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Mordeduras de perro y palizas a refugiados en la frontera UE

Mordeduras de perro y palizas a refugiados en la frontera UE
Crédito de la fotografía: Médicos Sin Fronteras

Médicos Sin Fronteras ha atendido durante el último año a más de 100 refugiados en la frontera entre Serbia y Hungría: la mayoría presentaban heridas por golpes y mordeduras de perro. La policía de fronteras húngara nunca ha ocultado la brutalidad con la que trata a los refugiados, bajo órdenes del gobierno de Victor Orbán.
Los abusos también han afectad a los más vulnerables; los menores no acompañados.  De 106 casos, 22 tenían menos de 18 años.

"Los migrantes y refugiados nos dicen que les golpean y obligan a tumbarse en el suelo mientras los oficiales de policía les pisotean con sus botas. Que a menudo les confiscan la ropa y los zapatos y que deben regresar a Serbia caminando descalzos en medio de la nieve y el frío. Las contusiones y otros síntomas que hemos visto y tratado concuerdan con el tipo de abusos que nos describen. Es un ritual de brutalidad que tiene lugar en la propia frontera de la UE orquestado para impedir que la crucen. Es simplemente inconcebible que esto suceda y los líderes de la UE miren hacia otro lado".  Christopher Stokes, director general de Médicos Sin Fronteras.

Y esto son sólo los casos que Médicos Sin Fronteras ha atendido. Muchos refugiados no buscan atención médica por la falta de información: por el miedo a que eso implique ser capturados y encerrados en los campos de detención del gobierno húngaro.
Los líderes europeos siguen sin hacer nada: resulta mucho más cómodo mirar hacia otro lado mientras los refugiados no entren a la Unión Europea.

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