Elecciones 9M

Sobre impuestos e hilillos

MANUEL RICO

Lo malo de la credibilidad es que, una vez perdida, no hay forma de recuperarla. No se ha inventado una celestina que repare ese himen. Así que cuando a Rajoy se le ocurre hablar de números, a la mayoría de los ciudadanos se les pone cara de incredulidad: un tipo que transforma toneladas de petróleo en hilillos de plastilina, ¿qué carajo sabrá de cuentas?

El problema es doble. Primero, confundir toneladas con gramos. Segundo, el tipo de conversiones que realiza Mariano. No es que carezca de mérito transformar el petróleo en plastilina, pero en los tiempos que corren sería mucho mejor que transformase la plastilina en petróleo. Claro que estamos hablando de un señor peculiar, que si llega a estar invitado al banquete de las bodas de Caná, seguro que se le ocurre convertir el vino en agua. ¡Con tal de anunciar una
mala noticia!

El caso es que la ignorancia no exime del error. Y en el tema de los impuestos, Mariano acumula ambos. Dice el PP que donde mejor está el dinero es en el bolsillo de los contribuyentes. Pero no es verdad. Cuando la situación económica empeora, lo que se necesita es un Gobierno que meta dinero en el bolsillo de los ciudadanos que menos tienen, y no un Gobierno que deje llenos los bolsillos de quienes tienen más.

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