, donde el Presidente Obama ha dado paso al Presidente elegido Donald Trump. Al mismo tiempo, los palestinos se encuentran en el momento más débil de su historia, justo cuando se enfrentan al 50 aniversario de la ocupación ilegal. La aprobación de la resolución supone un mensaje y una terminología claros: Israel es la potencia ocupante y los asentamientos son ilegales.

La embajadora de Estados Unidos en la ONU, Samantha Power, dio las razones de la abstención a la resolución, que exige la suspensión inmediata de los asentamientos, además de una lección de historia acerca de como esto había siempre sido la postura de los Estados Unidos - citando al Presidente Reagan. Todos los gobiernos americanos anteriores han estado de acuerdo en que la ocupación Israelí no solo socava su propia seguridad sino que, además, destruye cualquier expectativa de paz y estabilidad en la región.

Unos días después, el ex-secretario de estado de los Estados Unidos James Baker reiteró esta posición, afirmando que los asentamientos israelíes crean hechos en el terreno que simplemente obstaculizan el acuerdo de tierra por paz y una solución de dos estados, que es la única solución real para el conflicto. Esta narrativa también fue el centro de la reciente conferencia de  Paris, donde 70 estados, entre ellos estados europeos y árabes junto con los 5 miembros permanentes del Consejo de Seguridad, se reunieron para hablar de las expectativas de paz. La conferencia de paz, que según el Primer Ministro israelí Benjamín Netanyahu fue "amañada", establece los parámetros actuales de la comunidad internacional en relación con la ocupación. Frente a la incertidumbre de cómo la próxima administracion norteamericana va a tratar el conflicto, Francia tomó un paso más al criticar duramente la propuesta de Trump de trasladar la embajada de los Estados Unidos de Tel Aviv a Jerusalén. No solo sería una provocación, sino que dañaría seriamente las posibilidades de paz.

La importancia de una retórica occidental, en particular por parte de los aliados más firmes de Israel, sobre la ilegalidad de los asentamientos, la importancia de la solución de dos estados y la simple definición de Israel como potencia ocupante no se puede negar.  ¿Pero cómo podemos tener una discusión política acerca de cualquier solución al conflicto y las condiciones de paz sin antes exigir y garantizar el acceso de los palestinos a sus derechos?

Este apoyo de palabra de los estados occidentales tiene lugar cuando Gaza se encuentra sometida a condiciones sin precedentes del asedio ilegal, que supone una grave violación del derecho internacional y un crimen contra la humanidad; tiene lugar cuando los palestinos en Jerusalén ocupado se enfrentan a una limpieza étnica y un proceso de judaización sin precedente. Y llega en un momento en el que el 60% de Cisjordania esta bajo ocupación Israelí y se construyen nuevos asentamientos a diario, por lo tanto imponiendo una nueva marca de apartheid.  Estos hechos sobre el terreno evidencian que el Consejo de Seguridad y la comunidad internacional no han hecho suficiente para los derechos de los palestinos. Pero seguimos teniendo esperanza de que la justicia prevalezca y que Israel tendrá que rendir cuentas y cumplir las normas mutuas del derecho internacional.

(*) Traducción de Catherine German.

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