Puntadas sin hilo

El club de los que no sospechamos de todo

 

De la posibilidad de la bondad.

Del sexo.

De la ciencia.

De la razón.

De los políticos que responden en las ruedas de prensa.

De la primavera.

De las monjas que cuidan enfermos.

De William Shakespeare.

De los no imputados.

De los amigos (hasta tres, como máximo).

De los maquinistas de Renfe.

De Messi.

De los vasos medio llenos.

De los pacifistas.

De los que alguna vez dimiten.

De que la multa ha sido justa.

De que es fin de semana porque se ha roto una cañería.

De los telediarios de La 1. (Próximamente, ya veremos)

De quienes llegan puntualmente a las citas.

De que el 11-M existió, y fue como lo sentenciaron los jueces.

De que España es una democracia.

Del juez Garzón.

De los paraguas.

De los que no saben si los miembros de la Casa Real cotizan a la Seguridad Social.

De los errores médicos involuntarios.

De que es posible ponerle puertas al campo de los poderosos.

De los que firman con la huella dactilar.

De los misericordiosos, aunque luego te coman la mano.

De que nadie ha ganado aún una guerra en la historia de ls Humanidad.

De que, como dijo El Roto, cada peldaño hacia el poder exige un crimen. O un sapo, digo yo.

De que sabemos que es una manifestación de ultraderecha porque llevan a los niños.

De que esto tiene arreglo, menos con Rajoy. O sea que no tiene arreglo.

De que con lo que se gasta en las inútiles campañas electorales se construía un bloque de viviendas protegidas.

De que todo es photoshop.

De que era cierto cuando nos decían que nos querían.

De que las matemáticas sin alma no son exactas.

Se admiten socios.

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