Apuntes peripatéticos

Portugal, tan cerca y tan lejos

Me llama la atención la indiferencia mostrada por los españoles hacia Portugal. En la prensa no suele haber apenas comentarios sobre el país colindante, sus escritores actuales, sus políticos, su gastronomía, sus teólogos, sus escuelas, sus... lo que usted quiera. El trato que recibe –mejor, el no trato– del Hombre (o Mujer) del Tiempo es sintomático. El homólogo de éste/ésta en la BBC no atiende sólo a los irlandeses del Norte (por formar parte del Reino Unido), borrando de sus mapas –y previsiones– a la República. Al contrario, señala en términos generales –nubes aquí, sol allá– lo que se prevé al otro lado de la raya. Aquí no hay tal cortesía. Portugal figura en TVE1 como una mancha marrón sin indicación alguna. En Cuatro, a guisa de papel de plata arrugado, aunque atravesado, eso sí, por dos hilillos innominados que resultan ser el Duero y el Tajo. Se ve que ni existe ni tiene clima. Ni, al parecer, turistas españoles deseosos de saber qué tiempo les pueda tocar allí el fin de semana.

Reflexiono sobre todo ello a raíz de la presentación, en la Filmoteca, del libro José Francisco Aranda. La fabulación de la pantalla, que recoge los escritos cinematográficos del autor. Se trata de una recuperación de gran calado. Aranda, fallecido en 1989, autor de un estupendo libro pionero sobre Luis Buñuel, nunca quiso vivir en la España de Franco, que fusiló a su padre, y pasó su vida mayormente en Portugal. Llegaron desde Lisboa, para asistir al acto, sus hijos y otros familiares. Una emoción, una alegría. Estoy deseando que venga de una vez el AVE y nos facilite el contacto con nuestros vecinos. Que nos tienen mucho que enseñar y contar.

Más Noticias