Mayor Oreja, presidente del grupo popular en el Parlamento Europeo, ex-Ministro del Interior y referencia en el PP español criticó en una entrevista en la COPE a la renovada (o mejor dicho recuperada y reconquistada) TVE por televisar las protestas del 25-S. Afirmó que dar visibilidad a las manifestaciones "es un disparate" porque "incita a manifestarse". Analicemos qué se esconde tras esta declaración.

Mayor Oreja no parece ser partidario de la información plural e independiente, sino que piensa que TVE, que es pública y está bajo control gubernamental, no debe dedicarse a informar sobre lo que es noticia sino velar por los intereses de quienes dirigen el ente público, que a fin de cuentas es Mariano Rajoy (o si me apuran Juan Carlos I de Borbón). El máximo representante parlamentario del PP en Europa no parece ser amante de la esencia de la democracia, las manifestaciones y protestas en la calle ya que considera manifestarse como algo que hay que evitar que ocurra, que no hay que incitar. Finalmente, Mayor Oreja parece apoyar el encubrimiento de quien ejerce la violencia, en este caso se trata de la policial, tan habitual los últimos tiempos, pero ¿qué diría de la violencia machista, tamién hay que ocultarla para no incitar a que ocurra, y qué me dice de la violencia de la guerra y de la violencia de las estructuras económicas que no solo deja cada día a miles de personas sin casa ni trabajo en España, sino que mata a miles de personas cada día de hambre?

En democracia la violencia legítima está en manos del Estado porque el pueblo le ha cedido este poder, privilegio y responsabilidad. Es obligación de las fuerzas de seguridad del Estado velar por defender los mecanismos que hacen posible que exista la democracia, y las manifestaciones y protestas en la calle son esenciales en un marco democrático. En caso de excesos policiales, deberían destituir a sus responsables y poner en su lugar a verdaderos demócratas.