Principia Marsupia

Señales de advertencia que celebran la vida (FOTOS)


[caption id="attachment_6418" align="aligncenter" width="704"]1-reserved "RESERVADO para juegos y diversión" (TheClick / National Trust)[/caption] Si alguno de vosotros tiene previsto viajar este verano al este de Inglaterra, prestad atención a las "señales de advertencia" que encontraréis en algunos parques. El National Trust ha instalado una serie de signos que tienen la apariencia de instrucciones o advertencias, pero que en realidad invitan a explorar, tocar y disfrutar de los jardines. [caption id="attachment_6419" align="aligncenter" width="704"]2-keep "PERMANEZCA en el CÉSPED" (TheClick / National Trust)[/caption] [caption id="attachment_6420" align="aligncenter" width="704"]3-photographs LAS FOTOGRAFÍAS tomadas desde este lugar son fantásticas (TheClick / National Trust)[/caption] [caption id="attachment_6421" align="aligncenter" width="356"]4-atencion ¡ATENCIÓN! La necesitará para descubrir la abundancia de vida en este rincón. (TheClick / National Trust)[/caption] [caption id="attachment_6422" align="aligncenter" width="704"]5-notice OBSERVE la belleza de las flores mientras camina por el bosque. Haga fotos, huéla su perfume y disfrute del día. (TheClick / National Trust)[/caption] [caption id="attachment_6423" align="aligncenter" width="356"]6-sit POR FAVOR, SIÉNTESE AQUÍ. Es un rincón maravilloso. (TheClick / National Trust)[/caption] [caption id="attachment_6424" align="aligncenter" width="704"]7-touch POR FAVOR, TOQUE los árboles - o, incluso, ¡abrázelos!  (TheClick / National Trust)[/caption]

Esta última señal me recuerda la historia que contaba José Saramago sobre su abuelo: cuando aquel hombre analfabeto supo que iba a morir, se despidió de los árboles de su jardín abrazándolos uno por uno. Así lo relataba Saramago en una entrevista:
Era un hombre analfabeto, que vivió toda su vida siendo pastor [...] Cuando lo íbamos a llevar en el coche a la estación de tren, le pasa esa idea de dirigirse al huerto, y abrazar a los árboles, porque se veía que no volvería, y además abrazarlos llorando. Si yo tuviera un blasón, mandaría poner en ese blasón un hombre abrazado a un tronco de un árbol, porque es de tal forma, puede pensar que ha salido de una imaginación literaria extraordinaria para inventar algo como esto. Si la vida hubiera sido diferente, distinta, el novelista sería él, e iría a Estocolmo a recoger el premio, y yo, ahora, tendría tanto orgullo en ser el nieto de un premio Nobel como el que tengo de ser el hombre que cuando iba a morir se despidió de sus árboles llorando.
P.D.- Mañana publicamos el segundo vídeo de "Física cuántica explicada en 5 minutos".

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