Diario de un altermundista

A los inmigrantes ni agua

El gobierno de Zapatero ha emprendido un camino sin retorno hacia el centro e incluso más allá, en cuanto a la inmigración se refiere, impulsado principalmente desde la llegada del ministro Corbacho al ejecutivo socialista. Demuestra así el otrora presidente de los cambios, que con el paso del tiempo y el apego al sillón, ha hecho que sus políticas en una materia tan sensible desde un punto de vista humano, como es la tragedia que viven quienes tienen que emigrar en busca de una vida mejor, sean más bien de derechas, o de centro, que no es lo mismo, pero es igual.

Ahora resulta que además de aumentar el tiempo que pueden estar presos los inmigrantes en los CIE (Centros de Internamiento de Extranjeros), algo así como cárceles en las que se puede retener sin ningún otro cargo contra las personas allí encerradas que no tener la documentación en regla -los hay en Algeciras, Barcelona, Fuerteventura, Lanzarote, Gran Canaria, Madrid, Málaga, Murcia, Tenerife y Valencia-, el gobierno socialista quiere reformar el artículo 53 de la Ley de extranjería, para considerar falta muy grave promover la permanencia irregular de un extranjero en España. Parece que sólo se refiere, según la secretaria de Estado de Inmigración y Emigración, a que si hacemos una carta de invitación a un amigo para que visite nuestro país, y luego resulta que no se vuelve al final del período del visado de turista, por la razón que considere oportuna -ya que es su vida- el peso de la ley caerá sobre nosotros, promotores de la inmigración, delincuentes peligrosos.

Por suerte, no seremos tratados de la misma manera que esos otros sospechosos habituales, culpables de querer vivir en nuestras ciudades, porque en su país no haya garantías políticas o económicas para vivir con dignidad. Ellos y ellas son expulsados, encarcelados e incluso torturados por no tener un papel. ¿Cuál será el siguiente paso del gobierno de ZP para criminalizar la inmigración?

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