Puntadas sin hilo

Pensiones o la cabeza en la soga

 

¿Cómo estar de acuerdo con medidas que conllevan el empobrecimiento de los trabajadores, clases medias incluidas?

Se puede aceptar el retraso de la jubilación a los 67 años, pero no más cómputo laboral, con una importante rebaja de la pensión. ¿Por qué, a cambio de qué, en beneficio de quien semejante retroceso?

Es intolerable la sumisión a las indicaciones europeas, "cueste lo que cueste". Por mucha que sea la fuerza de la ola conservadora. ¿Por qué la codicia tienen que pagarla siempre los mismos? No se puede poner la cabeza de los débiles en la soga de la horca, y menos una opción de izquierda defensora de derechos adquiridos.

¿Quiere decirse que existe una farsa combinada de Gobierno y sindicatos? No. No se puede luchar contra el sistema sobrevenido si los ciudadanos pasan y no les apoyan.

¿Se pueden tomar estas medidas sin el nuevo mesías, el PP? Tampoco. O hay unanimidad o la soga se aprieta un poco más. El origen de esta falta de consenso es la congelación de pensiones, decidido por el Gobierno, con dudoso cumplimiento del Pacto establecido de Toledo.

¿A cambio de qué pretenden este atraco al estado de bienestar? ¿De alargar nucleares? No gasten bromas, por favor. ¿La garantía del cobro futuro de las pensiones? Eso es reconocer el fracaso del sistema.

 ¿Es así en otros países? No. Por una razón: aunque los plazos de cómputo se hayan alargado, la cuantía de las pensiones es muy superior a la de los españoles, con sistemas envidiables, entre otras causas porque las cotizaciones empresariales son muchísimo más elevadas.

El Pacto de Toledo renovado solo propone generalidades. Todos se han lavado las manos. No vale, por tanto.

¿Era necesario hacerlo ahora? Tampoco. Es como el jugador de ajedrez que prevé la jugada décima y le dan mate en la primera. Lo coherente hubiera sido dejarlo para cuando llegue el mesías. Y, sobre todo, porque lo importante es centrarse en la catástrofe: el paro. Verdadera razón de que cotice mucha menos gente y el fondo de pensiones vaya quedando escuálido.

Y los recomendados planes privados de pensiones perdieron el año último 215 millones de euros. O sea, que por ahí tampoco puede uno zafarse de la soga.

 El mesías espera a que le hagan el trabajo sucio.

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