Como muchas de las iniciativas del gobierno de Hugo Chávez, recientemente ha llegado otra que ha traspasado fronteras. Se trata esta vez de la opinión del presidente venezolano sobre los campos de golf y quienes hacen uso de ellos. La polémica surgió en uno de sus programas Aló presidente, por la localización de un campo de golf en el corazón de la ciudad de Maracai. El golf es un deporte de burgueses, afirmó, y estos terrenos podrían ser utilizados para construir viviendas para el pueblo. Las voces discordantes no tardaron en surgir, como siempre que habla Chávez. Aunque a veces no les falte razón, en este caso, al menos conceptualmente, comparto su afirmación. Porque es de sentido común que todo país deba priorizar la vivienda, al igual que la salud, la educación, y tantos otros derechos vitales para subsistir, y si para ello deben pasar a un segundo plano actividades económicas que podemos considerar no prioritarias, como el golf o el esquí, o los paseos en yate, etc., poco podemos decir en contra. Sin embargo, a efectos prácticos se complica la aplicación de tales ideas, sin que haya que saltarse algunas de las máximas de la ordenación social y política actual, el derecho a la propiedad privada. Con ello me pregunto si en España, donde se ha hecho "misión imposible" el acceso a una vivienda, hubiera que empezar a hablar de qué hacer con los cientos de miles de viviendas vacías. ¿Sería justo obligar, a los propietarios de un número de viviendas tal que muchas de ellas no las utilicen, a que las cedan a quienes no tienen casa? Es curioso pero, algo desde un punto de vista humano totalmente lógico, en nuestra mente, quizá ya burguesa, tiene difícil cabida. Yo por mi parte, sigo necesitando compartir piso para poder pagar el alquiler...