Puntadas sin hilo

Suprimir los tribunales

 

Si no se acepta (que no es lo mismo que acatar) lo que digan los tribunales de justicia, ¿por qué no los suprimimos? Sería clarificador y un importante ahorro. Y que sean periodistas y partidos políticos quienes decidan las contiendas.

Si no se va a aceptar lo que diga el Tribunal Supremo sobre la legalización de SORTU, ¿por qué no eliminar el Tribunal Supremo? Especialmente si policía y Guardia Civil han hecho ya valoración de pruebas y sacado conclusiones. ¿No es ésa la función de los tribunales?

Si no se va a aceptar lo que decida la Audiencia Nacional en el caso Faisán, ¿por qué no eliminarla, para qué sirve en asuntos de matiz político? Es repugnante comprobar cómo los sórdidos medios ya han sentenciado. ¿Aceptarían PP y periodistas enterrar el caso Faisán si Rubalcaba dimitiera?

Si no se va a aceptar lo que diga el Tribunal Superior de Justicia de Valencia sobre la apertura o no de juicio oral contra Francisco Camps, que es cuando verdaderamente decae la presunción de inocencia, ¿por qué no eliminar ese Tribunal y dar paso a lo que decida el pueblo valenciano con el Partido Popular a la cabeza? Carlos Fabra ya ha dicho: "Camps será absuelto por las urnas" y el propio Camps asegura que va a continuar pese a lo que decidan los tribunales.

Son ganas de complicar las cosas y malversar dinero y tiempo, ¿por qué hay que esperar a los trámites judiciales? Mejor una justicia instantánea. ¿Para qué una juez tiene que investigar los ERE fraudulentos de Andalucía, si periodistas y PP ya han sentenciado, sea cual sea el resultado de la investigación judicial? De todos modos, si no lo aclara urgente y contundentemente, el PSOE perderá Andalucía, como causa principal.

Al menos debería prohibirse llevar a los tribunales todo asunto de intereses políticos. No inficionaríamos a los ciudadanos. Lo que digan partidos políticos y periodistas y punto.

El daño que hacen unos y otros es inmenso. Es terrible que solo estemos de acuerdo con la justicia si decide lo que nosotros queremos que decida. Nuestro vigor democrático se arrastra cual serpiente incubadora de fascismo.

No tiene nada que ver con la necesidad de crítica, con la exposición razonada de discrepancia. Tiene que ver con el fanatismo más rechazable.

Y a propósito, ¿solo son prevaricadores los jueces y no nosotros? ¿Solo nosotros somos honorables? También hay opiniones prevaricadoras: se llama manipulación.

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