Puntadas sin hilo

Bellacos

Lamento tener que escribir este artículo, pero a mí Zapatero no me llama bellaco. Yo sí creo que ha habido recortes sociales.

Todos los iluminados de la historia creían que estaban en posesión de la verdad. Eso le ocurre al PSOE, con el Iluminado Conductor Zapatero al frente, y por esa razón tendrán los peores resultados electorales nunca tenidos, al alejarse de los deseos de sus votantes y echarse en brazos de las fuerzas económicas de la derecha. Ya, ya sé que anteponen sus resultados al interés de España. No me hagan reír, por favor.

También el empecinamiento es distintivo de un gran número de personajes destacados de la Historia, sin advertir que cuestión distinta es la tenacidad del empecinamiento. El empecinado se obceca. Y eso es también lo que le ocurre al PSOE para no corregir errores, siempre con el Gran Empecinado Zapatero, y parece que sucesores, a la cabeza. Ello retrasará aún más el comienzo de su regeneración ideológica mínimamente exigible. En tanto, será la muerte lenta. No entienden que hay gente que prefiere caer con dignidad.

Reyes del decirse y desdecirse.

Incapaces de dar consuelo a quienes pierden su piso con la hipoteca.

En constante chalaneo con los sindicatos. (Por cierto, unos sindicatos en constante chalaneo con el Gobierno.)

Un partido abandonado por el mundo de la cultura.

Temerosos ante los privilegios de la Iglesia.

Se han metido en todo tipo de charcos innecesarios.

No se conoce que hayan hecho ni un solo recorte a los poderosos.

Su único argumento ha sido la protección social, pero no las soluciones, en las que han fracasado.

Incapaces de llegar a acuerdos con las izquierdas unidas, ignorando que son del mismo pueblo y prado.

Prevén el muy lejano futuro de las pensiones, como el jugar de ajedrez que piensa en la jugada diez y le dan mate en la primera.

Gente triste.

Han sembrado España de descontentos.

Han provocado angustia entre los españoles.

Y lo más acuciante: ya nadie los considera de izquierda.

Caer ante nadie, frente a alguien con tan poca consistencia como el actual PP, es lo que más duele.

Cuanto antes diluvie, truene y caigan rayos, mejor. Porque, como dijo el poeta Neruda, la lluvia lava el mundo. Y al PSOE, añadiría yo.

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