Cuaderno de Bitácora

Lucha contra el cambio climático a bordo

Quien se considere una persona responsable y preocupada por el medio ambiente debería ver el abismo que le separa con alguien como Chris Hoare. El radioperador australiano del Arctic Sunrise enseña a uno de los invitados como deshacerse de una lata de refresco vacía. "Primero la lavas un poco",dice, con su peculiar español, mientras enjuaga el interior de la lata. Después la coloca en una prensa fijada en la pared y la comprime antes de arrojarla a su cubo correspondiente.

En el comedor hay cinco cubos de basura diferentes (envases, metales, general, vidrio y orgánica), y distribuidos por el barco hay otros (papel y cartón, plásticos, pilas...). El simple hecho de tirar una lata a la basura supone varios pasos.

Durante la reunión de familiarización nos piden que leamos la Política de seguridad y protección del medio ambiente que debe observarse a bordo. En primer lugar aparece "Evitar daños físicos o la pérdida de la vida", muy lógico. Lo que no lo es tanto es lo que aparece en segundo lugar: "Proteger el medio ambiente"; luego ya viene todo lo demás.

No obstante, viajamos en un barco que funciona con derivados del petróleo. ¿No se contradice con todo lo anterior? Raquel Montón, responsable de la Campaña contra el Cambio Climático de Greenpeace, responde: "Eso es precisamente lo que pretendemos, que exista una alternativa al uso de los combustibles fósiles".

Un marinero se encarga de recoger la basura, llevarla a la zona de popa y hacer la separación. Se compacta para ahorrar espacio y bolsas de plástico. "La basura debe de estar lo más limpia posible", explica Marta Ibáñez, marinera. "Tratamos de reducir al máximo el consumo de pintura, agua, comida... Incluso tenemos una pequeña tiendecita de segunda mano donde quien quiera puede dejar ropa usada o libros, que luego utiliza la tripulación".

"Se trata de gastar lo menos posible", asegura Fredy Toya, segundo maquinista del Arctic Sunrise. "Se utiliza el calor residual de los motores para calentar el agua y para el sistema de calefacción. Utilizamos el combustible más limpio, y también más caro, con menor contenido de azufre, y no combustible pesado como otros barcos". Siempre que es posible se emplea la energía solar y los electrodomésticos son de bajo consumo.

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