Apuntes peripatéticos

Estrasburgo

Este diario, que me permite amablemente estampar aquí un modesto apunte semanal, está haciendo una contribución decisiva a la lucha por la recuperación de la memoria histórica. Lo acaba de demostrar una vez más con el reportaje "Las fosas del franquismo llegan a Estrasburgo", firmado por Ángel Munárriz (19 de junio). Es tremenda la noticia, desde luego, de que los familiares de Luis Dorado Luque, diputado del PSOE por Málaga asesinado por los sublevados en Córdoba al principio de la guerra, y al parecer enterrado en una enorme fosa común de esta ciudad, no hayan tenido más remedio que llevar su caso ante el Tribunal Europeo de Derechos Humanos. Y es tremenda porque la iniciativa expresa, de manera pública y contundente, la desesperación de otros miles de españoles que se encuentran en análoga situación de desamparo.

Los familiares del diputado asesinado, tan empeñados en la localización de sus restos, insisten en que han apurado sin éxito todas las posibilidades judiciales ofrecidas por España, circunstancia imprescindible para poder demandar al Estado en Estrasburgo. Aseguran que en su país no han encontrado más que pegas, entorpecimientos y "burlas y dejadez" de la llamada Justicia. Reparación económica y moral, ninguna. Y, choca leerlo, ni siquiera una partida de defunción de la víctima. La viuda, que murió en 1995 con 97 años, pidió encarecidamente a su nieto que siguiera buscando al abuelo. Lo ha hecho tenaz y fielmente. ¿Admitirá a trámite la demanda el Tribunal Europeo? Espero con fervor que sí. Para que, por fin, algunos sientan vergüenza.

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