La presentación del informe de Alejandro Pozo (Centro de estudios por la Paz JM Delàs de Justícia i Pau) revela "10 razones para cuestionar (y repensar) la implicación extranjera" en la guerra de Afganistán, y en especial la participación española, que según el autor no sirve para nada más que para legitimar la guerra impulsada por Estados Unidos.

Pero veamos de manera resumida los diez argumentos con los que el autor desmonta cualquier posible justificación de la presencia militar española en Afganistán: 1) la OTAN a través de la operación militar ISAF, de la que España forma parte, es contraria al derecho internacional; 2) las dos operaciones militares extranjeras en Afganistán -ISAF y Libertad Duradera- forman parte de una misma lógica, porque estan bajo el mismo mando; 3) la contribución internacional en Afganistan está militarizada, un 92% del total; 4) la contribución española también está militarizada, en un 95% del total; 5) la violencia y la inseguridad han aumentado significativamente -en 2007 murieron 1.997 civiles, 539 los mataron las tropas internacionales; 6) Occidente ha legitimado y proporcionado impunidad a muchas personas que deberían ser juzgadas, por ejemplo gracias a la inclusión de señores de la guerra en el gobierno de Karzai; 7) Las situaciones de abuso contra las mujeres y de producción de opio no han mejorado; 8 ) La intervención militar pone en peligro la acción humanitaria, que desde la presencia militar extranjera ha reducido drásticamente por cuestiones de seguridad su presencia en Afganistán; 9) La opinión pública española pide la retirada de las tropas, a pesar de la información engañosa que el gobierno da de la misión militar en este país; 10) Existen alternativas no militares a la ocupación militar de Afganistán, como la vía diplomática o la priorización de la ayuda humanitaria independiente de poderes políticos.

Parece, pues, más que justificable la retirada de las tropas de Afganistán, la última guerra de la OTAN. Ahora que estamos a tan solo unas semanas del 60 aniversario de la OTAN, la ministra Chacón quita el límite de 3.000 soldados españoles en el exterior. ¿Querrá Zapatero agradar a Obama enviando a la guerrra de Afganistán a unos centenares o miles más de soldados españoles? ¿Qué precio estará dispuesto a  pagar el presidente español para tener una silla en el G-20, o en el G-8?

El informe se puede consultar en www.centredelas.org