Diario de un altermundista

¿Quién dijo que no hay dinero?

En plena crisis, época de recortes presupuestarios y control del déficit, cuando se ha eliminado la ayuda a los parados, se venden los aeropuertos al mejor postor y se pretende mandarnos a la jubilación dos años más tarde y de paso meternos un poco de miedo con aquello de que no vayamos a tener una pensión y así vayamos al banco a abrir un plan de pensiones... al Gobierno español no se le ha ocurrido otra cosa que abrir una convocatoria de subvenciones por valor de 645.370 € para mejorar la imagen de las Fuerzas Armadas. Proponen pagar una considerable  suma (con la que más de 1500 parados sin otro ingreso podrían recibir la mínima prestación que ahora les quitan durante un mes) para hacer cursos, seminarios, foros y proyectos de investigación para el público en general y para el ámbito escolar. Sí, sí, no me he equivocado, quieren promover el militarismo en las escuelas, a niños, a menores de edad.
La campaña Desmilitaricemos la Educación denuncia este hecho con un comunicado que recientemente han hecho público. Además, el Gobierno promueve el militarismo, es decir, el uso de las armas y la violencia para conseguir objetivos políticos o económicos, cuando en los últimos 3 años no se ha abierto ninguna convocatoria para subvenciones en (in)cumplimiento con la Ley 27/2005 de Fomento de la Educación y la Cultura de Paz.
La convocatoria de esta subvención dedica 589.300 € a actividades directa o indirectamente relacionadas con las Fuerzas Armadas y 56.070 € a estudios en favor de la paz. Pero no se equivoquen, se trata de promover la paz a través de la lógica militar de las fuerzas armadas, no la del pacifismo y la noviolencia. Burlándose de este modo de aquellos pacifistas que ayudaron voluntaria o involuntariamente a la llegada al poder del actual ejecutivo socialista.
Como afirman desde la campaña mencionada, una educación basada en la libertad, la democracia y la paz no puede promover en sus centros la forma de abordar los conflictos del ejército, ya que lo hace a través de la violencia armada. La utilización del espacio escolar para promover los valores militaristas y que mejoren la imagen de las fuerzas armadas se opone a la construcción de una cultura de paz y, muy probablemente, es una táctica de reclutamiento encubierta y quizá de algo más.
En fin, nos encontramos ante otro despropósito que muestra que para lo que se quiere sí que hay dinero y que toda esta milonga de reducción del déficit, de valoración de las economías por un tal Moodys, no es más que la enésima ofensiva neoliberal para cargarse lo poco que nos queda, llevándonos hacia un estado del malestar, que necesitará de control militar para que no nos rebelemos más de la cuenta.

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