Al piano

La interseccionalidad y la importancia de nombrar bien

"Me niego rotundamente/ a negar mi voz,/ mi sangre y mi piel./ Y me niego rotundamente/ a dejar de ser yo,/ a dejar de sentirme bien/ cuando miro mi rostro en el espejo/ con mi boca/ rotundamente grande,/ y mi nariz/ rotundamente hermosa,/ y mis dientes/ rotundamente blancos,/ y mi piel valientemente negra./ Y me niego categóricamente/ a dejar de hablar/ mi lengua, mi acento y mi historia./ Y me niego absolutamente/ a ser parte de los que callan, /de los que temen,/ de los que lloran./ Porque me acepto/ rotundamente libre,/ rotundamente negra,/ rotundamente hermosa".

Este poema, titulado "Rotundamente negra", es de Shirley Campbell, poetisa y activista costarricense que estuvo en Madrid hace unas semanas y de la que me hicieron llegar una entrevista que me conmovió. Las palabras de Campbell daban cuerpo a mis sentimientos y a mis pensamientos porque, lo quiera o no, tengo una responsabilidad que cumplir y, al igual que ella, yo me sitúo también como mujer negra, activista y representante de muchos y muchas en el Parlamento.

Y como tal me posiciono ante la lectura del documento de Igualdad de Podemos para Todas, equipo encabezado por Pablo Iglesias y del que formo parte. Se da en ese documento un sentido real a uno de los términos que utilizamos repetidamente: la interseccionalidad, que no debe ser una palabra vacía, sino una práctica real.

Debemos entender qué es la interseccionalidad. Hablemos de cómo por el hecho de tener un color de piel diferente, pertenecer a una clase social más baja, ser mujer y tener una orientación sexual que se sale de la norma hace la vida más complicada al grupo de mujeres en el que me sitúo, las mujeres racializadas. Es importante que una mujer negra hable de mujeres negras, como decía Shirley en su entrevista, y tengo una responsabilidad con esa generación diversa, étnica y racialmente, que está creciendo en España. Sueño con que no sea noticia que haya una diputada negra en el Congreso y que seamos más  las y los representantes en el Parlamento que demuestren la existencia de esa España diversa en la que estamos.

He pasado gran parte de mi vida en España y me he visto acorralada muchas veces por el simple hecho de ser una mujer negra. No es un proceso fácil de llevar el aceptarse tal y como se es cuando muchos mensajes de la sociedad te dicen que la ropa que utilizas no debe llamar mucho la atención o que tu pelo natural no es bello. He necesitado años y años para desaprender tantas cosas negativas y para poder posicionarme como mujer negra, activista y diputada por responsabilidad y respeto a las mujeres negras en particular y a las mujeres en general.

Queremos tejer redes de solidaridad. Será posible si hacemos nuestra la práctica de la interseccionalidad. Hablamos de lo importante que es no solamente nombrar, sino nombrar bien. Por ello, quiero que hablemos de las mujeres negras, árabes, musulmanas, latinoamericanas, gitanas, blancas. Hablemos para entendernos, para dialogar y reflexionar juntas en torno a este proyecto político que lleva como bandera el lema de "Para Todas".

La democracia radical que defendemos no debe hacernos olvidar los ejes fundamentales de la interseccionalidad: el sexo, el género, lo étnico, lo racial y la clase son formas de opresión que se relacionan, cada una de ellas forma parte de las otras junto a otros ejes que explican también otras desigualdades y se articulan con los ejes fundamentales. Por tanto, la metodología interseccional que defendemos en el documento de Igualdad es necesaria para comprender la diversidad de mujeres y sus respectivas demandas. No solo es una herramienta de análisis, sino de práctica y diálogo feminista. Podemos lo construimos entre todas.

Rita Bosaho

Diputada de Unidos Podemos en el Congreso y componente de la candidatura de Podemos para Todas

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