Puntadas sin hilo

¿A quién votar?

 

Muchos simpatizantes de Izquierda Unida se quejan de que solo se presta atención a los dos grandes partidos en detrimento de sus posibilidades electorales. Llevan razón y en ese sentido hay que promover la reforma de la Ley Electoral para que fuera necesario igual número de votos a todos para obtener acta de diputado y no se pierdan miles de votos. Pero IU debería recordar los 21 diputados que obtuvo Santiago Carrillo y no los dos actuales. Y que el partido de Rosa Díez, con parecidas reivindicaciones, alcanza un notable ascenso ante las próximas elecciones, según el Publiscopio de este periódico, mientras que IU marca un leve descenso. Pero, insisto, en mi opinión tienen razón.

Los partidos nacionalistas son incombustibles,  siempre con alzas o bajas moderadas.

La abstención, como castigo, es otra posibilidad. Opción legítima, por supuesto. Pero ¿no tendrían ustedes la sensación de que sería como amputarse una pierna y renunciar expresamente a la más genuina capacidad democrática de los ciudadanos?  No sé a quién, pero hay que votar, en mi opinión.  Y no en blanco.  Si pedimos a los políticos que se mojen, también nosotros debemos hacerlo. Con el problema añadido de que, sin un cuórum mínimo obligatorio para que unas elecciones sean válidas, con un ciudadano que vote, uno solo, su opción ganará la totalidad de la elección. Es estadísticamente imposible que no vote nadie.  Y con el voto en blanco ocurre lo mismo.

¿Al PSOE?  ¿Al PSOE con Zapatero o al PSOE con otro candidato?  Con Zapatero parece que perdería; con otro candidato, se abre la incógnita.  ¿Al PSOE pase lo que pase para que no venga la derecha?  Si ése es el razonamiento, vendrá la derecha.  Tal vez al PSOE si recupera sus señas de identidad en el breve tiempo que resta es lo más congruente. Si no, no. Ésa es la opción mayoritaria de los posibles votantes socialistas, creo. Pero, ¿estará el PSOE en liquidación por derribo?

El PP no está, pero se le espera. ¡Ay, qué ganas tengo de  que llegue 2012 para ver las maravillas que va a hacer el PP!

Y por supuesto, todo esto es aplicable, en mi criterio, a las elecciones municipales y autonómicas inminentes.

Mas, ¿para qué opinar si ya todo el mundo tiene decidida su opción? No seamos hipócritas. Lo único que queremos es que los demás cambien la suya.

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