Puntadas sin hilo

La que se avecina

 

Se avecina una España negra, disfrazada de modernidad.

Se avecina la llegada de los dueños históricos de la finca.

Se avecinan sotanas aún más envalentonadas.

Se avecinan más españoles pasándolo económicamente peor que hasta ahora.

Se avecinan disculpas y más disculpas.

Mentiras y más mentiras.

Se avecina una lenta desilusión. La masa dejará de ser tozuda.

Se avecina que resulta que estaba bien lo que estaba mal y que tan criticado fue.

Se avecina que 321.000 vascos, tan legales como los otros 45 millones de españoles, sigan sin ser admitidos de buen grado en la democracia.

Se avecina que se puede hablar del concierto económico o pacto fiscal de Catalunya, después ya veremos.

Se avecina que la izquierda mal avenida y desideologizada sea testimonial durante muchísimos años.

Se avecina un gran orgasmo nacional y colectivo de complacencia.

Se avecina que los jóvenes seguirán sin tener trabajo ni futuro.

Se avecina que ningún español, salvo los declarados excelentes, verá sin inquietud y angustia su trabajo.

Se avecina que te puedan despedir por las buenas.

Se avecina que las pensiones de ocho millones de españoles seguirán siendo miserables. Y más si te jubilas sin cotizar mil años.

Se avecina que aumente el número de sandeces, como la dicha por el Coordinador de IU, Cayo Lara, de que "el 15-M somos nosotros".

Se avecina la tristeza de la injusticia.

El resurgir de las sutiles cadenas.

La repugnante bonhomía.

La falta de misericordia.

Hacienda son ustedes, no nosotros.

La decepción de pymes y autónomos, que se creyeron las promesas.

La perpetuación de Camps y tantos imputados.

El servilismo y el postrarse ante lo yanqui

Tiemblen menores y presos.

Se avecina una espesísima niebla informativa. Se avecinan ruedas de prensa sin preguntas.

Se avecina no suprimir ni una de las medidas económicas adoptadas por el anterior Gobierno, antes al contrario, reforzarlas y multiplicarlas, para que tener el bienestar que podamos los débiles pero no los poderosos.

Seguirán cobrando varios sueldos, mientras cinco millones no cobran ninguno.

Seguiremos insultándonos.

Se avecina que nos seguirán tomando el pelo con nuevas palabras.

Se avecina que los muertos sigan en las cunetas.

Se avecina que seguiremos sin listas abiertas ni reforma de la Ley Electoral.  Aunque ya, ¿para qué? Este campamento no lo levantan así como así.

Se avecinan conciencias anuladas, almas en vilo, almas en conflicto, almas muertas.

Pero como no se lo creen, vótenle.

Más Noticias