Apuntes peripatéticos

Hemeroteca digital

Ante la tentación de dejarnos invadir por el desánimo, quizás sobre todo preelectoral, me parece que no estaría de más recordar –y celebrar– lo mucho que ha avanzado este país en los últimos 30 años gracias al esfuerzo colectivo. Creo percibir una acusada tendencia a olvidarlo –o a no querer tenerlo en cuenta–, a señalar sólo lo negativo, los fallos (reales o imputados) del otro, a subrayar lo que separa en vez de reivindicar las cosas bien hechas entre todos.

Quisiera llamar la atención a este respecto sobre la Biblioteca Nacional. Cuando empecé a frecuentarla, allá por 1966, era en numerosos aspectos un desastre, reflejo de la radical incultura de aquel régimen oprobioso. Hoy se encuentra a la altura de las mejores instituciones equivalentes del mundo. Además es el lugar más gratamente silencioso de España, donde la concentración se hace casi palpable. No podría expresar cuánto le debo.
Lo que más me entusiasma últimamente de la Biblioteca Nacional es su flamante Hemeroteca Digital. Resulta que, gracias a una magnífica iniciativa de la casa, cualquier investigador, en cualquier punto del globo terráqueo, puede consultar ahora de forma gratuita, en la pantalla de su ordenador, una gama extraordinaria de publicaciones periódicas españolas que abarca desde principios del siglo XIX (y en algunos casos antes) hasta finales de la Guerra Civil. Y, lo más grande, aprovechar las insólitas posibilidades de búsqueda que ello conlleva. Son casi 800 títulos, más unos 215 cuya próxima incorporación a la lista se anuncia. Pasen y vean. Es portentoso. ¡Chapó!

Más Noticias