Puntadas sin hilo

Y opinemos sobre Rubalcaba

 

 Opinemos lo más desapasionada y objetivamente que podamos.

Es como si Paquirrín jugara de delantero centro en el Real Madrid. Y sin embargo, es serio y competente. Pero ¿qué crédito con garantía puede ofrecer de que cumpliría lo que prometa?  Ése es su talón de Aquiles. Casi nadie puede creerle, por su adscripción al pasado, del que, encima, solo promete reformitas. ¿Cuándo entenderá que si no rompe frontalmente con los desmanes cometidos nunca ganarán ni él ni su sucesor o sucesora si tampoco rompe, y por muy dura que sea la circunstancia económica impuesta en el mundo por la derecha fuerte? Es como alguien que juega a las damas y se come una ficha saltándose una casilla. Está en el pozo de la muerte de La oca. Listo sí que sí, irónico pero sin fuerza rebatidora y aplastante a tanto ataque, cosas de ser educado, quiromántico de enjuagues, la duda consiste en que no sepamos por qué es leal, nada tiene que ver lo político con ser de bien nacidos es de agradecidos, la política es un puñal que desgraciadamente hay que clavar en el hígado del rival, no injuria ni fabula, pero es demasiada y pesada herencia la suya. Rubalcaba o el inútil combate (plagio). Rubalcaba o el optimismo forzado. Rubalcaba y la generosidad ¿o el vicio de la política?, Rubalcaba el destripador, Rubalcaba, un valiente entre mil, ¿contendrá al menos la marea de la mayoría absoluta?, en todo caso nunca será ridículo, aprovechado y esforzado de la democracia. Rubalcaba o explicar lo inexplicable e inexplicado. Rubalcaba, el tercero de los enanitos del bosque de Blancanieves, Rajoy en cabeza, Zapatero el segundo, Rubalcaba detrás, y más atrás Aznar y Felipe González, todos silbando y desfilando con el hatillo, ahí po, ahí po, faltan dos. Rubalcaba, la calcomanía de lo que debería ser. Soportador de insidias y calumnias, pero eso no es rentable para él sino para ellos, su espada es de madera frente a la de tantos míseros enemigos, ajusticiadores de la justicia y de la convivencia. Rubalcaba, el niño feo del socialismo rampante, ramplón y cambiante. Pero es el que más sabe, conejo Rabbit, y le da sopas con honda al maniquí de la clase de enfrente. Rubalcaba o echarle un pulso al Destino. ¿Y perderlo?, ¿ganarlo? La solución, el 20N.

 

 

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