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Coronavirus: el peligro de los estudios científicos no suficientemente contrastados

La ciencia sobre el coronavirus avanza a toda velocidad. Equipos de virólogos, médicos, biólogos y epidemiólogos de todo el mundo trabajan juntos frente a un enemigo común.

Los científicos publican sus resultados en revistas acreditadas siguiendo un proceso llamado "revisión por pares" que se alarga durante semanas o meses:

1) Un equipo de investigadores envía su artículo al editor de la revista.

2) El editor decide si el artículo merece ser considerado y lo reenvía a otros científicos especialistas en el asunto, a los que se conoce como "revisores".

3) Los "revisores" analizan el artículo y comunican al editor si creen o no que merece ser publicado y si necesita de cambios o aclaraciones.

4) Los investigadores debaten con los revisores y realizan los cambios necesarios.

5) El editor decide finalmente si el artículo se publica o no.

Es un proceso lento, pero así nos aseguramos de que la investigación publicada es relevante y de calidad. Para que os hagáis una idea, la revista Science apenas acepta el 8% de los artículos que recibe.

También existen los llamados "servidores preprint", donde los investigadores envían directamente los borradores de sus artículos (sin que nadie lo revise). Estos servidores son inmediatos para compartir los resultados de una investigación y muy útiles para otros investigadores, pero no deben confundirse con conclusiones finales.

Con el coronavirus se han publicado varios artículos que han debido ser retirados por demostrarse que no cumplían los estándares científicos. Vamos con dos ejemplos:

A.- El coronavirus y su relación con el virus VIH

El 31 de enero se publicó un trabajo no revisado en un servidor preprint llamado "bioXiV" sugiriendo que había "similitudes sospechosas" entre el coronavirus y el virus que provoca el SIDA.

Firmado por investigadores del Indian Institute of Technology, el trabajo contenía numerosos errores técnicos. Debió ser retirado 3 días más tarde, pero ya había sido descargado más de 200.000 veces.

En este informe tenéis más información sobre el caso.

B.- Hidroxicloroquina

El 20 de marzo un grupo de investigación francés publicó en el "International Journal of Antimicrobial Agents" un trabajo sobre el uso de la hidroxicloroquina en pacientes con Covid-19.

En sus conferencias de prensa, Donald Trump ha animado a los estadounidenses a utilizar la hidroxicloroquina citando explícitamente ese estudio.

Pues bien, la investigadora Elisabeth Bik desmontó los argumentos del estudio: confundía variables y desaparecían pacientes. El 3 de abril la misma revista emitió un comunicado rectificando:

"El artículo no cumple con los estándares esperados, especialmente en cuanto a la falta de explicaciones sobre cómo se han seleccionado los pacientes".

La comprensión científica del coronavirus ha dado pasos gigantes, pero debemos ser muy cuidadosos con las publicaciones tempranas.

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