Apuntes peripatéticos

España, ¿«país enfermo»?

Era de esas frases que te dejan helado. El Ateneo Republicano de Valladolid culminaba, el jueves, los actos organizados en recuerdo del cambio trascendental producido en España hace 78 años. En los días anteriores se había hecho un recorrido, desde la sede de dicho Ateneo, al arzobispado, a favor de ¡la apostasía!; una marcha a San Isidro en homenaje a los represaliados por el franquismo; y un reparto de claveles rojos en la plaza de la Libertad. El 14 disfrutamos enormemente de la representación, en el Instituto Zorrilla, del Retablillo de don Cristóbal, montado, con gracia y esmero, por el grupo "La Ventanita" y seguido de un recital de canciones populares recogidas por el poeta granadino. Luego, tras una conferencia de un servidor sobre Antonio Machado, llegó el momento del relax alrededor de una mesa, con música, buen Ribera del Duero (como Alejandro Fernández manda), alegría y, por supuesto, reflexión sobre las incidencias de la efemérides. De si el alcalde, de si el arzobispo (por cierto, don Braulio se va a Toledo a tomarle el relevo a Antoñito el Cañizares, por alivio de no pocos vallisoletanos), de si el monumento a los fusilados... Y fue entonces cuando se oyó, contundente, la frase aludida: "España es un país enfermo".

Prefiero creer que se trata de un país, más que enfermo, convaleciente. Que se está recuperando, poco a poco, no sólo de una grave dolencia, sino de numerosas. Y de las cuales la de más difícil curación, al parecer, es la tenaz resistencia por parte de cierta derecha a cuestionar sus seculares prejuicios y dogmas.

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