Puntadas sin hilo

Los cobardes Zapatero y Rajoy

 

 

No es solamente que estos políticos sean unos ineptos, es que además son unos cobardes. Ayer acordaron la reforma de la Constitución para limitar el techo de gasto, sabiendo que no es necesario someter esta reforma a referéndum, y sabiendo también que únicamente sería obligatorio si lo solicitase el 10% bien de los integrantes del Congreso de los Diputados o bien del Senado. Y por supuesto sabiendo también que es prácticamente imposible que ese 10% se consiga. Y aun si se consiguiese solo podría someterse a referéndum la limitación del techo de gasto, pero ninguna otra cuestión.

El pueblo español lleva tiempo bramando para que se efectúen cambios importantes en la Constitución, y estos dos políticos no lo han permitido en su necesario consenso al saber que tales reformas sí conllevan obligatoriamente un referéndum de confirmación. Hacen lo que les conviene a ellos y no hacen lo que el pueblo quiere. Y encima amparándose en creerse hombres de Estado.

Yo he defendido ampliamente en este foro la no necesidad de reformar la Constitución, pero también defiendo con rotundidad que si se reforma ha de ser para los asuntos que los ciudadanos quieren, y no aquéllos que no les interesan.

Es más, estos políticos ni siquiera han sido capaces de llevar a cabo los cuatro puntos mínimos elementales que el PSOE propuso al principio de la legislatura: Reforma del Senado, Inclusión del nombre de las Comunidades autónomas, Mención a la Constitución europea, y que la mujer tenga igual derecho que el hombre a la sucesión de la Corona. Con el consiguiente peligro de que los Príncipes tengan un hijo varón y a la infante nacida antes y a la que correspondería la sucesión se la prive de ello. La clave de la ridícula actuación de estos dos políticos puede estar en el miedo a que ese referéndum se convirtiese en un acto de afirmación o repulsa de la Monarquía, con lo que permanece la duda de si realmente el pueblo español está a favor de la institución monárquica o preferiría una República. Esto es, la democracia varada.

Ni que decir tiene que la tan abrumadoramente deseada Reforma Electoral continúa en el limbo de los asuntos pendientes de esa democracia estancada e imperfecta. Pero les da igual; el caso es el peloteo entre ellos, ahora me toca a mí, mañana te toca a ti. Es decir, una vez más hacer lo que nosotros estimamos, que para eso somos apoderados, y no lo que los ciudadanos desean sin posibilidad de exigencia inevitable. Y nunca, año tras año, clarificar posiciones.

Lo lamentable es que con este sistema electoral la abstención total no es posible, y bastaría solo un voto para que esa opción gane como si la hubiese votado una gran mayoría, aunque el resto del país no vote o se abstenga. Con lo que la represalia y el desdén de los ciudadanos hacia esos partidos y sus políticos no son factibles; siempre habrá una viejecita o una monja de clausura que vote. Estamos presos, pues, de la incompetencia y miseria política de estos dos dirigentes. Especialmente triste es el final del señor Zapatero, que sumerge al PSOE en el peregrinaje de un largo viaje hacia la noche de difícil retorno, y dejando a Rubalcaba con su mochila de peregrino cargada de plomo.

Más Noticias