Puntadas sin hilo

Gozo político

 

¡Qué gran gozo sería una opción política que aglutinase al PSOE, a Izquierda Unida, al Movimiento 15-M y a todos los ecologistas!  ¿Es posible?  Posible, sí; difícil, también.  ¿Por qué es tan difícil? Porque ninguno de ellos querría renunciar a su identidad y a sus propias convicciones.  ¿Y por qué han de renunciar? ¿No cabe ser sumandos de una suma, sin que los números pierdan su valor? ¿No cabe que todos piensen que sin esa fórmula temporal todos están condenados al fracaso de no conseguir ofrecer a la sociedad sus postulados de manera efectiva? ¿No cabe que el PSOE considere que debe volver sin tapujos a sus esencias si no quiere que sus votantes huyan definitivamente, como ya le está ocurriendo? ¿Por qué ese ansia de individualidad de partido intocable y superior?  ¿No cabe que Izquierda Unida se avenga a las posibilidades reales de mejorar y transformar España? ¿Prefieren ser los eternos reivindicadores de lo imposible en muchas cosas, quieren luchar ellos solos contra los monstruos de la sinrazón de la derecha reaccionaria y egoísta?  ¿No cabe que el 15-M se baje del sueño y la utopía, sin bajarse y siendo partícipes activos de sus exigencias, que todos aceptaríamos gustosos?  ¿No cabe que los ecologistas perciban que no solo de Naturaleza vive el hombre, sin por ello dejar de respetar las reglas mínimas de las máximas que ellos solicitan?  ¿O son la soberbia y la vanidad lo que al final mueve a todos en detrimento de los inermes ciudadanos?

¿Y cómo se coordinaría todo esto? Si se tiene la buena voluntad de conseguirlo, no es tan arduo. ¿Es imposible crear, a humos bajados, unas pequeñas comisiones de cada uno para que dialoguen? ¿Es tan difícil tener una voz única, rotatoria si se quiere, de comunicación con los ciudadanos escépticos para informarles de cómo van los trabajos? ¿Es tan difícil consensuar en dos meses, aquí no hay verano, un programa común, asumible y posible para la sociedad española? ¿O es que nadie prefiere no renunciar a nada y quedarse sin nada? ¿Se engrandecerían todos si lo intentasen y consiguiesen o eligen quedarse en el empecinamiento inútil y en la catástrofe culposa e infantil del ridículo y el odio entre ellos?  Sin duda se engrandecerían, y es posible, aún es posible. Aquí ni unos ni otros serían más que otros, y por eso es posible y deseable. La mitad al menos de los españoles se lo exigimos. Miren, tíos, dejen ya de tocarnos los huevos.

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