Opinemos lo más desapasionada y objetivamente que podamos.

Político outlet, de anteriores temporadas, o más bien en oferta, todo a cien, da igual él que otro, rey de la desconfianza ciudadana, pero astuto y raposo del quietismo, quintaesencia parece que más templada, o más engañosa, del conservadurismo secular, Rajoy y cierra España, el que la sigue la mata, la ocasión la pintan calva, gran deformador de los conceptos, con él habrá orden, orden, cardenal civil in pectore, apagafuegos de inmundicias no extinguidas, arlequinadas justificaciones, emperador entrante de la mano dura, que el pueblo sin saberlo o sabiéndolo tanto ansía, sembrador de inutilidades, desdecidor de lo poco que dijo, se teme que sea el Nuevo Recortador Social del Reino, aunque pregone lo contrario, ya saben, todo estaba mucho peor de lo previsto, la prensa le ama, los medios de comunicación le aman, por lo menos es prudente, dicen, y cauto, y previsible y no engaña, no como el otro, escurridiza anguila, el mundo es como es, pues miren, a Rajoy sí que se le puede comprar un coche de segunda mano, pero no dejará de ser de segunda mano, y los ciudadanos lo quieren nuevo, aunque sea un utilitario, tiene también la llave de la caverna, aquí cabemos todos, rancios y pijos, honrado sí que parece, él, no así tantos de su entorno que se escabullen, ha dicho las mayores felonías de la oposición, ahora le toca a él, es su tiempo, Mariano Rajoy, el nuevo entrenador de España, ¿qué tendría que ocurrir para que no lo fuera?, nada, es imposible que no lo sea, ni aunque ETA se rindiera, ni el paro entrara precipitadamente en buena perspectiva, que no va a entrar, ni aunque la gente comprendiera qué ha pasado, nada, ocurra lo que ocurra, ya está haciendo con los suyos los ensayos generales de la tragedia de España, pobres como las ratas, pero la culpa ahora es del mundo. España, esa carga; Rajoy, la felicidad disimulada. Rajoy, ganador por K.O. técnico por los golpes bajos y antisociales del PSOE.