Diario de un altermundista

... y superar el capitalismo

En el texto de ayer explicaba algunos de los argumentos escuchados a Samir Amin para explicar que el capitalismo es un sistema propenso a la crisis y que tan solo ha conseguido ser medianamente amable cuando hay fuerzas externas que le han obligado a ello. El paralelismo entre 1914 y 2008 de Amin, que nos situaría en el inicio de una fase, en medio de una crisis capitalista, de inicio de cambios importantes, puede suponer no solo la salida de la crisis, sino la superación del capitalismo como sistema hegemónico. De algún modo este cálculo para el posible fin del modelo actual en unos treinta años, coincide con la premonición de Wallerstein de que en un periodo similar ya no habrá capitalismo. Así, en las décadas venideras nos podemos encontrar con el surgimiento de propuestas de cambio radicales que vayan dibujando un nuevo orden. Pero estas propuestas no van a venir solo de la izquierda transformadora, buena parte de la cual hoy por hoy se da cita en el marco del Foro Social Mundial (FSM), sino que vendrán también de la derecha más reaccionaria o de liberales interesados en mantener su cuota de negocio. Estos últimos nos querrán vender la moto de que el capitalismo tiene una cara amable y de que la crisis tiene solución. La izquierda transformadora debe, según Amin, organizarse en una amplia y diversa quinta internacional, no como la hasta ahora propuesta por Hugo Chávez, sino similar a la primera, donde se dé cita toda la sociedad civil altermundista, incluyendo a los partidos. La evolución hacia situaciones de mayor organización y unidad entre quienes pretenden cambiar el mundo será necesaria para contrarrestar las fuerzas conservadoras y liberales. Pero en mi opinión, deberá hacerse con una nueva cultura política que no permita que esta pretendida unidad se cargue la diversidad de opiniones de la izquierda política y social. Aparentemente tenemos unas pocas decenas de años para que la búsqueda de estrategias de trabajo en red, que con un nuevo internacionalismo, o con un movimiento de movimientos altermundistas, consigamos llegar al momento de cambio con la fuerza suficiente para que la mayoría de la ciudadanía mundial apoye un cambio sistémico, que ponga al ser humano en el centro de la vida política, desbancando la hegemonía actual del dinero. El FSM puede ser un buen lugar para seguir sumando fuerzas y un lugar donde inventarse la manera de impulsar este nuevo movimiento, o como algunos quieren llamarlo, quinta internacional.

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