Diario de un altermundista

Pacifistas en la Junta de accionistas del BBVA

La Junta de Accionistas del BBVA fue el pasado "viernes 13" de marzo. Como si la elección del día hubiera sido algo premonitorio, la tensión y el pánico a la crítica se respiraba en el ambiente. Algunas de las denuncias más graves al BBVA trataron de silenciarlas, por las buenas o por las malas. De los que protestaron a las puertas del palacio de congresos de Bilbao donde se celebraba la Junta se encargaró la policia, de los que protestaron dentro, los miembros de la seguridad privada contratada por el BBVA.  Incluso a uno de los miembros de Justícia i Pau, de la campaña BBVA sin armas, no se le permitió la entrada, por excesiva rigidez en la aplicación de los requisitos de entrada. De hecho, la vigilancia a la que fueron sometidos ralló la coacción.

Finalmente la intervención denunciando las inversiones del BBA en armas fue posible.  Pere Ortega le leyó la cartilla a Francisco González, el financiero mejor pagado de toda la banca española (16 millones de euros en 2008, ¿¡quién dijo crisis!?). Entre otras cosas le recordó que "el BBVA, sigue manteniendo su colaboración y líneas de crédito con Boeing, EADS y Thales", primera, sexta y décima empresa fabricantes de armas en el ranking mundial. Respecto a la industria de guerra en España, se hizo mención a que el BBVA es accionista de manera directa o indirecta de las empresas de armamento españolas: Indra, Ibérica del Espacio, Rymsa o Inmize. Además Ortega denunció que "el BBVA apareció en el mes de abril de 2008 como financiador de un contrato de la española EADS-CASA por un importe de 554 millones de euros (...) Así como otra financiación (junto a otros bancos) en marzo de 2008 a EADS por un importe de 2.000 millones de euros". La relación del BBVA y las armas no sólo se muestra evidente, sino que es totalmente escandalosa.

La petición de la campaña es que el BBVA y las tres decenas de bancos y cajas de ahorros españolas dejen de lucrarse por mantener relaciones comerciales y financieras con la industria de armas. Porque para que haya guerras, debe haber armas, y para que se produzcan y vendan armas, se necesita apoyo financiero, que ofrecen los bancos y cajas de ahorros españoles y, de forma destacada, el BBVA. Es la segunda vez que la campaña BBVA sin armas participa en la Junta de accionistas del banco, y parece que han conseguido  algunos de sus objetivos, ya que el BBVA ha reaccionado con una -aunque tímida e insuficiente-, normativa de limitación de algunas de sus operaciones de financiación de exportación de armas, gracias a la cual han roto relaciones con una importante empresas de armas con la que venían trabajando los últimos años, Raytheon. La presión de la sociedad civil da resultados.

Para más información pueden consultar www.bbvasinarmas.org

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