El 7 de noviembre de 1886 nació en Riga, Letonia, uno de los mayores genios del ajedrez de todos los tiempos, Aaron Nimzovich, el precursor del ajedrez actual.

Durante la década de los veinte y comienzos de los treinta fue uno de los mejores jugadores del mundo, sólo por detrás de los campeones Capablanca y Alekhine. No obstante, a pesar de adjudicarse prestigiosos torneos, no se le recuerda tanto por sus triunfos ante el tablero como por sus aportaciones a la teoría, que se concretan en las numerosas aperturas y variantes que llevan su nombre (Defensa Nimzo-india, Defensa Nimzovich, Ataque Nimzovich-Larsen, etc.) y en sus tesis sobre el ajedrez, especialmente la fase del medio juego, que surge cuando se ha completado la apertura.

Nimzovich fue uno de los representantes del hipermodernismo (junto a Richard Reti, ver aquí y aquí), y en sus escritos se enfrentó especialmente al considerado máximo representante de la escuela antigua, Siegbert Tarrasch, quien había simplificado las enseñanzas del fundador del ajedrez moderno, el campeón Wilhelm Steinitz, y había caído en lo que casi todos consideraban un rígido dogmatismo. Lamentablemente, en español sólo teníamos disponibles dos obras de este genial teórico -Mi sistema y La práctica de mi sistema- , pero recientemente se han comenzado a publicar en nuestro idioma grandes clásicos del ajedrez injustamente olvidados, entre ellos un volumen con escritos de Nimzovich, con el título Cómo me convertí en gran maestro y otros escritos (http://www.clasicosdelajedrez.com). Falleció en Copenhague, el 16 de marzo de 1935, debido a una neumonía.