A ojo

Un milagro

Al cabo de un mes de ausencia y de dos operaciones quirúrgicas realizadas en secreto en Cuba, el presidente venezolano Hugo Chávez reapareció en Caracas y anunció que tiene cáncer. No se sabe de qué: de "la pelvis", en donde caben la mitad de las vísceras de la caja del cuerpo. Contó luego que le van a hacer tratamientos de quimioterapia, o de radioterapia, o de las dos cosas. Y en la televisión pública, demacrado, con la mirada opaca y quebrada la voz, confió que le encomendaba la "batalla por su vida" no sólo a la ciencia médica, sino también a potencias espirituales tan variadas como el comandante de la revolución cubana Fidel Castro, a quien llamó su "médico en jefe", el manto de la Virgen de los católicos, los espíritus de la sabana de los vaqueros venezolanos, el amor de su pueblo, el amor de su Ejército, y el amor de sí mismo (que en fin de cuentas es el nervio que sostiene a los hombres del poder, a veces más allá de la muerte clínica).
Dicho todo lo anterior, declaró que seguirá al frente del Gobierno y de la campaña presidencial que ya empieza; aunque tal vez, por la fatiga de las terapias, delegará algunas de sus funciones presidenciales en cabeza del gobernador del Estado Barinas, Adán Chávez, cuya principal distinción es la de ser hermano del comandante presidente, aunque él mismo no sea ni subcomandante ni vicepresidente. Pero, por lo visto, es de confianza.

(Aunque nunca se sabe. Hace un siglo, el dictador venezolano Cipriano Castro se fue a operar a Alemania dejando la presidencia en manos de su compadre Juan Vicente Gómez, para que se la cuidara. Y cuando quiso volver su compadre le había dado un golpe de Estado que lo mantuvo en el poder durante casi 40 años).
La cosa puede durar. Hoy en día casi nadie se muere de cáncer, si el diagnóstico es pronto y el tratamiento rápido. Y a la curación ayudan, qué duda cabe, el sacramento de la extremaunción para los moribundos que se hizo administrar Chávez por el arzobispo de Caracas ante las cámaras de la televisión y los mensajes de pronto restablecimiento que recibió de una multitud de jefes de Estado de la más variada índole: el de Irán, el de Colombia, el de Rusia (y no sé si también el de los Estados Unidos). Y el canciller venezolano ha dicho, de manera solemne, que la recuperación del presidente Chávez es "milagrosa".
A ver si sí.

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