Puntadas sin hilo

Matando faisanes con postas

 

Produce asombro ver cómo las sórdidas fuerzas de la derecha mediática y política sentencian antes que los tribunales. En los asuntos que les interesa, claro.

Alanceado ya Zapatero como el Toro de la Vega, de Tordesillas, ahora van a por el vicepresidente Rubalcaba, por si es designado candidato.

Del hecho de que se haya ampliado la investigación del chivatazo a ETA con una llamada al dueño del bar Faisán, de Irún, deducen inmediatamente que, puesto que los nuevos teléfonos móviles a comprobar pertenecen al Ministerio del Interior y uno al subsecretario Antonio Camacho, el culpable es Rubalcaba.

No les importa que el juez haya aclarado que el objeto es decidir si llama a declarar a Camacho o no. Da igual, ya son culpables.

Por descontado, a mí me parece bien que se investigue, y no digo que al final no resulten involucrados. Pero no digo que me parece bien que uno de los más importantes avances de nuestra civilización, la famosa presunción de inocencia, salte por los aires y ya se diga que son casi-imputados, inventando una figura procesal. Simplemente, espero. Y si se confirmase, en el juzgado y no en los medios de comunicación ni en el Parlamento, que son responsables, pienso que Rubalcaba debería dimitir y quedaría políticamente inhabilitado, aunque no fuera más que por su culpa in vigilando. Pero no antes. No por unas diligencias judiciales ni porque lo decidan quienes tienen pánico a que pueda ser candidato.

Rubalcaba ha contestado 37 preguntas en el Congreso sobre este asunto, casi todas repetidas, y en todas ha mantenido lo correcto: esperemos a que los tribunales se pronuncien y entretanto sería inconcebible quebrar la actuación de los jueces.

Pero les da igual: la verdad ha de ser la que ellos digan, antes o después de pronunciarse los tribunales, sentencien lo que sentencien. Como hicieron y siguen haciendo con el 11-M. El caso es matar el faisán. Sólo les falta decir que tienen que probar su inocencia.

Más Noticias